Aneurisma traumático

Se origina tras una mínima rotura traumática de la pared de las arterias meníngeas o corticales y la formación del hematoma que se organiza, creando así un seudosaco aneurismático en continuidad con la luz arterial. Este tipo de aneurisma es poco frecuente y puede provocar hemorragias diferidas tras un traumatismo craneal.