Fórmulas infantiles

El uso de estas fórmulas implican una serie de peligros potenciales, reacciones adversas o situaciones de riesgo, que es necesario conocer:

  • Mala utilización de la fórmula: incorrecta preparación de los biberones, utilización de fórmulas no adecuadas para la edad del niño.
  • Problemas con el agua con la que se preparan los biberones: existe la posibilidad de que el agua sea vehículo de una contaminación bacteriana (E. Coli, salmonella, virus de la hepatitis).
  • Alto contenido de minerales en el agua de consumo.
  • Composición incorrecta en relación con las recomendaciones: existen en el mercado fórmulas de inicio que no se ajustan a las cantidades recomendadas o se les ha añadio miel, sacarosa o espesantes.

¿Qué son?

El término de fórmulas hace referencia a alimentos de origen generalmente lácteo, destinados a los niños recién nacidos y durante los primeros años de vida.

Fórmulas de Inicio. Fórmulas 1

Las actuales fórmulas de inicio o "fórmulas 1" se refieren a un alimento capaz de satisfacer por sí solo los requerimientos nutricionales del lactante, durante los 4-6 primeros meses de vida, debiendo luego pasar a la fórmula de continuación. La fórmula de inicio no debe contener ni harina de almidón, miel, espesantes ni saborizantes.

CARACTERISTICAS:

  • Energía: 65-75 kcal./100 ml.
  • Proteínas: 1,8-2,8 g./100 kcal.; 1,2-1,9 g./100 ml.
    Las proteínas de la fórmula deben tener un valor biológico no inferior al 85% del de la caseína. La leche de vaca contiene un claro predominio de caseína sobre las proteínas del suero, en una proporción de 90-10. En la fórmula, esta relación debe ser modificada para que se asemeje a la existente en la leche humana madura. Las fórmulas contienen algunos aminoácidos libres, pero en menor proporción que en la leche humana. La taurina, en concreto, debe ser añadida a las fórmulas de inicio, por existir en el recién nacido un déficit transitorio.
  • Hidratos de carbono: 8-12 gr./100 kcal.; 5,4-8,2 g./100 ml.
  • Grasas: las grasas deben proporcionar el 50% de la energía.
  • Hierro: 0,1-0,2 mg./100 kcal.; 0,07-0,14 mg./100 ml. en las fórmulas no suplementadas con hierro y no menos de 1mg./100 kcal., 0,7 mg./100 ml. en las fórmulas enriquecidas con hierro.
  • Calcio: 60 mg./100 kcal., 40 mg./100 ml. La absorción del calcio de la fórmula depende de muchos factores, pero está alrededor de un 25-40%.
  • Fósforo: mínimo 30 mg./100 kcal., 20 mg./100 ml.; máximo 50 mg./100 kcal., 30 mg./100 ml.
  • Sodio: no inferior al contenido en la leche humana.

Fórmulas de Continuación. Fórmulas 2

Es el alimento adecuado para lactantes de 5-12 meses de edad y para niños de entre uno y tres años. Como ocurre en todas las especies de mamíferos, la utilización exclusiva de la leche de su madre tiene una limitación cronológica, que en le caso de la especie humana se sitúa entre el cuarto y el sexto mes.

A partir de esa edad, el niño tiene unos requerimientos nutritivos que difícilmente se van a poder cubrir solamente con leche, y es el momento en que generalmente se inicia la alimentación complementaria. No obstante, la leche, a partir del segundo semestre de la vida, debe seguir siendo un alimento básico en su dieta, y aportar a menos el 50% de la energía diaria, en un volumen no inferior a 550-600 ml./día.

CARACTERÍSTICAS:

La formula 2 difiere de la fórmula 1 y de la leche de vaca, fundamentalmente, en su contenido en proteínas y hierro y eventualmente en grasa, carbohidratos, minerales y vitaminas.

