Golpe de calor

"El tratamiento del golpe de calor supone una urgencia vital, ya que su mortalidad es menor si se consigue el enfriamiento del paciente lo antes posible".

DR. JAVIER NICOLÁS GARCÍA GONZÁLEZ
ESPECIALISTA. DEPARTAMENTO DE MEDICINA INTERNA

¿Qué es un golpe de calor?

El golpe de calor es una elevación incontrolada de la temperatura debida a un fallo de los mecanismos termorreguladores, y puede conducir, si no se trata precoz y adecuadamente, a un grave fallo multiorgánico y a la muerte.

En este caso, el paciente tienen fiebre, casi siempre mayor de 39-40ºC, alteración del nivel de conciencia, que puede llegar hasta el coma profundo, y la piel está caliente y seca, a diferencia de lo que ocurría en el colapso por calor.

Puede producirse por un aumento excesivo de la temperatura externa, lo que ocurre especialmente en veranos con temperaturas altas y mantenidas. También puede aparecer como consecuencia de la realización de ejercicio físico intenso o prolongado en condiciones de calor y alta humedad.

Síntomas de un golpe de calor

El golpe de calor se presenta con diversos síntomas que pueden variar en intensidad. Entre los más comunes se incluyen:

Temperatura corporal elevada

La fiebre es uno de los principales signos del golpe de calor, puede superar los 39-40ºC. A diferencia de otros trastornos por calor, en el golpe de calor, la temperatura es más alta y difícil de controlar.

Alteración del nivel de conciencia

Es uno de los síntomas más graves. En los primeros estadios puede presentarse como confusión, desorientación, somnolencia, etc. En casos más avanzados, la persona puede entrar en coma. 

Piel caliente y seca

A diferencia del agotamiento por calor, en el golpe de calor la piel se encuentra seca, caliente y roja debido a que los mecanismos de sudoración fallan. Esto dificulta la disipación del calor corporal, lo que aumenta el riesgo de daño orgánico.

Calambres musculares

Son comunes en las primeras fases del golpe de calor. Los calambres por calor son una manifestación temprana en personas que han realizado actividad física en condiciones de calor elevado. La falta de hidratación y los cambios en los electrolitos pueden ser la causa de estos calambres.

Debilidad generalizada

Las personas afectadas por un golpe de calor suelen sentirse débiles, fatigadas y desorientadas. La debilidad muscular puede volverse más pronunciada con el avance de la enfermedad, incluso dificultar el movimiento.

Dolor de cabeza

Es un síntoma frecuente asociado al golpe de calor, especialmente en las primeras fases. Este dolor puede ser intenso y aumentar a medida que se elevan la temperatura corporal y la deshidratación.

Mareos, náuseas y vómitos

La persona puede sentirse mareada, con dificultad para mantenerse en pie, y experimentar náuseas que, si no se tratan, pueden evolucionar a vómitos. Estos síntomas son el resultado de la deshidratación y la alteración del equilibrio de líquidos y electrolitos en el organismo.

Alteraciones cardiovasculares y respiratorias

El cuerpo trata de compensar el aumento de la temperatura con un pulso fuerte e irregular, acompañado de una respiración acelerada y ruidosa. Estas respuestas pueden indicar un fallo en los mecanismos de regulación térmica.

¿Tiene alguno de estos síntomas?

Si sospecha que padece alguno de los síntomas mencionados,
debe acudir para su diagnóstico a un especialista médico.

¿Cuáles son las causas de un golpe de calor?

Causas ambientales

  • Temperatura ambiental superior a la corporal.
  • Humedad atmosférica elevada.
  • Sobrecarga de calor por radiación (edificios metálicos, automóviles).

Causas endógenas

  • Fiebre
  • Esfuerzo muscular por trabajo o deporte
  • Hipertermia maligna.

Existen muchos otros factores que favorecen el desarrollo de un golpe de calor. Es más frecuente en las personas cuyos mecanismos reguladores son más deficientes, como son los niños y los ancianos. También en personas debilitadas, deshidratadas u obesas.

Por último, la coexistencia de otras enfermedades (como la diabetes, hipertiroidismo, enfermedades neurológicas, cardiovasculares, pulmonares o renales, etc.), el alcoholismo y la toma de medicamentos de distintos tipos también aumentan el riesgo de padecer un golpe de calor.

Pronóstico de un golpe de calor

A pesar de un tratamiento adecuado, la mortalidad del golpe de calor sigue siendo elevada, y los supervivientes pueden presentar distintas secuelas neurológicas y de otro tipo.

