Consejos para estimular la memoria

Las características principales de la pérdida de memoria son dificultad para encontrar la palabra adecuada durante el discurso cotidiano, problemas a la hora de orientarse en la calle o inconvenientes para narrar el argumento de un libro o una película. 

Las quejas por pérdida de memoria se producen con cierta frecuencia, dentro y fuera de la consulta médica. Es un síntoma que, al estar asociado a enfermedades como el Alzheimer y otros tipos de demencias (siendo la más frecuente la demencia frontotemporal), genera inquietud entre la población. Sin embargo, el 35% los casos de olvidos se podrían prevenir mediante el abordaje de nueve factores de riesgo relacionados con nuestro estilo de vida.  

Los factores de riesgo que podemos controlar y modificar para un mejor rendimiento cognitivo son: la hipertensión arterial, la diabetes, la obesidad, el consumo de tabaco y alcohol, el sedentarismo, la depresión, la inactividad cognitiva, la hipoacusia o sordera y el aislamiento social.

Imagen de la Dra. Genoveva Montoya, neuropsicóloga del departamento de Neurología de la Clínica Universidad de Navarra

"El cerebro es un músculo que se puede y se debe ejercitar. La genética es un factor más, pero no es inherente a estas enfermedades: hay personas que no tienen antecedentes y debutan con demencias de este estilo, y al revés".

DRA. GENOVEVA MONTOYA
Neuropsicóloga
Departamento de Neurología

Cómo mejorar la memoria

Cada vez hay más estudios que demuestran que un ejercicio moderado o intenso reduce el riesgo de demencia, pero también de otras enfermedades neurodegenerativas. Es muy importante llevar una vida activa, tanto física como cognitivamente.

  1. Llevar una alimentación rica en proteína, fibra y omega 3. También anima a reducir el consumo de azúcares, alimentos ultra-procesados y grasas saturadas.
  2. Realizar entre 3 y 5 horas de ejercicio físico a la semana. 
  3. Cuidar el descanso: durante la noche se produce gran parte del proceso de codificación y procesamiento de la información que adquirimos durante el día. Es importante controlar las apneas, eliminar los ruidos y reducir el uso de pantallas antes de dormir.  
  4. Tener una rutina. Establecer y seguir un horario ayuda a recordar las tareas y responsabilidades del día a día. Además, se sugiere reservar un tiempo para la vida social y familiar.  
  5. Evitar el multitasking: emprender muchas tareas a la vez pone a nuestro cuerpo en un constante estado de alerta que favorece la aparición de fallos cognitivos.  
  6. Reducir el estrés: está relacionado con el punto anterior, pero también incluye realizar actividades que favorezcan los estados de relajación, como la meditación, los paseos contemplando la naturaleza o quedar con amigos, así como buscar algún hobbie para su tiempo libre que le mantenga activo. 
  7. Realizar actividades que supongan un reto: aprender un nuevo idioma, leer todos los días un rato, disfrutar de juegos de mesa, realizar manualidades, hacer crucigramas que ejerciten el pensamiento, probar una nueva receta de cocina, entre otras. Lo fundamental es incrementar la dificultad de forma progresiva y salir de las zonas de confort.  
  8. Ser proactivos si nuestra memoria comienza a fallar: escribir a mano, asociar fotos o recortes con experiencias vividas, y vincular nuevas vivencias con situaciones pasadas son estrategias útiles para fortalecer la memoria. Utilizar recordatorios visuales como carteles, agendas o calendarios ayuda a organizar las tareas pendientes, mientras que los códigos de color y las reglas mnemotécnicas facilitan recordar y reconectar con la información importante.  
  9. Tener un propósito vital: vivir con sentido es un bálsamo terapéutico que ayuda a prevenir cualquier deterioro físico o mental. En japonés se llama “ikigai”, y es uno de los factores que tienen en común las cinco “zonas azules” del mundo: aquellas regiones en las que existe una mayor concentración de mujeres y hombres centenarios con una salud excepcional.  

Para un completo abordaje de estas enfermedades, el departamento de Neurología cuenta con la Unidad de Cognición y Conducta que ofrece asesoramiento para personas que desean recuperar o mantener el rendimiento cognitivo.

Cuenta con una dilatada experiencia en el diagnóstico y el tratamiento multidisciplinar de las enfermedades neurológicas.

Unidad de Cognición y Conducta

Disponemos de tecnología puntera, ofreciendo un diagnóstico preciso gracias a la RMN 3Teslas de alto campo, la PET con amiloide y otros radiotrazadores y el estudio de biomarcadores en líquido cefalorraquídeo.

Junto con los tratamiento farmacológicos, ofrecemos estimulación cognitiva presencial y online. Además, contamos con ensayos clínicos dirigidos a los pacientes con deterioro cognitivo leve y demencia tipo Alzheimer.