“El reto más importante y asequible ahora en la enfermedad de Parkinson es detener su progresión”, según el doctor José Ángel Obeso
Gracias al mejor control de los síntomas clásicos, aumenta la expectativa de vida de los pacientes al tiempo que aparecen nuevas manifestaciones de la enfermedad, explica el especialista de la Clínica Universidad de Navarra y director del simposio sobre la enfermedad de Parkinson que va a reunir esta semana en Pamplona a los principales investigadores del mundo en esta patología.
10 de abril de 2013
“Gracias a un mejor control de los síntomas, la enfermedad de Parkinson es hoy menos agresiva que hace 30 años. Por eso, el reto más importante y asequible ahora es detener la progresión de la enfermedad. Esta patología se puede diagnosticar tempranamente y, si no progresara, sería un proceso relativamente benigno”. Son palabras del doctor José Ángel Obeso, especialista del Departamento de Neurología de la Clínica y director del simposio sobre la enfermedad de Parkinson que va a reunir esta semana en Pamplona a los principales investigadores del mundo en esta patología.
El encuentro científico, que cuenta con el patrocinio de la compañía farmacéutica Lundbeck, tendrá lugar los próximos jueves y viernes, días 11 (fecha en la que se celebra el Día Mundial del Parkinson) y 12 de abril.
Además de su trabajo en la Clínica, el doctor Obeso es investigador en el área de Neurociencias del Centro de Investigación Médica Aplicada de la Universidad de Navarra (CIMA) y Catedrático de Neurología de la Facultad de Medicina de la misma universidad.
En relación con el lema de la reunión, “Comprendiendo la enfermedad de Parkinson: vulnerabilidad de la célula y progresión de la enfermedad”, su director explica que “la enfermedad de Parkinson se define a nivel neurobiológico por la pérdida de neuronas en una parte concreta del cerebro, que es la sustancia nigra, Dichas células fabrican dopamina, por lo que su pérdida va acompañada de un déficit de dopamina. A medida que aumentan los años de evolución y la edad de la persona, este proceso degenerativo se hace menos limitado y la patología se extiende a otras partes del sistema nervioso. La cuestión es saber por qué causas esas neuronas son vulnerables y el proceso de muerte neuronal se extiende a otras zonas del sistema nervioso”.
Principales investigadores experimentales y clínicos del mundo
Precisamente, añade el especialista de la Clínica, comprender las razones por las que mueren las neuronas del cerebro humano es el eje central de su labor investigadora y de la reunión que se celebra en Pamplona. “La enfermedad de Parkinson es una patología privativa del ser humano. No hay ningún otro animal que la sufra de manera espontánea. Por eso tiene que haber alguna característica del ser humano que nos hace vulnerables a esta muerte neuronal”.
En este sentido, el doctor Obeso destaca la presencia en el simposio de científicos de distintos países, dedicados a la investigación experimental, como, entre otros, el doctor José López Borneo, director del Instituto de Biomedicina de Sevilla, quien trabaja sobre terapia celular y etiopatogenia de la degeneración neuronal en el Parkinson. Participa también el doctor Erwan Bezard, investigador del Institut des Maladies Neurodégénératives (Burdeos, Francia), líder en la búsqueda de moléculas y de mecanismos de acción a nivel experimental.
Dentro de dichos especialistas preclínicos, se encuentran igualmente los doctores Jeffrey H. Kordower, director del Research Center for Brain Repair (Chicago, Estados Unidos), pionero en la investigación de factores neurotróficos, es decir la familia de las proteínas que favorecen la supervivencia de las neuronas; y James Surmeier, investigador de los mecanismos fisiológicos del Parkinson en la Northwestern University Institute of Neuroscience (Chicago, Estados Unidos). Interviene también el doctor Patrik Brundin, de la Unidad de Supervivencia Neuronal de la Universidad de Lund (Suecia), quien trabaja en la búsqueda de una vacuna para evitar la agregación de proteínas perjudiciales para las neuronas; y el doctor Robert Burke, de la Columbia University (Nueva York), que intenta descifrar cómo detener la pérdida de conexiones dopaminérgicas en la enfermedad. Otra participante destacada es la doctora Glenda Halliday, investigadora de la National Health and Medical Research Council of Australia y considerada la mayor experta mundial en la anatomía patológica de la enfermedad de Parkinson.
