La salud mental de niños y adolescentes ha empeorado en las dos últimas décadas, según una especialista de la Clínica Universidad de Navarra
La Dra. Azucena Díez, responsable de la nueva Unidad de Hospitalización Psiquiátrica Infantil y Adolescente, señala también la disminución del estigma negativo de esta especialidad psiquiátrica. Preocupa el aumento de conductas suicidas, lo que requiere el esfuerzo de las administraciones, los profesionales y la sociedad.
10 de octubre de 2022
“En las dos últimas décadas hay una tendencia de que la salud mental es cada vez peor entre los niños y, en especial, entre los adolescentes”, afirma la Dra. Azucena Díez, responsable de la nueva Unidad de Hospitalización Psiquiátrica Infantil y Adolescente de la Clínica Universidad de Navarra, con motivo de la celebración del Día Mundial de la Salud Mental.
Esta especialista en Psiquiatría Infantil y de la Adolescencia y en Pediatría justifica esta afirmación en que “hay más consultas en pediatría y en atención primaria relacionadas con problemáticas de salud mental, se deriva a más pacientes a los especialistas y el número de camas disponibles para hospitalización de menores presenta una demanda creciente”.
La Dra. Díez explica que “efectivamente, los jóvenes tienen peor salud mental” pero matiza que “en gran parte los síntomas de la salud mental se reconocen como tales porque se conoce mejor que hay soluciones. Afortunadamente el estigma de la psiquiatría infantil va disminuyendo, y ahora se atiende más a estos pacientes”.
La especialista llama la atención sobre el fenómeno del suicidio en menores de 15 años de edad, creciente en los últimos años en España: “Además, la ideación suicida es el motivo de consulta más frecuente en los que acuden a servicios de Urgencias por cuestiones relacionadas con salud mental”.
“Los jóvenes de entre 15 y 29 años presentan treinta veces más tentativas y más conductas suicidas que las personas de más de 30 años”, indica la Dra. Díez, que califica la cuestión del suicidio en adolescentes como “un problema de salud pública”.
La Dra. Azucena Díez pide “un plan nacional de prevención del suicidio, que ayude a desarrollar los planes de cada comunidad autónoma, optimizando los recursos disponibles” para conseguir así el objetivo de “atender a los niños y adolescentes, para que puedan ser curados, incluyendo también todas las medidas de prevención del suicidio”. La Dra. Díez anima también a “aunar esfuerzos entre equipos médicos de atención primaria, otras especialidades médicas, centros de salud mental y organizaciones sociales”.
Nueva Unidad de Hospitalización Psiquiátrica Infantil y Adolescente
La Dra. Azucena Díez es responsable de la nueva Unidad de Hospitalización Psiquiátrica Infantil y Adolescente puesta en marcha por la Clínica Universidad de Navarra para la atención de pacientes menores de edad y cuyo tratamiento requiera un ingreso hospitalario por la gravedad de sus síntomas. La Unidad recoge la amplia experiencia del Departamento de Psiquiatría y Psicología Clínica con los pacientes más jóvenes.
Según su responsable, se atenderá a menores –en su mayoría adolescentes- con riesgo de suicidio y en el contexto de episodios depresivos, así como pacientes con enfermedades mentales graves como trastorno bipolar, psicosis y esquizofrenia. La nueva Unidad de Hospitalización también se encargará de los ingresos por trastornos de conducta alimentaria, “principalmente, pacientes de anorexia nerviosa, que requieren un tratamiento multidisciplinar por su situación de desnutrición”, así como niños y adolescentes que presentan trastornos del neurodesarrollo.
La Unidad parte en su inicio de cuatro habitaciones para los ingresos –podrían ser hasta ocho- y un espacio diferenciado en el que según la Dra. Díez habrá “atención de pedagogía hospitalaria, terapia ocupacional, terapias psicológicas individuales y en grupo” y otras actividades como “cine fórum, ejercicio físico y talleres de relajación, de autoestima, de hábitos de vida o de uso responsable de internet y redes sociales”.
Por otra parte, su responsable explica que “todo el personal va a estar formado en escalada verbal, para saber tratar al paciente que se agita o se pone agresivo. Es un entrenamiento específico para controlar esa situación y evitar así medidas que puedan ser más incómodas”.