El futuro del tratamiento de las enfermedades cardiovasculares pasa por demostrar la eficacia de las terapias con células madre
El doctor Felipe Prósper, director del Área de Terapia Celular y co-director del Servicio de Hematología de la Clínica Universidad de Navarra, glosó la evolución de las investigaciones en este campo durante el simposio "Mirando al futuro" del 50º aniversario de la Clínica Universidad de Navarra.
17 de marzo de 2012
"Yo creo que el futuro es bueno. Pero pasa por demostrar en ensayos clínicos con objetivos complejos -como es la supervivencia de los pacientes-, que las terapias con células madre son eficaces en las enfermedades cardiovasculares". Son palabras del doctor Felipe Prósper, director del Área de Terapia Celular y co-director del Servicio de Hematología de la Clínica Universidad de Navarra, respecto al tratamiento con células madre de la primera causa de muerte en el mundo desarrollado: las enfermedades del corazón.
Como explica el especialista de la Clínica Universidad de Navarra, las primeras hipótesis en el tratamiento de las enfermedades cardiovasculares con células madre, hace 15 años, aventuraban que la implantación de estas células en el corazón podrían regenerar el tejido dañado. "Pero después de todos estos años y a pesar de que hemos visto que hay células que tienen capacidad para contribuir a mejorar la función cardíaca, vemos con cierto escepticismo esa capacidad de regenerar", afirma. Sin embargo, sí que se ha demostrado que estas células son muy beneficiosas por mecanismo indirectos favoreciendo "los procesos de remodelado, la prevención de la inflamación, las mejoras de la cicatrización, e incluso en la estimulación de las propias células endógenas del corazón para que ejerzan un papel regenerador local".
Prósper ha participado hoy en el simposio "Mirando al futuro", organizado por la Clínica Universidad de Navarra con motivo de su 50º aniversario, con una conferencia titulada "Terapia celular en el tratamiento de insuficiencia cardíaca: una aproximación traslacional" en la que repasó las investigaciones en terapia celular de las dolencias cardiovasculares, tanto desde el punto de vista clínico como preclínico, hasta llegar a las estrategias actuales.
El doctor Prósper investiga actualmente con terapias que combinen ingeniería y células, mediante la utilización de mallas de colágeno celularizadas que faciliten la regeneración de tejidos. Otra de las líneas de estudio se basa en la utilización de nanotecnologías con partículas cargadas con factores de crecimiento que permitan la liberación de factores de crecimiento de forma controlada, contribuyendo a mejorar la función cardíaca.
Junto al doctor Prósper también participaron en una mesa redonda los especialistas Juan A. Bueren, de la División de Hematopoyesis y Terapia Génica del CIEMAT de Madrid, y Damián García Olmo, del Hospital Universitario La Paz de Madrid. Moderó las intervenciones el doctor Jesús Prieto Valtueña, Director Científico del Departamento de Medicina Interna director de la División de Hepatología y Terapia Génica del Centro para la Investigación Médica Aplicada (CIMA) de la Universidad de Navarra y coordinador del Centro de Investigación Biomédica en Red de Enfermedades Hepáticas y Digestivas (CIBER-EHD).
Cautela y optimismo
Felipe Prósper apela a un futuro de estrategias múltiples -ingeniería, terapia génica y terapia celular combinada- frente al excesivo optimismo que se ha generado en los últimos años con la utilización de células madre. En el caso de las enfermedades cardíacas se han realizado estudios en pacientes con infarto agudo de miocardio así como con insuficiencia cardiaca secundaria a un infarto antiguo, utilizando células madre obtenidas de la médula ósea o del músculo esquelético, incluyendo la realización de estudios en los que se ha comprado el tratamiento estándar con el trasplante de células madre.
Los resultados de dichos estudios son lo suficientemente alentadores como para desarrollar nuevos estudios más ambiciosos en los que finalmente determinar la eficacia de este tratamiento, aunque en ningún caso podemos afirmar que su eficacia haya sido demostrada frente a los tratamientos estándar, asegura el especialista de la Clínica Universidad de Navarra.
"En los últimos años años -explica el doctor Prósper- se ha investigado mucho con células madre. Pero no diría que se han mejorado mucho los tratamientos, básicamente porque todavía no se ha demostrado que sean eficaces. Hay evidencias de que sí puedan serlo en algunas situaciones, aunque hay que ver exactamente en cuáles, administradas de qué manera, cuántas células hay que dar... Hay que resolver muchas preguntas concretas todavía".