Dra. Gema Frühbeck: “El IMC no es el único factor que se debe tener en cuenta para el diagnóstico de la obesidad”
La Clínica Universidad de Navarra participa en un estudio internacional que defiende que también se debe considerar la distribución de la grasa corporal para tratar a los pacientes con obesidad
15 de julio de 2024
La obesidad es una enfermedad crónica que afecta al 20% de la población española. Se trata de un trastorno metabólico que puede asociarse a una serie de comorbilidades como hipertensión arterial, problemas vasculares o diabetes tipo 2.
Tradicionalmente, los especialistas han recurrido, entre otros métodos, al Índice de Masa Corporal (IMC) para diagnosticarla, una medida que se calcula dividiendo el peso en kilogramos de la persona entre su altura en metros cuadrados. Según la Organización Mundial de la Salud, si el resultado da un valor igual o superior a 30 se considera obesidad.
Sin embargo, un grupo de especialistas de la Asociación Europea para el Estudio de la Obesidad (EASO) ha indicado en un artículo publicado en la revista Nature Medicine que este factor no es lo único que se debe tener en cuenta. La Dra. Gema Frühbeck, codirectora del Área de Obesidad de la Clínica Universidad de Navarra, investigadora del CIBERBORN, ha participado directamente en este artículo y explica que “el IMC ha sido tradicionalmente una herramienta muy útil y económica para el diagnóstico de esta enfermedad. No obstante, si solo utilizamos este índice, se excluye a muchas personas que podrían beneficiarse de un tratamiento, porque no siempre es capaz de detectar casos de pacientes con excesiva grasa en una o varias partes del cuerpo”.
La Dra. Frühbeck añade que “como la obesidad es una enfermedad multifactorial y crónica, abogamos por tener en cuenta para su diagnóstico un componente antropométrico adicional: el cociente cintura-altura. Además, es importante contemplar otras posibles alteraciones que pueden ser funcionales, mecánicas, metabólicas o psicológicas que también deben ser tenidas en cuenta”.
El objetivo de los especialistas con este cambio en el diagnóstico de la enfermedad es ampliar el uso de medicamentos para la obesidad en pacientes con un IMC por encima de 25 kg/m2 y acompañado de un cociente cintura-altura igual o superior a 0,50 o alguna de las alteraciones antes mencionadas.