Enfermería, clave en el seguimiento y en la recuperación temprana tras cirugía de cáncer de próstata 

El equipo de enfermeras especializadas del Área de Cáncer de Próstata del Cancer Center Clínica Universidad de Navarra favorece un seguimiento individual de cada paciente, a través la valoración constante de su función urinaria y sexual después de la intervención 

Imagen de una enfermera de la Clínica Universidad de Navarra especializada en el tratamiento de cáncer de próstata.
El equipo de Enfermería del Cancer Center Clínica Universidad de Navarra, implicado en la concienciación social y sanitaria de Movember.

20 de noviembre de 2023

La especialización de las enfermeras mejora notablemente la calidad asistencial y clínica, además de los cuidados que reciben los pacientes en cualquier centro hospitalario. Así se observa particularmente desde el Área de Cáncer de Próstata del Cancer Center Clínica Universidad de Navarra (CCUN), donde el equipo de Enfermería se ha convertido en una pieza clave de un trabajo interdisciplinar para el diagnóstico precoz, la consulta médica eficiente, el seguimiento personalizado de cada paciente y la detección temprana de posibles complicaciones una vez realizada la intervención quirúrgica.  

En el caso del cáncer de próstata -el tumor más frecuente entre varones, con 30.000 nuevos diagnósticos cada año-, las enfermeras del CCUN en las sedes de Pamplona y de Madrid se han convertido quienes integran cuidados y tratamiento. En el abordaje integral de esta patología, la relación con la enfermera de referencia empieza con “la valoración de la calidad de vida basal antes de recibir el tratamiento, continúa con el seguimiento durante todo el proceso, con la parte de cuidados y de educación sanitaria precisa, y prosigue evaluando la calidad de vida tras el tratamiento”, subraya Pilar Navarro, enfermera del Departamento de Urología de la Clínica Universidad de Navarra en Madrid.  

Javier Armendáriz, enfermero del Área, destaca la peculiaridad de este equipo, “que realiza un seguimiento del paciente con patología prostática desde que entra en contacto con el centro. Esto permite que conozcamos a cada uno y su casuística particular, realizando una preparación preconsulta individualizada. Para el paciente es la oportunidad de contar con un profesional de la salud de referencia que solucione y coordine sus cuidados”.  

Si el tratamiento exige cirugía, explica Navarro, “el equipo de enfermería especializada del Área cuenta con las herramientas para emprender un seguimiento individualizado a cada paciente operado, lo cual permite la detección temprana de posibles complicaciones y ofrece una comunicación fluida con los profesionales sanitarios que le cuidan en ese contexto de mayor necesidad”.  

La enfermera Susana Chocarro, del Departamento de Urología de la Clínica Universidad de Navarra en Pamplona, resalta que “el paciente está muy tranquilo sabiendo que su enfermera de referencia de consultas, que le sigue muy de cerca durante todo el proceso, le llamará para realizar una valoración de enfermería posterior al alta quirúrgica en planta. Después de la hospitalización, el paciente se encuentra en casa, con dudas, y la tele-enfermería ayuda a disminuir la ansiedad”. 

Para su desempeño, además de su práctica profesional, es clave la empatía de la enfermera en su relación con el paciente como resalta. Como resalta Elena Valdivieso, enfermera del Departamento de Urología, “durante el proceso asistencial, acompañamos al paciente en todas sus dudas y miedos. Hacerse cargo de su situación en cada paso es importante”.

Lo subraya Pilar Navarro: “La excelencia en el trato es esencial en nuestro trabajo como enfermeras. Tenemos la responsabilidad de atender al paciente de tal manera que su decisión sea fácil para seguir el proceso de su enfermedad. En la medida en que se siente atendido y sabe que no le vamos a dejar solo, cambia su manera de percibir y afrontar su enfermedad”.  

Atención a la función urinaria y sexual postquirúrgica 

“Ese seguimiento personalizado no se limita sólo al momento estrictamente postquirúrgico -detalla Armendáriz-. Cada paciente intervenido por cáncer de próstata recibe también la valoración sobre su calidad de vida desde antes de la cirugía y hasta un año después de la operación. Especialmente, se atienden patrones fundamentales como la correcta función urinaria y sexual. Aunque las diferentes modalidades quirúrgicas que se llevan a cabo en el Cancer Center Clínica Universidad de Navarra favorecen un alto índice de supervivencia, los pacientes necesitan los cuidados y la información profesional que permitan una rápida y temprana recuperación” en esas esferas, cuando sea necesario.