Combinar las técnicas de PET y Resonancia Magnética aporta mayor precisión al diagnóstico del cáncer de próstata
Especialistas de Medicina Nuclear de la Clínica Universidad de Navarra plantean por primera vez la suma de ambos procedimientos en pacientes de difícil diagnóstico para conseguir ofrecer el mejor tratamiento
1 de febrero de 2016
La combinación del PET-11C-Colina y la Resonancia Magnética Multiparamétrica aporta una alta fiabilidad en el diagnóstico del cáncer de próstata, según los resultados de un estudio de investigación desarrollado por especialistas de la Clínica Universidad de Navarra.
El trabajo, que ha sido recientemente publicado en la revista científica The Prostate, continúa actualmente en una segunda fase en colaboración con el Complejo Hospitalario de Navarra.
Se trata de la primera vez que se utilizan ambos procedimientos diagnósticos para la detección y caracterización del tumor primario de próstata, con el fin de mejorar el conocimiento de la enfermedad y ofrecer el planteamiento terapéutico más acertado.
La investigación ha sido llevada a cabo por especialistas del Departamento de Medicina Nuclear de la Clínica en colaboración con facultativos de Urología, de Anatomía Patológica y de Radiología del mismo centro hospitalario.
El objetivo del estudio se ha centrado en “demostrar que ambas técnicas, utilizadas de manera conjunta, antes de la cirugía, pueden definir la localización del tumor, así como la presencia de diferentes focos tumorales e, incluso, pueden aportar un parámetro cuantitativo para localizar la lesión Index o lesión tumoral de mayor tamaño de las que pudiera tener ese paciente”, describe el Dr. José Ángel Richter, director del Servicio de Medicina Nuclear de la Clínica.
Del análisis de 21 pacientes con biopsia positiva de cáncer de próstata, los especialistas han comprobado, por primera vez, que la conjunción de ambos procedimientos de diagnóstico por imagen –PET (Tomografía por Emisión de Positrones) y Resonancia Magnética- demuestran “con un índice de seguridad muy elevado” no sólo la detección del tumor de próstata sino también la existencia de más focos tumorales si los hubiese, así como la identificación de la lesión principal.
Con la segunda parte de este estudio de investigación que se desarrolla en la actualidad en 20 pacientes del Complejo Hospitalario de Navarra “se pretende ampliar estadísticamente los resultados de la primera y establecer así conclusiones más definitivas”, apunta el especialista.
Para pacientes de difícil diagnóstico
Según advierte el Dr. Pascual del Departamento de Urología, la identificación de un posible tumor de próstata se realiza mediante la determinación del PSA en sangre, tacto rectal y toma de biopsias dirigidas mediante ecografía transrectal, de forma aleatoria (en sextante), también llamada biopsia intuitiva, y que en ocasiones no resulta resolutiva al no disponer de estudios complementarios que definan con mayor precisión el/los posibles focos tumorales. De ahí que pueda existir una zona de lesión tumoral más importante clinicamente que no se haya detectado”.
Por ese motivo la combinación de Resonancia Magnética y PET permite observar la totalidad de la lesión tumoral, “de modo que, en conjunto, ambas técnicas aporten una alta fiabilidad y precisión diagnóstica”, indica.
A partir de los resultados obtenidos, los especialistas recomiendan la utilización de ambas técnicas en pacientes que presenten un difícil diagnóstico o caracterización de la lesión antes de la cirugía.