Así mismo, en la reunión van a tomar parte especialistas centrados en la terapéutica clínica de esta enfermedad neurodegenerativa, como, entre otros, el doctor C. Warren Olanow, especialista del Mount Sinai Hospital (Nueva York), líder mundial en esta temática y director de numerosos trabajos dirigidos a regenerar las conexiones dopaminérgicas; el doctor John Stoessel, del Pacific Parkinson's Research Centre (Vancouver, Canadá), considerado el mayor especialista mundial en la manejo del PET para medir el déficit de dopamina; o el doctor Daniel Weintraub, de la Escuela de Medicina de la University of Pennsylvania (Estados Unidos), promotor de un estudio pionero sobre el efecto del fármaco rasagilina tanto en los signos motores como en el deterioro cognitivo.
Igualmente va a intervenir Mark Frazier, vicedirector de Investigación de la Michael J. Fox Foundation, para explicar las líneas de trabajo de la fundación puesta en marcha por el actor norteamericano afectado por la enfermedad para apoyar la investigación sobre el Parkinson.
Enfermedad menos invalidante que hace 30 años
La reunión comienza el jueves con dos mesas redondas sobre los cambios ocurridos en los avances neurocientíficos y en el tratamiento de la enfermedad de Parkinson desde que hace 30 años se celebró un encuentro similar en Pamplona. En ellas toman parte especialistas que se han formado en la Clínica Universidad de Navarra, en su mayoría discípulos del doctor Obeso.
Con la perspectiva de estas tres décadas, el director del encuentro asegura que la enfermedad de Parkinson es “mucho menos invalidante que hace 30 años. Ahora se aprecia una notable mejora en la gravedad de los problemas motores de los pacientes, debido al mejor uso de los fármacos para reponer el déficit de dopamina y a las formas de reponerla. También ha influido la aplicación del tratamiento quirúrgico, que aminora ese tipo de problemas”.
Por otra parte, añade el especialista de la Clínica, un mejor control de la sintomatología se ha traducido “en un aumento de la expectativa de vida de los pacientes, prácticamente igual que la población general. Esto da lugar a que los pacientes envejezcan con la enfermedad de Parkinson y genera una situación nueva. Además, ninguna otra enfermedad neurodegenerativa permite envejecer, bien porque acortan la esperanza de vida o aparecen en edades muy tempranas”.
Este escenario desconocido para el sistema nervioso, con envejecimiento y neurodegeneración al mismo tiempo, se traduce en nuevas manifestaciones de la enfermedad de Parkinson, “ya conocidas, pero no tan llamativas hace 30 años porque no eran el problema principal. Entonces los trastornos clásicos o más referidos por el paciente eran el temblor o la inmovilidad cuando dejaba de hacerle efecto la medicación, algo que actualmente se controla muy bien. Sin embargo, ahora, a los 15 ó 20 años de sufrir la enfermedad, los pacientes presentan problemas de equilibrio, de la marcha o de deterioro cognitivo. Y después de 20 años de evolución de la enfermedad, en la mayoría de los casos aparece también la demencia”, detalla el doctor Obeso.
Un cóctel de fármacos, posible tratamiento futuro
Así, al hablar de los posibles tratamientos para detener el progreso del Parkinson, el especialista de la Clínica señala que ha de ser farmacológico: “La cirugía es paliativa porque mejora la calidad de vida, pero el proceso de muerte neuronal no se puede resolver con ningún procedimiento mecánico”.
En este sentido, cita la rasagilina como “el único fármaco sobre el que se ha hecho un estudio que demuestra que mejora la evolución de la enfermedad. Hay muchos otros que son prometedores, pero todavía no se han hecho estudios.”
De todos modos, el doctor Obeso considera que, al igual que en muchos tipos de cáncer, la terapia terminará siendo un cóctel de medicamentos: “Como son varios los mecanismos por los que las neuronas son vulnerables, habrá que atacarlas por varios frentes”.
Acerca de Lundbeck
Lundbeck es la única compañía farmacéutica del mundo dedicada exclusivamente a investigar y desarrollar fármacos para las enfermedades del Sistema Nervioso Central, entre las que destacan la depresión, ansiedad, trastorno bipolar, esquizofrenia, enfermedad de Alzheimer y enfermedad de Parkinson.
El 70 por ciento de la compañía está en manos de la Fundación Lundbeck, que gestiona la empresa y la dota de fondos económicos para I+D. La Fundación además tiene como objetivo el desarrollo de programas de formación y divulgación sobre las enfermedades del SNC, de manera independiente a las acciones comerciales de la compañía.
Por tanto, Lundbeck realiza acciones de divulgación con el fin de mejorar el nivel de conocimiento social sobre las enfermedades del Sistema Nervioso Central y el diagnóstico de las mismas, y evitar los estereotipos, prejuicios y discriminación que tienen algunas de estas patologías.