Doctor José Obeso: “Para entender una enfermedad neurodegenerativa es fundamental la investigación centrada en el paciente”
Con más de 30 años de investigación sobre los trastornos del movimiento, el especialista de la Clínica lidera un grupo que ha sido pionero en el tratamiento farmacológico y quirúrgico de la enfermedad de Parkinson.
12 de abril de 2013
“Para intentar entender y resolver una enfermedad neurodegenerativa, resulta fundamental la investigación centrada en el paciente y tener la investigación experimental como complemento. Plantearlo al revés es totalmente erróneo. La enfermedad de Parkinson se da únicamente en el hombre. Por tanto, centrarla en estudios animales, si bien es imprescindible para definir mecanismos de muerte neuronal y evaluar terapias potenciales, presenta limitaciones que precisan de una excelente definición de las preguntas que se quieren resolver”.
La afirmación del doctor José Ángel Obeso cuenta con el respaldo de una trayectoria superior a los 30 años en la vanguardia mundial de la investigación sobre los trastornos del movimiento, entre ellos la enfermedad de Parkinson.
José Ángel Obeso Inchausti se licenció en Medicina por la Universidad de Navarra (1976) y realizó la especialidad en Neurología y Neurofisiología en San Sebastián y Pamplona. Posteriormente se formó en Londres como neurólogo e investigador colaborador en trastornos del movimiento en el Institute of Psychiatry y King´s College Hospital junto al profesor David Marsden, uno de los pioneros mundiales en la promoción de esta subespecialidad desde la década de 1970.
Especialista del Departamento de Neurología de la Clínica Universidad de Navarra, es Catedrático de Neurología de su Facultad de Medicina y lidera el grupo de investigación en Trastornos del Movimiento del Centro de Investigación Médica Aplicada de dicha Universidad (CIMA).
A lo largo de más de tres décadas de ejercicio, unos 80 neurólogos, repartidos ahora por distintos puntos de España y de Latinoamérica, se han formado en su equipo. Precisamente, muchos de estos discípulos están participando en el encuentro sobre la enfermedad de Parkinson que comenzó ayer, 11 de abril, Día Mundial del Parkinson, y que finaliza hoy en Pamplona. Dirigido por el especialista de la Clínica Universidad de Navarra, el simposio reúne a los principales investigadores mundiales sobre esta enfermedad.
Fundador del primer grupo especializado de la Sociedad de Neurología
El doctor Obeso fundó, junto al doctor Eduardo Tolosa, el primer grupo especializado de la Sociedad Española de Neurología: el de Trastornos del Movimiento. Es miembro igualmente de la American Neurological Association y de la Movement Disorders Society.
Considera que en nuestro país la Neurología tiene “un nivel asistencial alto. Las unidades de ictus son muy buenas. Sin embargo, el reto es todavía la actividad académica. No llegamos al mismo nivel de otros países de nuestro entorno porque aquí predomina la actividad asistencial”.
Su grupo fue pionero en el desarrollo de la Estimulación Dopaminérgica Continua para la enfermedad de Parkinson.
"En el año 1986 todavía había pocos medicamentos para tratar los síntomas de la enfermedad de Parkinson y se nos ocurrió un sistema de infusión continua de dopamina para intentar homogeneizar la respuesta farmacológica. Ese fue un primer paso que atrajo a muchos pacientes y nos abrió el camino para seguir avanzando".
¿Cuál fue el siguiente hito?
"En la década de 1990 pudimos contar una unidad experimental, una de las primeras de España, con el modelo del mono parkinsoniano, que sirvió para que se formaran muchos especialistas y se elaboraran distintas tesis doctorales. Nos ayudó a entender cómo se expresaban los principales signos parkinsonianos: temblor, inmovilidad.... La tesis del doctor Jorge Guridi demostró que la falta de dopamina produce una alteración en el funcionamiento de las neuronas en el núcleo subtalámico, una estructura de los ganglios basales del cerebro. Esto nos condujo a reconocer que la actividad anormal en este núcleo es el transmisor principal de los signos parkinsonianos y llevó a revitalizar el tratamiento quirúrgico”.
¿En qué consiste la cirugía para la enfermedad de Parkinson?
“Se trata de localizar dónde está el núcleo subtalámico, lo que requiere una caracterización intra-operatoria muy afinada de la zona. Gracias a la tesis de la doctora Mª Cruz Rodríguez Oroz pudimos caracterizar el área del núcleo subtalámico donde se representa la pierna, el brazo, la cara… De manera que si los síntomas predominantes en un paciente se dan en una parte del cuerpo, nos aseguramos de que vamos a actuar sobre esa parte, aunque tiene cierta variabilidad. Fuimos los primeros en España y los segundos en el mundo que empezamos con esta cirugía en 1995. Generalmente se coloca un electrodo, una especie de marcapasos que genera un campo eléctrico encargado de impedir que esas neuronas produzcan señales anormales. En otros casos también se puede eliminar, es decir llevar a cabo una cirugía ablativa en ese punto. Este procedimiento, que comenzó con una colaboración en el Centro Internacional de Restauración Neurológica (CIREN) en La Habana, resulta más laborioso y sólo lo realiza nuestro grupo en España”.
¿Qué ha cambiado en la investigación de los trastornos del movimiento en estos 30 años?
“Una de las principales aportaciones ha sido la incorporación de las tecnologías de la imagen tanto en la experimentación pre-clinica como humana. Ahora mediante el PET podemos determinar el déficit de dopamina de un paciente y la zona del cerebro donde es mayor ese déficit. Gracias a la resonancia magnética conseguimos afinar en el diagnóstico de las patologías, además de poder realizar estudios funcionales para conocer cómo se comporta el cerebro, por ejemplo, después de un tratamiento”.