El irrintzi, un grito único a nivel acústico
La Clínica Universidad de Navarra realiza el primer estudio morfológico y acústico de este grito tradicional vasco capaz de alcanzar frecuencias e intensidades muy altas sin dañar las cuerdas vocales
6 de mayo de 2021
Una tesis doctoral realizada en la Clínica Universidad de Navarra por la Dra. Ana Martínez ha caracterizado por primera vez el irrintzi, un grito tradicional vasco. El estudio llevado a cabo en el Laboratorio de Voz ha descrito la morfología y el mecanismo fisiológico por el que se pueden producir estas variaciones de la voz y que puede ser aplicado en el tratamiento de algunos trastornos foniatricos.
Un total de 36 muestras de 12 irrintzilaris han sido estudiadas mediante un análisis acústico, endoscópico y radioscópico. “En el espectograma, la herramienta para objetivar el timbre de las voces, vemos que los irrintzis tienen un espectro armónico con una morfología diferente a la habitual, ya que vemos un dibujo que se asemeja a una M mayúscula en vez de los armónicos en lineas paralelas que observamos al analizar las vocales”, explica la Dra. Ana Martínez, autora de la tesis y foniatra.
“Este sonido se caracteriza por un volumen y frecuencia muy elevados que, en principio, pueden provocar patología vocal. Sin embargo, no la produce en las irrintzilaris”.
De hecho, una de las principales conclusiones de esta tesis es la seguridad y eficacia vocal del irrintzi. “Utiliza los recursos fonatorios, sobre todo las cavidades de resonancia, de manera muy eficiente, de tal forma que consigue frecuencias e intensidades altísimas sin daño para las cuerdas vocales o con muy poco esfuerzo”, añade el Dr. Secundino Fernández, especialista del Departamento de Otorrinolaringología de la Clínica, decano de la Facultad de Medicina y director de la tesis junto a la Dra. Arantza Campo, responsable del Departamento de Neumología.
Además, el equipo médico ha investigado mediante fibroscopia laríngea y radioescopia lateral las estructuras implicadas en el tracto vocal (laringe, mandíbula y lengua) para observar el movimiento de las cuerdas vocales, la posición de la lengua y la acción del esfínter ariepiglótico (pliegues y músculos de la parte superior de la laringe, justo encima de las cuerdas vocales).
“Son posiciones que favorecen elevar el volumen y la frecuencia de manera segura, estabilizando el aparato fonador, y que permiten ajustes rápidos para cambiar entre la a y la i. De tal manera que conseguimos una emisión muy exigente pero segura para el tracto vocal”, describe la Dra. Ana Martínez.
Entender su comportamiento permite una aplicación clínica en “el tratamiento logopédico de disfonías por sobreesfuerzo vocal (como nódulos, disfonía por tensión muscular, etc.) o para mejorar la técnica de canto, especialmente en sopranos líricas, o del volumen alto en profesiones como actores, profesores, locutores, etc.”, concluye el Dr. Secundino Fernández.