La pandemia ha afectado más de lo previsto a la salud mental de niños y adolescentes
Los resultados de los primeros estudios, como explican expertas de la Clínica Universidad de Navarra, han mostrado un incremento significativo de casos de ansiedad, depresión y trastornos alimenticios
8 de octubre de 2021
La prevalencia de niños y adolescentes con ansiedad o depresión, el absentismo escolar y los trastornos alimenticios se han incrementado durante la pandemia por Covid-19. Así se está observando en los resultados de los primeros estudios que, como apuntan expertas de la Unidad de Psiquiatría Infantil y Adolescente de la Clínica Universidad de Navarra, son más preocupantes de lo que se preveía.
“Ha habido aspectos que se han manifestado como preveíamos, por ejemplo, los adolescentes se han visto más afectados que los niños o las mujeres más que los hombres, pero los estudios están mostrando unos números más preocupantes.
Por ejemplo, la prevalencia de la depresión se ha multiplicado por cuatro o preocupa el incremento en las urgencias de casos de autolesiones no suicidas o sobreingestas”, explica la Dra. Azucena Díez, directora de la Unidad de Unidad de Psiquiatría Infantil y Adolescente.
Aunque al principio se atribuía al confinamiento y al aislamiento social, se ha visto que los niños más afectados han sido aquellos que vivían en lugares donde había una mayor incidencia por Covid-19, tenían una mayor exposición a los medios de comunicación, hacían un uso elevado de las redes sociales y tenían un familiar que trabajaba en primera línea.
Con el comienzo de las clases también se ha agudizado la ansiedad social. “Son aquellos niños que eran felices en el confinamiento y que, a la vuelta al colegio, han mostrado una mayor sintomatología de ansiedad, de dificultades para relacionarse, etc. Para ellos el confinamiento fue una burbuja y volver a incorporarse a las actividades ha sido muy difícil”, apunta la Dra. Cristina Vidal, psicóloga clínica de la Unidad.
Trastornos de la conducta alimentaria
Este empeoramiento de la salud mental no se ha visto solo en un aumento de las consultas, sino también en la hospitalización. “Desde la pandemia, se han producido retrasos en el diagnóstico, debido tanto a la saturación de los centros, como al miedo al contagio y las restricciones propias de la pandemia.
La consecuencia es un peor pronóstico a largo plazo y una mayor cantidad de hospitalizaciones en psiquiatría . A día de hoy, la media de pacientes ingresados se ha triplicado en nuestra unidad”, indica la Dra. Díez.
Este tipo de trastornos se generan sobre todo en personas jóvenes con un nivel de autoexigencia muy elevado, y a las que el confinamiento les ha supuesto un freno en su ritmo de vida.
Las rutinas y la comunicación, claves para la prevención
El abuso de redes sociales y la excesiva exposición a medios de comunicación ha generado una sobre estimulación en niños y jóvenes, por lo que establecer límites y hábitos saludables es indispensable para prevenir la aparición de estas patologías. Las expertas recuerdan que el planteamiento de una rutina ordenada en el día a día les ayudará a desarrollar el proyecto vital en el que se encuentran de forma mucho más sencilla.
“Para ello, es importante limitar el uso de redes sociales y crear nuevos patrones, en los que una buena comunicación resulta vital para gestionar las emociones de manera saludable. Aceptar sus sentimientos, escucharlos y pedir ayuda, en caso de ser necesario, son las pautas para un diagnóstico a tiempo”, detalla la Dra. Cristina Vidal.
Depresión en personas de edad avanzada
Otro de los grupos de edad que más se han visto afectados por la pandemia han sido las personas mayores, afectados especialmente por la depresión.
“Conocemos el impacto que ha tenido en la soledad, en la privación de relaciones sociales y familiares, cambios de rol, deterioro físico por inactividad. También el temor a contagiarse o contagiar a los más cercanos, la pérdida de seres queridos en las condiciones de aislamiento que se han producido, el deterioro en el seguimiento de las enfermedades crónicas ha hecho que los que nos dedicamos a la atención de estos pacientes hayamos visto personas que directa o indirectamente han desarrollado un cuadro depresivo por estos motivos”, explica el Dr. Jorge Pla, psiquiatra de la Clínica.
Por ello, es importante que ahora que la situación ha mejorado podamos “poner en marcha actividades sociales y deportivas, fomentar la sociabilidad y cuidar, como siempre, la dieta y las enfermedades de base para procurar una mejora personal de nuestros mayores”.