DICCIONARIO MÉDICO

Ablación con catéter mediante radiofrecuencia

¿Qué es la ablación con catéter mediante radiofrecuencia?

La ablación con catéter mediante radiofrecuencia es un procedimiento médico especializado utilizado principalmente para tratar arritmias cardíacas, es decir, alteraciones en el ritmo del corazón. Este procedimiento se ha consolidado como una opción terapéutica efectiva y menos invasiva en comparación con la cirugía tradicional, ofreciendo a los pacientes una alternativa segura y eficiente para el manejo de diversas arritmias. La técnica de ablación por radiofrecuencia implica la utilización de energía de radiofrecuencia para generar calor, que a su vez destruye el tejido cardíaco anormal responsable de las señales eléctricas erráticas que causan la arritmia.

El procedimiento de ablación con catéter comienza con la inserción de un catéter, un tubo delgado y flexible, a través de una vena en la ingle o el cuello, que se guía hasta el corazón utilizando técnicas de imagen avanzadas como la fluoroscopia, ecografía intracardiaca o navegación electroanatómica. Una vez que el catéter está en su lugar, se utilizan electrodos en su punta para mapear la actividad eléctrica del corazón y localizar el área específica que está generando la arritmia. Este mapeo electrofisiológico es crucial, ya que permite a los médicos identificar con precisión los focos de actividad anormal.

Una vez identificada el área problemática, se aplica energía de radiofrecuencia a través del catéter. Esta energía genera un calor controlado que crea pequeñas lesiones en el tejido cardíaco anormal, interrumpiendo así las señales eléctricas que provocan la arritmia. El objetivo de estas lesiones es bloquear las vías anómalas y restaurar un ritmo cardíaco normal. La duración de la aplicación de radiofrecuencia y el número de lesiones creadas dependen de la complejidad y la localización de la arritmia. El proceso de ablación puede durar varias horas, dependiendo de la complejidad del caso.

La ablación con catéter mediante radiofrecuencia es especialmente efectiva en el tratamiento de la fibrilación auricular, una arritmia común que se caracteriza por latidos cardíacos rápidos e irregulares. También se utiliza para tratar otras arritmias como el aleteo auricular, las taquicardias supraventriculares y las taquicardias ventriculares. En el caso de la fibrilación auricular, el procedimiento a menudo implica la ablación de áreas en las venas pulmonares, donde se originan muchos de los impulsos eléctricos anormales.

Uno de los principales beneficios de la ablación con catéter es su naturaleza mínimamente invasiva. A diferencia de la cirugía a corazón abierto, este procedimiento no requiere incisiones grandes ni una recuperación prolongada. Los pacientes generalmente pueden regresar a sus actividades normales en unos pocos días, con una estancia hospitalaria mínima. Además, la tasa de éxito del procedimiento es alta, especialmente para arritmias específicas como la taquicardia supraventricular, donde las tasas de curación pueden superar el 90%.

Sin embargo, como con cualquier procedimiento médico, la ablación con catéter mediante radiofrecuencia conlleva ciertos riesgos y posibles complicaciones. Estos pueden incluir sangrado, infección en el sitio de inserción del catéter, daño a los vasos sanguíneos, embolia pulmonar, y en casos raros, perforación cardíaca o formación de fístulas auriculoesofágicas. Además, existe la posibilidad de recurrencia de la arritmia, lo que puede requerir procedimientos adicionales.

Para minimizar estos riesgos, es fundamental que el procedimiento sea realizado por un equipo de profesionales experimentados en un entorno adecuado. La selección de pacientes también es crucial para el éxito del procedimiento. Los candidatos ideales para la ablación con catéter son aquellos que han experimentado arritmias recurrentes que no han respondido bien a la medicación o que presentan efectos secundarios intolerables a los medicamentos antiarrítmicos.

El seguimiento postprocedimiento es una parte integral del manejo del paciente sometido a ablación con catéter. Los pacientes necesitan un monitoreo continuo para detectar cualquier recurrencia de la arritmia y para evaluar la efectividad del procedimiento. Este seguimiento puede incluir electrocardiogramas (ECG), monitoreo Holter y otras pruebas de diagnóstico. En algunos casos, se pueden prescribir medicamentos antiarrítmicos de forma temporal para ayudar a estabilizar el ritmo cardíaco mientras el corazón se recupera del procedimiento.

Además de su uso en cardiología, la tecnología de ablación por radiofrecuencia se está investigando y aplicando en otras áreas de la medicina, como la oncología y la neurología. En oncología, por ejemplo, la ablación por radiofrecuencia se utiliza para destruir tumores en órganos como el hígado, los riñones y los pulmones. En neurología, se está explorando su uso para el tratamiento del dolor crónico mediante la interrupción de las señales nerviosas responsables del dolor.

© Clínica Universidad de Navarra 2023

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