Screening, dieta y ejercicio, claves para la prevención de cáncer de mama
La obesidad no solo es un factor de riesgo para desarrollar este tumor, sino que también aumenta las posibilidades de metástasis y de mortalidad una vez diagnosticado
16 de octubre de 2018
Un plan de cribado y una vida saludable son fundamentales para prevenir la aparición del cáncer de mama. Así se ha explicado en el ‘Taller de autoexploración y prevención del cáncer de mama’ desarrollado esta mañana en la Clínica Universidad de Navarra en Pamplona. Dirigido por las Dras. Natalia Rodríguez-Spiteri y Begoña Olartecoechea junto a la enfermera María José Zubillaga, especialistas del Área de Patología Mamaria, el evento ha contado con la participación de más de 20 mujeres. Unas asistentes que han aprendido las técnicas de autoexploración de mano de la enfermera del área.
El cáncer de mama es el tumor más frecuente entre la población femenina española con más de 26.000 casos el pasado año. Unas tasas que ponen el foco en la importancia de la prevención donde el screening, la dieta y el ejercicio juegan un papel clave. “Hay factores como el sexo, la edad, la raza o la genética en los que poco podemos influir, sin embargo otros son modificables”, reconoce la Dra. Rodríguez-Spiteria.
En concreto, la obesidad ha demostrado ser un riesgo tanto para desarrollar el cáncer de mama como durante su tratamiento. Es por ello que las dietas hipercalóricas y ricas en grasas saturadas están desaconsejadas. “Se sabe que aquellas pacientes que durante el cáncer mantienen su peso tienen menos posibilidad de tener metástasis y de fallecer por cáncer de mama. Por lo que hay que intentar que el índice de masa corporal sea el adecuado”, aconseja.
Una dieta mediterránea, rica en fruta, verduras y legumbres, junto a ejercicio diario, de al menos 30 minutos, son las principales recomendaciones de las especialistas. “En general, hasta el 25% de los tumores se podrían evitar con un estilo de vida saludable”.
Falsos mitos
La enfermedad oncológica lleva consigo dudas y miedos que, en ocasiones, desencadenan creencias que no están demostradas científicamente. Por ello, uno de los puntos donde las doctoras han incidido ha sido en despejar falsos mitos. Pese a lo que se pueda creer, el tabaco, la polución, los implantes de silicona, el estrés o la radiación de la mamografía no aumentan el riesgo de padecer cáncer de mama.
“Otro ejemplo es la utilización de sujetadores de aro. Es verdad que en algunas pacientes la mama se queda más sensible, por lo que por su comodidad prefieren no utilizarlos, pero no porque sea malo para el pecho”, explica la Dra. Olartecoechea. O uno de los más extendidos, el uso del desodorante que tampoco es perjudicial.
“Cuando se hace una mamografía se pide que no se use desodorante ya que algunos tienen partículas de calcio que se depositan en la piel y pueden inducir a error al radiólogo. Pero no es que sea malo sino que para no obtener una imagen falsa, se pide que ese día se evite su empleo”, destaca.