  • Energía: 60-80 kcal./100 ml.
  • Proteínas: 3,4-5 g./100 kcal.; 2,1-3,1 g./100 ml.Las proteínas de la fórmula deben tener un valor biológico no inferior al 85% del de la caseína. En aquellas circunstancias en que la alimentación complementaria tuviera un bajo contenido proteico (solo verduras y fruta), 500 ml. de una fórmula, con 3 g. de proteínas/100 ml., aportarían al menos 15 g. de proteínas, lo que significa un nivel de seguridad para niños en el primer y segundo año. En nuestro medio, el aporte de 2 g./100 ml. es muy suficiente, ya que la alimentación complementaria aporta abundantes proteínas de alto valor biológico procedentes de la carne, pescado, cereales, etc.
  • Hidratos de carbono: 8-12 gr./100 kcal.; 5,7-8,6 g./100 ml. Con el fin de evitar el hábito a los sabores dulces, la cantidad de sacarosa, fructosa o miel no debe superar el 20% de los carbohidratos.
  • Grasas: 4-6 g./100 kcal., 2,7-4 g./100 ml.
  • Hierro: 1-1,7 mg./100 kcal. Dado que el ácido ascórbico mejora la absorción del hierro, las fórmulas deben contener ascórbico.

Fórmulas Junior. Fórmulas 3

Están indicadas para ser consumidas por niños preescolares y escolares. Por intereses exclusivamente comerciales, esas fórmulas se denominan genéricamente "de crecimiento", sin que obviamente contengan ningún elemento en su composición que acelere el crecimiento de los niños.

La leche es un alimento nutricionalmente de calidad, que debe formar parte de la dieta de niños y adolescentes, fundamentalmente por ser el principal vehículo de suministro de calcio. No existe una normativa específica que regule la composición de estas fórmulas, como ocurre respecto a las fórmulas de inicio o continuación.

  • Proteínas: 2,3 g./100 ml.
  • Carbohidratos (lactosa, miel): 8 g./100 ml. (46% de las calorías)
  • Grasas: 3,1 g./100 ml. Grasa láctica vegetal. Colesterol 5 mg./100 ml.
  • Hierro: 1,4 mg./100 ml.
  • Calcio: 110 mg./100 ml.
  • Osmolaridad: 280 mosm/l.

No existen razones, desde el punto de vista fisiológico y de maduración de órganos, como ocurre con el lactante de 5-6 meses, para que un niño a partir de los 3-4 años no tome leche de vaca entera.

Fórmulas sin Lactosa

La leche de los mamíferos contiene, salvo muy raras excepciones, la lactosa como único o mayoritario hidrato de carbono. En la leche humana y, en menor proporción, en la leche de vaca, existen además pequeñas cantidades de oligosacáridos, cuyas funciones no están perfectamente establecidas. La lactosa representa una fuente energética de fácil utilización y favorece la absorción de calcio y magnesio

Intolerancia a la lactosa

En Europa un 10-20% de la población tolera mal la leche, ya que determinada cantidad de lactosa les produce naúseas, vómitos, distensión abdominal o diarrea. Estos síntomas pueden aparecer en la infancia. También, de forma temporal, cualquier agresión a la mucosa del intestino delgado (normalmente una gastroenteritis aguda) puede producir un cierto grado de intolerancia a la lactosa.

En estos casos, mucho más frecuentes en la infancia, se puede utilizar esos días una fórmula sin lactosa, pero se debe reanudar la fórmula con lactosa hacia las 3-4 semanas siguientes.

En todo caso de intolerancia a la lactosa se debe limitar la cantidad leche que se ingiere, si se toman de manera muy fraccionada, como existe una relación dosis-respuesta, los síntomas clínicos pueden ser muy ligeros o inexistentes.

Se ha recomendado un aporte adicional de calcio en la dieta de los niños que tengan necesidad de consumir, durante un tiempo prolongado, una fórmula sin lactosa.