La obesidad y el hígado graso con inflamación incrementan el riesgo de contraer la COVID-19

La Clínica Universidad de Navarra participa en un estudio, publicado en la revista Journal of Hepatology, que ha identificado en estos pacientes una sobreexpresión de dos proteínas que incrementan su susceptibilidad de infección por el virus SARS CoV-2
 

Imagen del equipo investigador de la Clínica Universidad de Navarra en el estudio de obesidad e hígado graso en relación al COVID-19.
De izq. a dcha.: los Dres. Amaia Rodríguez, Javier Escalada, Gema Frühbeck y Víctor Valentí, del Áera de Obesidad.

21 de octubre de 2020

Un estudio en el que participa la Clínica Universidad de Navarra ha comprobado que los pacientes con obesidad y esteatohepatitis no alcohólica presentan un mayor riesgo de desarrollar COVID-19. Los resultados de esta investigación, liderada por investigadores del CIMUS y CIC bioGUNE, han sido publicados en la revista internacional Journal of Hepatology

La COVID-19 implica la actuación de dos proteínas, la ACE-2 (receptor celular del virus) y la TMPRSS2 (una molécula que facilita la unión de las membranas del virus y la célula), en la entrada del virus en el organismo. Dos proteínas que en este estudio se han encontrado sobreexpresadas en estos pacientes con obesidad e hígado graso con inflamación. “Estos pacientes presentan, por lo tanto, una maquinaria de entrada del virus muy eficaz, aumentando su vulnerabilidad en caso de infección”, aseguran los doctores Rubén Nogueiras, del CIMUS, y Malu Martínez Chantar, del CIC bioGUNE.

El trabajo multicéntrico ha contado con 94 pacientes con obesidad mórbida sin COVID-19 sometidos a cirugía bariátrica en la Clínica y en el Hospital Universitario Marqués de Valdecilla (Santander), a quienes se les había tomado una biopsia hepática durante la intervención. Tras el diagnóstico del grado de lesión hepática, una muestra da cada paciente ha sido analizada en el Departamento de Fisiología del Centro Singular de Investigación Molecular y Enfermedades Crónicas (CIMUS) de Santiago de Compostela para estudiar la implicación de estas proteínas en la entrada del SARS CoV-2.

“El Departamento de Endocrinología y Nutrición de la Clínica ha reclutado 50 pacientes con obesidad mórbida en los que se ha realizado un diagnóstico clínico completo que incluyó la exploración física, análisis de la composición corporal, evaluación de alteraciones metabólicas y el estudio de la función hepática, mediante ecografía de ultrasonidos y diagnóstico de hígado graso no alcohólico en biopsias hepáticas”, explica la Dra. Gema Frühbeck, codirectora del Área de Obesidad de la Clínica e investigadora del CIBEROBN.

“Además, el Departamento de Cirugía General y Digestiva de la Clínica ha sido el responsable de la obtención de las biopsias de hígado durante las cirugías bariátricas por laparoscopia de los pacientes con obesidad mórbida”, añade la Dra. Amaia Rodríguez, especialista del Laboratorio de Investigación Metabólica. 

En este mismo estudio se ha identificado que esta maquinaria de entrada del virus no está elevada en pacientes con obesidad y esteatosis (un estadio más leve que la esteatohepatitis) ni en pacientes con obesidad y diabetes tipo 2.

Obesidad, factor de riesgo para el desarrollo de COVID-19 severo

Datos recientes de la Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad, apuntan a que el 80% de los pacientes con forma grave de infección por COVID-19 tiene obesidad. Además, dentro del amplio espectro de síntomas provocados por el coronavirus, un porcentaje considerable de pacientes presentan algún tipo de fallo hepático.

“La prevalencia de esteatohepatitis (caracterizada por la acumulación de grasa, inflamación y fibrosis hepática) en la población general es del 3%, pero en los pacientes con obesidad mórbida se eleva a porcentajes que oscilan entre el 25-70%. La cirugía bariátrica representa un tratamiento eficaz de la pérdida de peso a largo plazo en los pacientes con obesidad mórbida.

Asimismo, la cirugía bariátrica disminuye la incidencia de esteatosis hepática y esteatohepatitis no alcohólica en estos pacientes, hecho que contribuiría a reducir la susceptibilidad de estos individuos al desarrollo de formas severas de COVID-19”, concluyen las especialistas de la Clínica.

El trabajo ha sido dirigido por Rubén Nogueiras del Centro Singular de Investigación en Medicina Molecular y Enfermedades Crónicas (CIMUS-CIBEROBN) y Malu Martínez Chantar del laboratorio de Liver Disease del CIC bioGUNE y el  CIBER de Enfermedades Hepáticas y Digestivas (CIBEREHD), junto a Javier Crespo, investigador del Hospital Universitario Marqués de Valdecilla/IDIVAL y del CIBEREHD; y Víctor Valentí, Javier Escalada, Amaia Rodríguez y Gema Frühbeck de la Clínica, el CIBEROBN y un consorcio de investigadores internacionales.