DICCIONARIO MÉDICO

Absceso renal

¿Qué es el absceso renal?

Un absceso renal es una colección localizada de pus en el riñón causada por una infección bacteriana. En términos médicos, se define como una cavidad necrótica llena de material purulento en el parénquima renal, frecuentemente resultado de la diseminación hematógena de una infección o de una extensión de una infección urinaria. Los abscesos renales son una entidad clínica importante debido a su potencial de causar sepsis y daño renal permanente si no se tratan adecuadamente.

Causas del absceso renal

El absceso renal puede ser categorizado en absceso cortical y absceso corticomedular, dependiendo de su localización dentro del riñón. Los abscesos corticales son usualmente el resultado de la diseminación hematógena de bacterias, mientras que los abscesos corticomedulares a menudo se originan de una infección ascendente del tracto urinario.

Los patógenos más comúnmente implicados en la formación de abscesos renales incluyen bacterias como Escherichia coli, Klebsiella pneumoniae, Proteus mirabilis, y Staphylococcus aureus. La etiología también puede involucrar infecciones por bacterias anaerobias, especialmente en pacientes con diabetes mellitus o inmunosupresión. Los abscesos renales también pueden surgir como una complicación de procedimientos urológicos, traumas renales, o infecciones crónicas como la tuberculosis renal.

Síntomas del absceso renal

El cuadro clínico de un absceso renal varía dependiendo de la severidad y extensión de la infección. Los síntomas comunes incluyen fiebre, escalofríos, dolor en el flanco, y síntomas urinarios como disuria y frecuencia urinaria. La fiebre es un síntoma prominente y puede ser alta y persistente. El dolor en el flanco suele ser unilateral y puede irradiar hacia el abdomen o la ingle. En casos severos, los pacientes pueden presentar síntomas de sepsis, como hipotensión, taquicardia y alteraciones del estado mental.

Diagnóstico del absceso renal

El diagnóstico de un absceso renal se basa en una combinación de hallazgos clínicos, estudios de imagen y pruebas microbiológicas.

  • La tomografía computarizada (TC) del abdomen es la modalidad de imagen de elección debido a su alta sensibilidad y especificidad para detectar abscesos renales y evaluar su tamaño y extensión.
  • La ecografía renal también puede ser útil como una herramienta inicial de diagnóstico, especialmente en pacientes que no pueden someterse a una TC.
  • Las pruebas microbiológicas incluyen el cultivo de orina y, si es posible, la aspiración percutánea del absceso para obtener muestras de pus y realizar cultivos y pruebas de sensibilidad.

Tratamiento del absceso renal

El tratamiento de un absceso renal generalmente implica una combinación de terapia antimicrobiana y drenaje del absceso.

  • La terapia antimicrobiana debe ser empírica al principio, basada en los patógenos más probables, y luego ajustada según los resultados de los cultivos y las pruebas de sensibilidad. Los antibióticos de amplio espectro que cubren tanto bacterias aerobias como anaerobias son frecuentemente necesarios. La duración de la terapia antimicrobiana puede variar, pero a menudo se requiere un tratamiento prolongado de varias semanas para asegurar la resolución completa del absceso.
  • El drenaje del absceso puede ser realizado mediante drenaje percutáneo guiado por imagen o, en casos severos, mediante cirugía abierta. El drenaje percutáneo es el método preferido debido a su naturaleza menos invasiva y alta tasa de éxito. En casos en los que el absceso es grande, multiloculado, o no responde al drenaje percutáneo, puede ser necesaria una nefrectomía parcial o total.

El manejo de los pacientes con absceso renal requiere un enfoque multidisciplinar, involucrando a urólogos, nefrólogos, radiólogos intervencionistas y especialistas en enfermedades infecciosas. El seguimiento clínico y radiológico es crucial para asegurar la resolución completa del absceso y prevenir complicaciones a largo plazo como la pérdida de función renal, la recurrencia de la infección, y la formación de cicatrices renales.

Complicaciones del absceso renal

Las complicaciones de un absceso renal pueden ser severas y potencialmente mortales si no se tratan adecuadamente. Estas complicaciones incluyen la diseminación de la infección a través de la sangre resultando en sepsis, la extensión de la infección al espacio perirrenal causando absceso perirrenal, y la destrucción del parénquima renal llevando a insuficiencia renal. La formación de una fístula pielonefrítica, una conexión anormal entre el sistema colector renal y la piel, puede complicar el tratamiento y prolongar la hospitalización.

Prevención del absceso renal

La prevención de los abscesos renales implica el manejo adecuado de las infecciones iniciales, el uso prudente de antibióticos para prevenir infecciones secundarias, y la adopción de técnicas asépticas estrictas durante los procedimientos urológicos y otras intervenciones invasivas.

En pacientes con factores de riesgo, como aquellos con diabetes mellitus, inmunosupresión, o antecedentes de infecciones urinarias recurrentes, es esencial un monitoreo y manejo riguroso de sus condiciones subyacentes para reducir el riesgo de desarrollo de abscesos renales.

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