Señales y síntomas de parto
Algunas mujeres identifican perfectamente las señales de parto; otras no lo tienen tan claro.
Estos son algunos de los síntomas que puede notar antes del parto.
Encajamiento o descenso del bebé:
El bebé puede descender a la pelvis semanas u horas antes del parto. Como ahora el útero oprime más la vejiga, puede que tenga que ir al baño más a menudo.
Expulsión del tapón mucoso:
Una pequeña cantidad de moco espeso ha mantenido sellado el cuello del útero durante los últimos nueve meses. Cuando el cuello del útero comienza a dilatarse, puede expulsar ese moco (un flujo espeso, blanquecino, rosado o sanguinolento).
El parto puede comenzar inmediatamente después de la expulsión del tapón mucoso o bien entre una y dos semanas después.
En cualquier caso, si nota algo más que unas pocas manchas de sangre, debe llamar inmediatamente al médico, ya que puede ser signo de complicación.
Contracciones
Cada mujer siente las contracciones de manera diferente, e incluso la misma mujer puede sentirlas de forma distinta en cada embarazo. Durante las contracciones del parto, el abdomen se endurece. Entre contracciones, el útero se relaja y el vientre vuelve a estar más blando.
En general, las contracciones del parto empiezan con un dolor sordo en la espalda y el bajo abdomen y una sensación de opresión en la pelvis. Algunas mujeres las describen como parecidas a los dolores de la menstruación (si bien más intensas). Al contrario que las contracciones de Braxton Hicks –llamadas de falso parto—el dolor de las auténticas contracciones del parto no cede al cambiar de postura o de actividad.
Rotura de aguas
La rotura de la bolsa amniótica (membrana que contiene el líquido que rodea al bebé durante el embarazo) puede producir una expulsión brusca de líquido o una salida más suave y gradual del mismo (como un chorro continuado).
Dos primeras recomendaciones cuando eso se produzca: anota la hora en que “rompe aguas” y el aspecto del líquido expulsado (lo normal es que sea inodoro y de color claro o pajizo) y llame enseguida al médico para el traslado al hospital.
La mayoría de las mujeres empiezan a tener contracciones regulares antes de romper aguas, pero en algunos casos la rotura se produce antes que éstas. Cuando eso sucede, el parto suele desencadenarse rápidamente.
Si las contracciones no se producen por sí solas en un determinado periodo de tiempo, pueden inducirle el parto, ya que el bebé corre más riesgo de infección al no contar con la protección que le proporcionaba la bolsa amniótica.
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