Entre el 25 y el 45% de los niños sufre trastornos del sueño de forma transitoria
Especialistas de la Clínica Universidad de Navarra y de la Asociación Navarra de Pediatría se reúnen para analizar las alteraciones del sueño en la población infantil
20 de mayo de 2016
Especialistas de distintas comunidades del norte de España se reunieron en la “I Jornada del SAHS infantil” organizada por la Clínica Universidad de Navarra en colaboración con la Asociación Navarra de Pediatría (ANPE), para tratar uno de los trastornos del sueño en niños. En general, entre un 25 y 45% de los menores sufren problemas de sueño transitorios.
En esta reunión científica, neumopediatras, otorrinolaringólogos, pediatras de Atención Primaria y neurofisiólogos han debatido sobre nuevos tratamientos y técnicas para solucionar el síndrome de la apnea-hipopnea del sueño (SAHS) en niños, un trastorno respiratorio con interrupciones repetidas de la respiración que produce alteraciones en el desarrollo normal del sueño. Afecta a personas de todas las edades y produce hipersomnolencia diurna, bajo rendimiento, trastorno de conducta y aprendizaje, alteraciones del crecimiento y enfermedad cardiovascular, entre otras.
Sin embargo, estas complicaciones pueden evitarse con un diagnóstico y tratamiento adecuados. Por eso, los especialistas se han centrado en la necesidad de una correcta evaluación para evitar consecuencias en el desarrollo de los niños afectados por esta enfermedad. “Es necesario mantener actualizados los conocimientos de una patología prevalente para poder contribuir a la formación continua, ya que la sufren entre un 2 y un 5% de los niños”, indica el Dr. Alzina, director del Departamento de Pediatría de la Clínica y coordinador de la jornada.
Abordaje multidisciplinar
En la reunión, los participantes han abordado aspectos de los trastornos del sueño desde diferentes especialidades para ofrecer una visión integral y avanzar hacia una actuación más coordinada. El doctor Valentín Alzina, director de Pediatría de la Clínica, realizó una introducción sobre los trastornos del sueño en la infancia y la Dra. Álvarez, hizo una valoración de la sospecha de trastorno del sueño del niño en Atención Primaria.
La doctora María Luz Alonso, neumóloga de la Unidad Multidisciplinar del Sueño del Complejo Asistencial de Burgos trató el abordaje diagnóstico y terapéutico del SAHS y su relación con la obesidad, mientras que la Dra. Elena Urrestarazu, especialista del Departamento de Neurofisiología de la Clínica, habló sobre la importancia de la prueba del sueño (polisomnografía) para conocer cómo es la calidad del sueño y si existen episodios anormales.
Por su parte, el doctor Peter Baptista, otorrinolaringólogo de la Clínica, fue el encargado de clausurar esta jornada y realizó una reflexión sobre el abordaje quirúrgico.
SAHS: una enfermedad poco diagnosticada
Los trastornos del sueño son muy frecuentes en niños y adolescentes y pueden tener repercusiones en el desarrollo físico (retraso del crecimiento), problemas de aprendizaje, trastornos de ansiedad, hiperactividad, impulsividad y agresividad así como patologías asociadas, anomalías cardiovasculares o tensión arterial, entre otras. De ahí la importancia de la creación de una Unidad del Sueño específica para tratar de forma temprana estas alteraciones de forma global y multidisciplinar.
Dentro de los trastornos del sueño, el síndrome de apnea-hipopnea del sueño (SAHS) en niños está asociado frecuentemente a la hipertrofia (agrandamiento) de amígdalas y vegetaciones. “También está muy relacionado con otras enfermedades, como la obesidad, Síndrome de Down (y otros síndromes malformativos), trastornos neuromusculares o encefalopatías”, asegura el Dr. Valentín Alzina.
“Las evidencias sobre las consecuencias clínicas del síndrome de la apnea-hipopnea durante el sueño pediátrico cada vez son más abrumadoras. Por eso la actitud expectante y conservadora frente a los trastornos respiratorios del sueño en la infancia no está justificada”, mantiene el especialista. “Su elevada prevalencia y sus consecuencias en la calidad de vida del niño y su entorno obligan a un diagnóstico y tratamiento temprano”, añade.
La importancia de un diagnóstico certero
Los estudios del sueño están destinados a conocer la estructura del sueño y la presencia de fenómenos anormales, como pueden ser apneas, movimientos anormales, sonambulismo, bruxismo (rechinar los dientes), terrores nocturnos e incluso crisis epilépticas que se producen durante la noche.
De ahí, que el diagnóstico sea una pieza clave a la hora de abordar un tratamiento óptimo. Para ello, además de los estudios mencionados que están acreditados por el Comité Español de Medicina del Sueño, los especialistas de la Unidad del Sueño de la Clínica llevan a cabo técnicas, tanto de conducta, técnicas quirúrgicas y farmacológicas, adaptadas a las características de cada paciente. “La labor conjunta de diversos especialistas como pediatras, neurólogos, neurofisiólogos, neumólogos o endocrinólogos es esencial para diseñar un tratamiento personalizado a cada paciente y lograr así los mejores resultados”, asegura el doctor.