Preparación de los alimentos

La higiene alimentaria es fundamental para la salubridad de los alimentos. El consumidor debe saber elegir y reconocer la calidad de los alimentos, además de saber cómo conservarlos y manipularlos adecuadamente, para evitar contaminaciones y pérdidas de la calidad.

Por ejemplo, no se deben congelar los productos que ya han sido congelados o hay que evitar recalentar los alimentos más de una vez. 

Manipulación de los alimentos

  • La preparación de los alimentos conlleva una manipulación que supone un riesgo de contaminación si no se hace de manera adecuada.
  • La persona que prepara los alimentos debe lavarse frecuentemente las manos con agua caliente y siempre que manipule carne y pescado.
  • Los instrumentos de cocina deben limpiarse y conservarse en lugar adecuado. Deben lavarse con agua caliente y jabón, inmediatamente después de ser utilizados.
  • La cocina debe ser un lugar limpio y aireado.

Tratamiento térmico

  • La preparación culinaria que implica someterlos a un tratamiento térmico no solo consigue mejorar su calidad gastronómica sino también sus condiciones higiénicas.
  • El calor ablanda las fibras haciéndolos más comestibles, destruye los microorganismos y modifica el aspecto externo del alimento dándole un sabor y olor distintos.
  • Las carnes deben cocinarse a fondo. Si son piezas grandes, habrá que tener cuidado con que se hagan bien por el centro. Si se utiliza carne picada, hay que consumirla de inmediato.
  • Las verduras y hortalizas deben cocerse en poca cantidad de agua, evitando que estén mucho tiempo en remojo. Si se van a consumir en crudo, es recomendable poner a remojo con 2 gotas de lejía en un litro de agua durante 20 minutos para eliminar los posibles microorganismos dañinos.
  • Nunca deben mezclarse para freír dos tipos de aceites ni aceites nuevos con los ya utilizados ya que cada tipo tiene diferentes temperaturas de calentamiento y pueden formarse sustancias extrañas nocivas. La temperatura de fritura nunca debe ser mayor de los 180ºC.
  • Las frutas deben lavarse frotando su superficie.
  • El recalentamiento de los alimentos hay que evitarlo en la medida de lo posible, ya que favorece la multiplicación de los microorganismos, sobre todo si no se hace a temperaturas elevadas. Nunca deben recalentarse los alimentos más de una vez.

Descongelación

  • Es muy importante que se haga correctamente. El lugar más idóneo es el propio frigorífico en la parte baja.
  • Nunca se deben descongelar en un sitio caliente o debajo de un chorro de agua.
  • Las piezas grandes de carne pueden comenzar a descongelarse fuera del frigorífico en un lugar fresco y aireado y, cuando la parte externa está descongelada, deben de terminar de descongelarse en el frigorífico.
  • Los productos deben colocarse en un recipiente impermeable y limpio para evitar que los líquidos se pongan en contacto con otros alimentos.
  • Las verduras y hortalizas se pueden cocinar directamente sin descongelarse, mientras que carnes y pescados deben ser previamente descongelados, cocinados a fondo y ser consumidos cuanto antes.

Consejos generales

  • Lavarse las manos frecuentemente con agua caliente y jabón y siempre antes de manipular cualquier alimento.
  • Lavar los utensilios de cocina con agua y jabón inmediatamente después de su uso y conservarlos en un lugar adecuado.
  • Mantener limpia y aireada la cocina.
  • Lavar las verduras y furtas antes de su manipulación.
  • Evitar recalentar los alimentos más de una vez.
  • No congelar productos que hayan sido descongelados.