Esta enfermedad tiene un peor pronóstico en personas mayores, si existe una afectación neurológica grave, signos de daño multiorgánico, o si el enfriamiento se retrasa más de una hora.

Por todo ello, la mejor estrategia en esta enfermedad es la prevención. Algunos de los consejos básicos que contribuyen a prevenir el daño por calor en todas sus formas son:

  • Evitar la exposición al sol en las horas centrales del día.
  • Mantener una buena hidratación durante todo el día. 
  • Beber antes, durante y después del ejercicio físico. 
  • Evitar la ingesta de bebidas alcohólicas.
  • No abrigar excesivamente a los niños en la época de calor.
  • Ventilar adecuadamente.

Cómo se trata un golpe de calor

El tratamiento del golpe de calor supone una urgencia vital, ya que su mortalidad es menor si se consigue el enfriamiento del paciente lo antes posible. Por ello es muy importante diagnosticar precozmente el síndrome y sospecharlo en cualquier enfermo con fiebre alta y alteración neurológica.

En cuanto sea posible será trasladado a un centro hospitalario, pero hasta entonces el objetivo a conseguir es la reducción de la temperatura corporal del enfermo hasta que se sitúe entre 38 y 39ºC. Para ello, debe ser colocado en el lugar más fresco que se pueda, se le quitará la ropa y se procurará enfriarlo mediante compresas de agua fría.

También puede sumergirse al enfermo en agua fría o templada directamente, pero teniendo en cuenta que el contraste demasiado rápido y excesivo con el frío puede contraer los vasos sanguíneos de la piel y estimular la aparición de escalofríos, lo que puede retrasar el enfriamiento.

Una vez trasladado, se continuará el enfriamiento y se adoptarán además las medidas de soporte necesarias. Por todo ello, la mejor estrategia en esta enfermedad es la prevención.

Preguntas frecuentes sobre el golpe de calor

La insolación y el golpe de calor son trastornos relacionados con la exposición al calor, pero tienen diferencias importantes:

Insolación: Se produce por una exposición prolongada al sol sin la debida protección. Puede causar síntomas como dolor de cabeza, enrojecimiento de la piel, fiebre leve y fatiga.

Golpe de calor: Es una condición mucho más grave en la que el cuerpo no puede regular su temperatura. Se caracteriza por fiebre alta (superior a 40°C), piel caliente y seca, confusión, pérdida del conocimiento y, en casos severos, fallo multiorgánico.

Mientras que la insolación puede tratarse con hidratación y reposo, el golpe de calor es una emergencia médica que requiere atención inmediata.

El golpe de calor puede desarrollarse en cuestión de minutos u horas, dependiendo de la temperatura ambiente, la actividad física y la capacidad del cuerpo para disipar el calor.

Los primeros síntomas incluyen:

  • Sudoración excesiva (en las primeras etapas).
  • Fatiga, mareo y debilidad.
  • Dolor de cabeza y náuseas.
  • Confusión o dificultad para concentrarse.

Si no se trata a tiempo, los síntomas avanzan a fiebre alta, piel seca y caliente, convulsiones, pérdida de conciencia e incluso riesgo de muerte.

Los niños y los ancianos son más vulnerables al golpe de calor debido a que sus cuerpos tienen menor capacidad para regular la temperatura:

Niños: Su sistema de termorregulación aún no está completamente desarrollado y pierden líquidos con mayor rapidez. Además, muchas veces no reconocen la necesidad de hidratarse.

Ancianos: Con la edad, la sensación de sed disminuye, lo que aumenta el riesgo de deshidratación. Además, algunas enfermedades crónicas o medicamentos pueden afectar la regulación de la temperatura corporal.

Si una persona presenta signos de golpe de calor, sigue estos pasos de inmediato:

  • Llévala a un lugar fresco y a la sombra. Evita que siga expuesta al sol o al calor extremo.
  • Quítale ropa innecesaria. Esto ayuda a disipar el calor corporal.
  • Aplica compresas frías o agua en la piel. Usa paños húmedos en la frente, cuello y axilas.
  • Dale agua en pequeños sorbos. Solo si está consciente y puede beber sin dificultad.
  • Ventílala con un abanico o aire acondicionado. Esto acelera la bajada de temperatura.
  • Llama a emergencias si no mejora en minutos. Un golpe de calor puede ser mortal si no se trata a tiempo.

¿Dónde lo tratamos?

EN NAVARRA Y MADRID

El Departamento de Medicina Interna
de la Clínica Universidad de Navarra

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