Dra. Mónica Riaza: “El protocolo piel con piel tras un nacimiento mejora el apego, pero exige vigilancia”
La Unidad de Neonatología y Maternofetal de la Clínica Universidad de Navarra ha diseñado un plan para evitar contratiempos que se pueden llegar a producir durante los primeros momentos de vida del bebé
31 de julio de 2024
El contacto piel con piel es una técnica que consiste en situar al recién nacido en el pecho o abdomen de la madre desde el momento del nacimiento y por un periodo que puede alcanzar las dos horas o hasta que la madre lo desee. Se trata de un procedimiento que produce muchos beneficios para ambos y que se lleva a cabo siempre y cuando el bebé no necesite atención médica después del parto.
La Clínica Universidad de Navarra ha diseñado un protocolo para garantizar que las madres puedan llevar a cabo esta técnica con las condiciones más adecuadas de seguridad y confort tanto para ellas como para sus hijos.
La Dra. Mónica Riaza, responsable de la UCI Pediátrica y Neonatal de la Clínica Universidad de Navarra, explica que “el piel con piel contribuye al apego y proporciona múltiples beneficios, como la regulación del ritmo cardiaco y la respiración del bebé. También ayuda en el control de la temperatura y a que el recién nacido reconozca el pecho de su madre para establecer el enganche e inicio de succión”.
Para ello, la Dra. Riaza añade que “es importante que la madre esté en una situación cómoda e incorporada unos 40-45º, y que coloque al bebé con la cabeza de lado, evitando que la boca y la nariz se obstruyan mientras está sobre su madre. Además, recomendamos no prestar atención a teléfonos móviles u otros dispositivos, ya que puede interferir con el cuidado que hay que mantener durante el contacto piel con piel para que sea seguro”.
El protocolo de la Unidad de Neonatología y Maternofetal de la Clínica incluye una estrecha vigilancia al bebé por parte de los profesionales sanitarios, que realizan valoraciones intermitentes y regulares para comprobar la respiración o la coloración de la piel del bebé. “Aunque es infrecuente, a veces se producen complicaciones durante el piel con piel sin que la ciencia haya podido confirmar a qué se deben. Por eso, es importante estar pendiente constantemente ante cualquier circunstancia que pueda acontecer”, explica la Dra. Riaza.
Además, esta especialista añade que “en caso de que la madre esté cansada o adormilada, el padre puede realizar el mismo procedimiento. Lo más importante es realizar esta práctica de forma totalmente segura y garantizar que la madre y el bebé siempre estén acompañados”.