Un sueño regular en beneficio de nuestra salud
Sueño regular para un futuro saludable. Este es el lema del Día Mundial del Sueño de este año 2021 para concienciar de la importancia que tiene el sueño en nuestra salud. Pero, ¿a qué hacen referencia con el sueño regular?
“El sueño regular tiene que ver con mantener unos horarios con tiempo suficiente en cama. Nuestro organismo tiene un reloj interno que regular los procesos corporales a lo largo de 24 horas, es decir, tienen un ritmo circadiano”, explica la Dra. Elena Urrestarazu, especialista de la Unidad del Sueño de la Clínica.
Esta regularidad en el sueño, escuchando el reloj interno y respetando las horas de sueño va a colaborar a cuidar nuestro organismo y mantenernos sanos. “Los horarios de sueño regulares, sincronizados con nuestro reloj interno, van a favorecer un sueño de mucha mejor calidad que cumplirá mejor sus funciones como son la reparación del organismo, eliminación de sustancias de deshecho o consolidación de la memoria”, añade la Dra. Ángela Milán, especialista de la Unidad del Sueño en la sede de Madrid.
Este ritmo interno se puede ver modificado por factores externos, principalmente la exposición a la luz o la toma de melatonina, por lo que nuestras acciones pueden influir en este sueño.
Por ello, los especialistas de la Unidad del Sueño ofrecen una serie de consejos para dormir las horas de sueño necesarias:
- Mantener unos horarios de sueño: es aconsejable respetar unos horarios estables para acostarse y levantarse, estando en cama el tiempo suficiente para que el organismo descanse. Tratar de recuperar el sueño de entre semana el sábado o domingo, no favorece un hábito saludable.
- Horario regular: no solo es importante la regularidad en el sueño, sino que toda actividad con horario regular va a ser beneficiosa: comidas, ejercicio, relaciones sociales, etc.
- Exposición a la luz solar: especialmente, por las mañanas. Mientras que exponerse a luz por la noche, sobre todo de la procedente de pantallas, es perjudicial para obtener un buen descanso.
- Realización de ejercicio: la actividad física en la primera mitad del día es más recomendable que al final del día.
- Cuidar la alimentación: evitar la cafeína en las horas previas a acostarse, como el café, tés o chocolate; evitar cenas muy copiosas, muy especiadas o azucaradas así como la ingesta excesiva de alcohol.
“La disrupción e irregularidad de estos ritmos tiene graves consecuencias para la salud. Las alteraciones del ritmo sueño-vigilia se asocian a ansiedad, depresión sobrepeso y obesidad, diabetes, alteraciones inmunológicas con aumento del riesgo para la infección, etc.”, concluye la Dra. Urrestarazu.