La Clínica Universidad de Navarra, centro pionero en evaluar las aptitudes básicas a los residentes de 2º año
Se anticipa así a la previsión del Ministerio de examinar aspectos troncales comunes a todas las especialidades en mitad del período de residencia, con el fin de que todos los especialistas en formación garanticen su conocimiento.
21 de mayo de 2014
La Clínica Universidad de Navarra ha celebrado recientemente la primera edición de la Evaluación Clínica Objetiva Estructurada (ECOE) para los residentes de 2º año de todas las especialidades médicas y quirúrgicas.
El centro hospitalario se convierte así en pionero en aplicar esta evaluación en mitad del período formativo de los médicos especialistas, anticipándose de este modo a la indicación del Ministerio de Sanidad de ofrecer una formación troncal (común) sólida de las especialidades médicas. “Mediante esta evaluación pretendemos conocer hasta qué punto todas las especialidades han adquirido estas competencias troncales básicas para el ejercicio de nuestra profesión. Lo hemos realizado en este momento anticipándonos a las recomendaciones del Ministerio porque nos parece esencial y porque contamos con una masa crítica, tanto de profesorado como de instalaciones idóneas, que nos han permitido ponerlo en marcha”, detalla el doctor Juan Pastrana, presidente de la Comisión de Docencia de la Clínica Universidad de Navarra.
El especialista y profesor de la Facultad de Medicina de la Universidad de Navarra considera que “resulta muy positivo disponer de una imagen general y particular de la formación de nuestros residentes”. El hecho de realizar la ECOE en mitad del período de residencia permite, según el doctor Pastrana, “disponer de un periodo de dos o tres años para arbitrar, en caso necesario, medidas de mejora que consigan una óptima capacitación de los especialistas que salen de la Clínica”.
La ECOE de especialidades ha consistido en la emulación de 15 estaciones o escenarios clínicos reales. “Es importante plantear numerosos escenarios porque de este modo podemos evaluar múltiples competencias”, argumenta la responsable y coordinadora de este sistema de evaluación en la Clínica Universidad de Navarra, la doctora Arantza Campo. Así, en la actual evaluación se han expuesto “diversas situaciones clínicas en las que los residentes tenían que desarrollar una serie de competencias dirigidas a solventar realidades tipo la confección de una historia clínica, una exploración física, la interpretación de pruebas diagnósticas, habilidades de razonamiento clínico en la toma de decisiones y habilidades de comunicación, tanto escrita como oral, con el paciente o entre colegas”, describe la especialista.
Centro de Simulación
Las 15 pruebas se desarrollaron en el Centro de Simulación de la Facultad de Medicina de la Universidad de Navarra, dotado de maniquís de alta fidelidad capaces de reproducir las constantes fisiológicas de una persona, el estado de salud y de enfermedad, de reaccionar a la medicación y a diversas pruebas, además del equipamiento médico necesario. “De este modo, -subraya la doctora Campo-, podemos evaluar multitud de aspectos de la forma más objetiva posible, mediante un sistema denominado de rúbricas. En cada una de las estaciones recreadas se evalúan diferentes aspectos de esas competencias, lo que nos permite obtener una idea global de la formación que pretendemos conseguir en los residentes”.
La especialista destaca la ventaja de contar con un centro de simulación de última tecnología, “ya que nos ha facilitado la recreación de muchas situaciones clínicas de emergencia, anafilaxias o problemas cardiacos, entre otros. En definitiva, situaciones muy reales”, apunta.
La doctora Campo añade como una de las principales ventajas que ofrece el centro de simulación, “el hecho de que nos permite repetir, ensayar y entablar discusión con los residentes sobre cómo se han comportado, las sensaciones que han tenido o las dudas que se les han planteado. De este modo, se les puede formar muy bien”.
“Una autoevaluación” para los residentes
Belén Hernando es residente de 2º año en la especialidad de Anestesia en la Clínica Universidad de Navarra. Ella fue una de los 23 especialistas en formación que realizó recientemente la ECOE. Admite que “durante los cuatro años de residencia, el objetivo principal es formarnos como especialistas”. Sin embargo, reconoce que “no debemos olvidar que todos somos médicos y que por tanto, todos debemos adquirir unos conocimientos básicos comunes”. Por este motivo, considera que las pruebas prácticas de la ECOE, “constituyen una forma de autoevaluación personal que permiten conocer en qué nivel estamos de esos conocimientos y aprovechar los dos años que todavía nos quedan de residencia para alcanzar esos objetivos y, de este modo, llegar a ser muy buenos profesionales”.
A Juan Buades, médico residente de 2º año de la especialidad de Medicina Interna en la Clínica, este método de evaluación le ha parecido “muy interesante, ya que en un solo día hemos visto múltiples áreas, lo que nos sirve de refresco para repasar las aptitudes que debemos tener”. Además, añade que, según las carencias que se observen en los resultados de la evaluación, “podemos solicitar cursos de refuerzo para repasar esas aptitudes médicas que debemos tener y cuyas habilidades debemos repasar para consolidar estos conocimientos”.
En conjunto, el doctor Buades considera este método de evaluación “muy positivo como termómetro que refleja en qué punto estamos de esos conocimientos troncales para saber si realmente hemos adquirido esas competencias o tenemos carencias que debemos corregir”.