DICCIONARIO MÉDICO

Acetilcolina

¿Qué es la acetilcolina?

La acetilcolina es un neurotransmisor fundamental en el sistema nervioso central y periférico, desempeñando un papel crucial en la transmisión de señales nerviosas. Su descubrimiento, realizado por el fisiólogo alemán Otto Loewi en 1921, marcó un hito en la neurociencia, siendo el primer neurotransmisor identificado. La acetilcolina está involucrada en diversas funciones fisiológicas, desde la contracción muscular hasta la regulación de procesos cognitivos y emocionales.

La síntesis de la acetilcolina ocurre en las terminales de las neuronas colinérgicas a partir de la colina y el acetil-CoA, catalizada por la enzima colina acetiltransferasa (ChAT). Una vez sintetizada, la acetilcolina se almacena en vesículas sinápticas y es liberada en la sinapsis en respuesta a un potencial de acción. La liberación de acetilcolina permite su unión a los receptores colinérgicos en la célula postsináptica, desencadenando una respuesta fisiológica específica.

Existen dos tipos principales de receptores colinérgicos: los receptores muscarínicos y los receptores nicotínicos.

  • Los receptores muscarínicos son receptores acoplados a proteínas G y están presentes predominantemente en el sistema nervioso central y en los órganos efectores del sistema nervioso parasimpático.
  • Los receptores nicotínicos son canales iónicos activados por ligando y se encuentran en la unión neuromuscular y en el sistema nervioso autónomo.

En el sistema nervioso central, la acetilcolina juega un papel esencial en la modulación de la excitabilidad neuronal, la plasticidad sináptica y la regulación de los estados de vigilia y sueño. La disfunción de los sistemas colinérgicos centrales se ha asociado con diversas patologías neurodegenerativas, como la enfermedad de Alzheimer. En esta enfermedad, se observa una marcada disminución en los niveles de acetilcolina y una pérdida significativa de neuronas colinérgicas, lo que contribuye a los déficits cognitivos característicos de esta condición.

Además de su papel en el sistema nervioso central, la acetilcolina es fundamental en el sistema nervioso periférico, donde regula la contracción de los músculos esqueléticos, la función del músculo cardíaco y las actividades de las glándulas exocrinas. En la unión neuromuscular, la liberación de acetilcolina provoca la despolarización de la membrana muscular y la contracción del músculo. Este proceso es esencial para la coordinación y el control del movimiento.

La regulación de la liberación y la degradación de la acetilcolina es un proceso cuidadosamente orquestado. La acetilcolina liberada en la sinapsis es rápidamente degradada por la enzima acetilcolinesterasa (AChE) en colina y acetato, terminando así su acción sobre los receptores postsinápticos. La inhibición de la acetilcolinesterasa, utilizada en el tratamiento de la miastenia gravis y la enfermedad de Alzheimer, prolonga la acción de la acetilcolina, mejorando la transmisión colinérgica.

En el contexto clínico, las disfunciones del sistema colinérgico pueden manifestarse de diversas formas. La miastenia gravis es una enfermedad autoinmune caracterizada por la debilidad muscular y la fatiga, resultante de la formación de anticuerpos contra los receptores nicotínicos de acetilcolina en la unión neuromuscular. El tratamiento de esta condición incluye el uso de inhibidores de la acetilcolinesterasa, que aumentan la disponibilidad de acetilcolina en la sinapsis y mejoran la transmisión neuromuscular.

Otra condición relevante es la enfermedad de Parkinson, en la cual se observa un desequilibrio entre los sistemas dopaminérgico y colinérgico en el cerebro. El tratamiento con anticolinérgicos puede ayudar a reducir los síntomas motores en algunos pacientes, aunque su uso debe ser cuidadosamente monitoreado debido a los posibles efectos secundarios.

La acetilcolina también tiene un papel significativo en el sistema cardiovascular. En el corazón, la acetilcolina liberada por las neuronas parasimpáticas reduce la frecuencia cardíaca y la fuerza de contracción, contribuyendo al control del ritmo cardíaco. Esta acción es mediada principalmente por los receptores muscarínicos tipo M2 presentes en el miocardio.

En el ámbito de la farmacología, la manipulación de los sistemas colinérgicos ofrece diversas oportunidades terapéuticas. Los agonistas y antagonistas de los receptores colinérgicos, así como los inhibidores de la acetilcolinesterasa, son utilizados en el tratamiento de una variedad de condiciones médicas, desde trastornos neuromusculares hasta enfermedades neurodegenerativas y cardiovasculares.

© Clínica Universidad de Navarra 2023

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