Un nuevo dispositivo subcutáneo mide los niveles de glucosa en pacientes con diabetes mellitus sin necesidad de pincharse
Se trata de un sistema subcutáneo que los especialistas de Endocrinología de la Clínica Universidad de Navarra ya han comenzado a colocar en sus pacientes. El dispositivo lector permite su conexión a un ordenador para descargar y analizar los datos, lo mismo que las gráficas
14 de noviembre de 2014
Especialistas del Departamento de Endocrinología de la Clínica Universidad de Navarra han comenzado ya a implantar en pacientes con diabetes tipo 1 un nuevo dispositivo que permite medir de forma continua los niveles de glucosa, mediante un sensor subcutáneo. De este modo se evita que la persona diabética deba pincharse varias veces al día.
Así, la lectura de los niveles de glucosa en estos pacientes diabéticos se realiza a través de un sensor dotado de un filamento que se implanta bajo la piel, habitualmente en la parte posterior y superior del brazo, donde permanece un máximo de 14 días.
El nuevo sistema se denomina Freestyle Libre y está producido y comercializado (en España desde septiembre) por la multinacional Abbott.
Según explica el doctor Francisco Javier Escalada, endocrinólogo y especialista en Diabetes de la Clínica, este nuevo sistema de medición continua de la glucosa “obtiene los índices de glucosa del líquido que baña las células, que es el líquido intersticial. No es la glucosa en sangre, pero conviene saber que la glucosa se mueve de forma libre por todos los fluidos del organismo, por lo que también se encuentra fuera de la sangre y por lo tanto también en el líquido intersticial. Y guarda una estrecha relación con las concentraciones en sangre".
El doctor Escalada destaca, asimismo, que el nuevo dispositivo “añade la ventaja, respecto a modelos anteriores, de que el tiempo de medición es mucho mayor, con esos 14 días de medición continua” . Y subraya lo que supone todavía un beneficio más inmediato para las personas diabéticas “que evita que el paciente deba estar pinchándose de forma continua en el dedo para obtener gotas de sangre salvo para confirmar valores “raros”, cifras altas o bajas de glucemia”.
Transmisión inalámbrica y ventajas
El sensor que se implanta en el brazo del paciente es redondo, aproximadamente del tamaño de una moneda de dos euros, y mide la glucemia cuatro veces por minuto y realiza una media de esos índices. Para preservar la colocación del sensor en el brazo, se acompaña de una pequeña almohadilla adhesiva.
El sistema consta a su vez de un lector que, al pasarlo sobre el sensor, recibe los datos de las mediciones, transmitidos de forma inalámbrica. El sistema dispone de un software que permite visualizar en la pantalla del lector los índices de glucosa del paciente. El programa informático presenta además una gráfica comparativa de la tendencia con las lecturas anteriores y tiene capacidad para almacenar los datos durante 90 días.
“Cada análisis muestra un resultado de glucosa en tiempo real, una tendencia histórica y la tendencia de la glucosa en sangre. Ofrece una visualización directa de los niveles de glucosa en cualquier momento que el paciente quiera conocerlos”, detalla el especialista.
El dispositivo lector permite su conexión a un ordenador para descargar las mediciones y analizarlas, lo mismo que las gráficas.
Además de las ya descritas, otra de las ventajas que ofrece este nuevo sistema es que presenta una forma de colocación muy sencilla, mediante un kit que permite que el propio paciente pueda colocárselo en el brazo. El paciente “encaja” el sensor en la piel ejerciendo una ligera presión de forma que quedará adherido gracias a la almohadilla adhesiva.
El endocrinólogo de la Clínica advierte que el dispositivo “resulta especialmente beneficioso para pacientes con tratamientos complejos, como aquellos que deben administrarse insulina lenta y/o rápida, como los de diabetes tipo 1, y algunos de los de diabetes tipo 2 que ya tienen que inyectarse insulina”. La indicación inicial del sistema es para pacientes mayores de 18 años, aunque está prevista su aplicación en otros pacientes en cuanto finalicen los estudios en curso.
Testimonio de paciente
Neira Sáinz (Villafranca 1979) es bióloga, investigadora de la Universidad de Navarra y padece diabetes tipo 1 desde los 7 años. Como todos los pacientes diabéticos insulinodependientes, necesita medir sus niveles de glucemia en sangre para evitar hiperglucemias o hipoglucemias.
Hasta ahora, lo hacía mediante un pinchazo en el dedo. Sin embargo, desde hace 15 días utiliza un nuevo dispositivo que le aporta toda la información que necesita en cualquier momento sin necesidad de extraer sangre. "Me mido la glucemia 30 veces al día, también podría hacerlo en el dedo, pero no es lo mismo causarte 30 heridas todos los días. Este escáner te da todos los valores de glucemia durante todo el día, te los saca en una gráfica y es muy informativo", asegura Neira.
La colocación de este nuevo dispositivo tiene una implicación muy directa en la vida cotidiana de la paciente quien desde que cuenta con el sensor ha comprobado, por ejemplo, que “por la noche estoy con hipoglucemia, sobre todo si voy al gimnasio, antes no sabía que no estaba con hipoglucemia a no ser que me despertase por sus síntomas o me pusiera el despertador para controlar”.
Este escáner, al ofrecer los valores de glucemia durante todo el día, “resulta muy informativo porque ves todos los picos de cada comida que has hecho”, ejemplifica la paciente. “Puedes observar el pico que te producen los guisantes, que no es lo mismo que el que te produce un plato de pasta”, advierte. “Ahora soy consciente en cada momento de cómo estoy”, aduce. Y el paciente lo puede corregir fácilmente administrándose más o menos dosis de insulina. Su reto actual: conseguir que la sanidad pública financie este sistema para los diabéticos, “ya que a la SS le supondría menos dinero que las tiras reactivas convencionales”.