DICCIONARIO MÉDICO

Acidosis

¿Qué es la acidosis?

La acidosis es una condición médica caracterizada por un aumento anormal de la acidez en los fluidos corporales, principalmente en la sangre, lo que resulta en un pH inferior a 7,35. El pH normal de la sangre arterial se encuentra entre 7,35 y 7,45, y cualquier desviación significativa de este rango puede tener consecuencias graves para el funcionamiento del organismo. La acidosis puede clasificarse en dos tipos principales: acidosis metabólica y acidosis respiratoria, dependiendo de su origen y los mecanismos subyacentes.

La acidosis metabólica ocurre cuando hay un exceso de producción de ácidos o una pérdida excesiva de bicarbonato en el cuerpo. Esta condición puede resultar de varias causas, incluyendo la acumulación de ácido láctico (acidosis láctica), la acumulación de cuerpos cetónicos (cetoacidosis), insuficiencia renal, intoxicaciones por sustancias como el etanol o el metanol, y diarrea severa que provoca la pérdida de bicarbonato. La acidosis láctica puede ocurrir durante el ejercicio intenso, en enfermedades que afectan la capacidad de los tejidos para obtener oxígeno (como en el choque séptico), y en casos de insuficiencia hepática. La cetoacidosis es comúnmente asociada con la diabetes mellitus, particularmente en situaciones de descontrol de los niveles de glucosa en sangre.

En la acidosis respiratoria, el problema radica en la acumulación de dióxido de carbono (CO2) debido a una ventilación inadecuada de los pulmones. Esto puede deberse a enfermedades pulmonares crónicas como la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), el asma severo, o la hipoventilación relacionada con trastornos neuromusculares o depresores del sistema nervioso central. La acumulación de CO2 conduce a la formación de ácido carbónico, que a su vez disminuye el pH sanguíneo.

Los síntomas de la acidosis pueden variar dependiendo de la causa subyacente y la gravedad de la condición. En general, los pacientes pueden experimentar fatiga, debilidad, confusión, dificultad respiratoria, y en casos severos, puede llevar a shock o coma. Los síntomas específicos también pueden incluir dolor abdominal en la cetoacidosis diabética, respiración rápida y profunda (respiración de Kussmaul) en acidosis metabólica severa, y signos de hipoxia en acidosis respiratoria.

El diagnóstico de la acidosis implica una combinación de evaluación clínica y pruebas de laboratorio. La medición de los gases arteriales proporciona información crítica sobre el pH sanguíneo, los niveles de CO2 y bicarbonato, y el estado del oxígeno. Además, las pruebas de laboratorio pueden incluir análisis de electrolitos, niveles de lactato, cetonas, y la función renal. En el caso de la acidosis metabólica, la diferencia aniónica (brecha aniónica) es una herramienta útil para identificar la causa subyacente. Una brecha aniónica elevada puede indicar la presencia de ácidos orgánicos no medidos, como en la acidosis láctica o la cetoacidosis.

El tratamiento de la acidosis depende de su causa y gravedad. En la acidosis metabólica, el tratamiento puede incluir la administración de bicarbonato intravenoso en casos severos para neutralizar la acidez, aunque este enfoque debe ser manejado con cuidado para evitar complicaciones. En la cetoacidosis diabética, la corrección de la hiperglucemia mediante insulina, la reposición de líquidos y electrolitos, y el manejo de cualquier factor desencadenante son esenciales. En la acidosis láctica, el tratamiento se centra en mejorar la oxigenación de los tejidos y tratar la causa subyacente, como la sepsis o la insuficiencia cardíaca.

En la acidosis respiratoria, el enfoque principal es mejorar la ventilación. Esto puede implicar el uso de broncodilatadores para abrir las vías respiratorias en casos de EPOC o asma, la asistencia ventilatoria en casos de insuficiencia respiratoria, y el tratamiento de las causas subyacentes de hipoventilación. La administración de oxígeno puede ser necesaria, pero debe ser manejada con cuidado para evitar la supresión del impulso respiratorio en pacientes con enfermedades pulmonares crónicas.

La prevención de la acidosis implica el manejo adecuado de las condiciones subyacentes que pueden llevar a su desarrollo. En pacientes con diabetes, el control estricto de los niveles de glucosa en sangre y la adherencia al tratamiento con insulina son cruciales para prevenir la cetoacidosis. En pacientes con enfermedades renales, el seguimiento regular y el manejo de la función renal pueden prevenir la acidosis metabólica. Para las condiciones respiratorias, el uso adecuado de medicamentos, la rehabilitación pulmonar, y evitar factores de riesgo como el tabaquismo son fundamentales.

La acidosis, en cualquiera de sus formas, representa una alteración crítica del equilibrio ácido-base del cuerpo, y su manejo adecuado es esencial para prevenir complicaciones graves y potencialmente mortales.

© Clínica Universidad de Navarra 2023

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