El control del ‘colesterol bueno’ reduce más del 50% la posibilidad de accidentes cardiovasculares
Contribuye a disminuir en un porcentaje similar la mortalidad en pacientes con enfermedad arterial periférica, según una investigación conjunta del CHN, CUN y CIMA
13 de octubre de 2017
Una investigación conjunta del Complejo Hospitalario de Navarra (CHN), la Clínica Universidad de Navarra (CUN) y el Centro de Investigación Médica Aplicada (CIMA-Universidad de Navarra, CIBERCV) ha comprobado que el mantenimiento a niveles adecuados de la lipoproteína HDL-C, conocida como ‘colesterol bueno’, se asocia a una menor incidencia de eventos cardiovasculares y mortalidad en pacientes con enfermedad arterial periférica (EAP).
El estudio, realizado en el marco de colaboración del Instituto de Investigación Sanitaria de Navarra (IdiSNA), revela que los pacientes con bajos niveles de esta lipoproteína tienen mayor riesgo de sufrir uno de los denominados eventos cardiovasculares mayores: amputación mayor, infarto de miocardio, accidente cerebrovascular (ictus) o muerte.
La investigación ha sido seleccionada para ser difundida próximamente en la revista ‘Journal of Vascular Surgery’, publicación científica de referencia en el ámbito internacional en la especialidad de cirugía vascular. Para su realización, el equipo ha contado con el apoyo económico del Fondo Europeo de Desarrollo Económico y Fondos de Desarrollo Regional (FEDER), el Ministerio de Economía, Industria y Competitividad y la Fundación para la Investigación Médica Aplicada.
Los pacientes con EAP se caracterizan por presentar un riesgo excepcionalmente alto de infarto de miocardio, accidente cerebrovascular isquémico y/o muerte. Los estudios para localizar biomarcadores que sirvan para prevenir y tratar el riesgo de mortalidad de estos pacientes son escasos, de ahí la importancia de la investigación desarrollada por el CHN, la CUN y el CIMA, dirigida a demostrar el valor predictivo de los niveles de HDL-C.
Seguimiento de 254 pacientes durante una media de tres años
En su apartado de conclusiones, la investigación destaca cómo la utilidad de una prueba simple como es la medición de la lipoproteína HDL-C puede ayudar en la identificación temprana de pacientes con EAP. Además, y dado que los 254 pacientes que componen el estudio se siguieron durante una media de casi tres años, se pudo analizar también la relación entre los niveles de HDL-C y los eventos cardiovasculares mayores.
El análisis de los datos señaló que el riesgo de mortalidad se reducía hasta un 54% en los pacientes con niveles normales de HDL-C, en comparación con aquellos que presentaban niveles bajos de esta lipoproteína. Los niveles reducidos de HDL-C se asociaron significativamente con un mayor riesgo de desarrollar complicaciones cardiovasculares, independientemente de los factores de riesgo y del tratamiento médico de éstos pacientes.
La investigación ha sido desarrollada por los facultativos y facultativas Esther Martínez-Aguilar, Sebastián Fernández-Alonso y Leopoldo Fernández-Alonso, por parte del Servicio de Angiología y Cirugía Vascular del CHN; Alejandro Fernández-Montero y Jose A. Páramo, por parte de los Servicios de Medicina Ocupacional y Hematología de la CUN; y Josune Orbe, Jose A. Rodríguez y Carmen Roncal, por parte del Laboratorio de Aterotrombosis del CIMA.
Prevención de factores de riesgo
El control de factores de riesgo en pacientes afectados por EAP es imprescindible, ya que se trata de pacientes con un riesgo excepcionalmente alto de infarto agudo de miocardio e ictus y que, en los estadios más severos de la enfermedad, pueden llegar a tener hasta un 25 % de mortalidad al año.
El desafío actual sigue siendo la identificación de marcadores capaces de descubrir pacientes con alto riesgo de sufrir eventos cardiovasculares antes de que se desarrollen los síndromes clínicos ya que, los factores de riesgo tradicionales de aterosclerosis, como la diabetes mellitus, el tabaquismo, la edad avanzada, la hiperlipidemia y la hipertensión, son pobres predictores de eventos isquémicos y mortalidad en la enfermedad arterial de las extremidades inferiores.
Las lipoproteínas de alta densidad HDL (siglas en inglés de ‘High density lipoprotein’) son las encargadas de transportar el colesterol desde los tejidos del cuerpo hasta el hígado en lo que se denomina transporte reverso de colesterol. La importancia de este proceso radica en que es la única vía conocida de eliminación de colesterol de nuestro organismo.
Por tanto, una reducción en los niveles de HDL-C podría contribuir a un incremento del colesterol sanguíneo por falta de eliminación hepática y favorecer los depósitos de grasa en las arterias.
El nivel de HDL-C considerado adecuado sería mayor o igual a 40 mg/dL (1.0 mmol/L) en hombres y mayor o igual a 50mg/dL (1.3 mmol/L) en mujeres. Existen causas primarias para tener niveles bajos de HDL-C como el síndrome de Tangier (enfermedad genética rara) y causas secundarias a otros factores como el tabaquismo, diabetes mellitus tipo 2, el síndrome metabólico y la obesidad abdominal.
Para mantener el HDL-C en niveles adecuados, las guías internacionales recomiendan un cambio en los estilos de vida de estas personas, insistiendo en la pérdida de peso, el incremento de la actividad física y el abandono del hábito tabáquico.
Este estudio sugiere que los niveles de HDL-C, medidos rutinariamente en la práctica clínica, podrían ser de utilidad en el diagnóstico y pronóstico de los pacientes con EAP, y que un control más cuidado de sus niveles podría ser beneficioso para la salud de dichos pacientes.