DICCIONARIO MÉDICO

Bacteriófago

Qué es un bacteriófago

Un bacteriófago, también conocido como fago, es un tipo de virus que infecta específicamente bacterias. Estos virus son altamente especializados y han demostrado ser herramientas clave en biología molecular, microbiología y terapias innovadoras contra infecciones bacterianas resistentes. Los bacteriófagos como el T4, el T7 y el lambda han sido objeto de estudio detallado debido a su importancia científica y aplicaciones potenciales en la medicina moderna. Su estructura compleja y mecanismo de acción los hacen únicos en el reino viral.

Estructura de los bacteriófagos

La estructura de un bacteriófago está diseñada para infectar bacterias de manera eficiente. Sus componentes principales incluyen:

  • Cabeza o cápside: Contiene el material genético, que puede ser ADN o ARN.
  • Cola: Actúa como una jeringa para inyectar el material genético en la bacteria huésped.
  • Fibras de la cola: Facilitan la adhesión específica al receptor bacteriano.

Estas estructuras se observan con mayor detalle mediante el microscopio electrónico, lo que ha permitido estudiar sus diversas formas y tamaños.

Bacteriófago T4

El bacteriófago T4 es un modelo ampliamente estudiado en biología molecular. Este virus infecta bacterias del género Escherichia, especialmente Escherichia coli. Su ciclo de vida lítico es un ejemplo clásico de cómo los fagos destruyen a su huésped para replicarse.

Ciclo de vida de los bacteriófagos

El ciclo de vida de un bacteriófago puede dividirse en dos tipos principales:

Ciclo lítico

En este ciclo, el bacteriófago toma el control de la maquinaria celular de la bacteria para replicarse, lo que resulta en la lisis celular y la liberación de nuevos fagos. Este mecanismo es típico de fagos como el T4 y el T7.

Ciclo lisogénico

En este ciclo, el material genético del fago se integra en el genoma de la bacteria huésped, permaneciendo inactivo hasta que condiciones específicas desencadenen su activación. Este ciclo es característico del bacteriófago lambda.

Tipos de bacteriófagos

Existen diversos tipos de bacteriófagos, clasificados según su estructura, tipo de material genético y ciclos de vida. Entre los más estudiados se encuentran:

Bacteriófago T4

Este fago, con estructura compleja, sigue un ciclo lítico y es utilizado como modelo en investigaciones relacionadas con la interacción virus-bacteria.

Bacteriófago T7

Similar al T4, este bacteriófago se caracteriza por un genoma más simple, lo que facilita su estudio genético y aplicaciones biotecnológicas.

Bacteriófago lambda

Conocido por su ciclo lisogénico, este fago es una herramienta clave en genética molecular, permitiendo la inserción de genes específicos en bacterias.

Aplicaciones de los bacteriófagos en medicina

Los bacteriófagos tienen un potencial significativo en la medicina moderna, especialmente en el tratamiento de infecciones bacterianas resistentes. Sus aplicaciones incluyen:

  • Terapia fágica: Uso de fagos específicos para tratar infecciones bacterianas, especialmente aquellas resistentes a antibióticos.
  • Diagnóstico: Identificación de bacterias específicas mediante fagos marcados.
  • Control de bacterias patógenas: En la industria alimentaria para prevenir la contaminación bacteriana.

Importancia clínica y futura de los bacteriófagos

En un contexto de creciente resistencia bacteriana, los bacteriófagos ofrecen una alternativa prometedora a los antibióticos convencionales. Su especificidad y capacidad para atacar bacterias sin dañar las células humanas los convierten en herramientas valiosas en la lucha contra las infecciones bacterianas.

© Clínica Universidad de Navarra 2023

¿Quiere estar al día sobre temas de salud?

Reciba el boletín de la Clínica para estar al día de novedades y avances médicos

La información proporcionada en este Diccionario Médico de la Clínica Universidad de Navarra tiene como objetivo principal ofrecer un contexto y entendimiento general sobre términos médicos y no debe ser utilizada como fuente única para tomar decisiones relacionadas con la salud. Esta información es meramente informativa y no sustituye en ningún caso el consejo, diagnóstico, tratamiento o recomendaciones de profesionales de la salud. Siempre es esencial consultar a un médico o especialista para tratar cualquier condición o síntoma médico. La Clínica Universidad de Navarra no se responsabiliza por el uso inapropiado o la interpretación de la información contenida en este diccionario.