DICCIONARIO MÉDICO

Barrera placentaria

¿Qué es la barrera placentaria?

La barrera placentaria es una estructura fundamental en la biología reproductiva que desempeña un papel crítico en la protección y nutrición del feto en desarrollo. La placenta, un órgano temporal que se forma durante el embarazo, actúa como un intermediario entre la madre y el feto, facilitando el intercambio de nutrientes, gases y desechos, al tiempo que protege al feto de sustancias potencialmente dañinas presentes en la sangre materna.

La barrera placentaria está formada por varias capas celulares que separan la sangre materna de la sangre fetal. La estructura básica de la barrera incluye el sincitiotrofoblasto, el citotrofoblasto, el estroma velloso y el endotelio de los capilares fetales. El sincitiotrofoblasto es una capa multinucleada continua que cubre las vellosidades coriónicas y está en contacto directo con la sangre materna en los espacios intervellosos. Esta capa es crucial para la formación de la barrera placentaria y para el intercambio de nutrientes y gases. Debajo del sincitiotrofoblasto, el citotrofoblasto, compuesto por células individuales, proporciona soporte y renovación al sincitiotrofoblasto.

El sincitiotrofoblasto desempeña un papel clave en el transporte de nutrientes y gases. La transferencia de oxígeno y dióxido de carbono se realiza principalmente por difusión simple a través de esta capa. El oxígeno se difunde desde la sangre materna, donde su concentración es más alta, hacia la sangre fetal, donde su concentración es más baja. El dióxido de carbono, un producto de desecho del metabolismo fetal, se difunde en la dirección opuesta, desde la sangre fetal hacia la sangre materna.

El transporte de nutrientes a través de la barrera placentaria es más complejo e implica varios mecanismos de transporte. La glucosa, el principal sustrato energético para el feto, se transporta por difusión facilitada mediante transportadores específicos como GLUT1. Los aminoácidos esenciales se transportan activamente a través de transportadores de aminoácidos para asegurar un suministro adecuado para el crecimiento y desarrollo fetal. Los lípidos, aunque no se transportan directamente, se suministran en forma de ácidos grasos libres y lipoproteínas que atraviesan la barrera mediante endocitosis y otros mecanismos.

La barrera placentaria también tiene un papel crucial en la protección inmunológica del feto. Aunque permite el paso selectivo de anticuerpos maternos IgG, que proporcionan inmunidad pasiva al feto, impide el paso de la mayoría de los patógenos y células inmunitarias que podrían desencadenar una respuesta inmune adversa. Esta función protectora es esencial para prevenir infecciones fetales y garantizar un ambiente intrauterino seguro.

Sin embargo, la barrera placentaria no es impermeable a todas las sustancias. Algunos agentes teratogénicos, como el alcohol, ciertos medicamentos y drogas, pueden atravesar la barrera y causar daño al feto. Por esta razón, es crucial el monitoreo y la regulación de la exposición materna a sustancias potencialmente peligrosas durante el embarazo.

Las alteraciones en la función de la barrera placentaria pueden llevar a diversas complicaciones del embarazo. Por ejemplo, en la preeclampsia, una condición caracterizada por hipertensión y daño a órganos como los riñones y el hígado, se observa una disfunción de la barrera placentaria. Esta disfunción puede llevar a una disminución en el flujo sanguíneo uteroplacentario, comprometiendo el suministro de oxígeno y nutrientes al feto y aumentando el riesgo de restricción del crecimiento intrauterino y parto prematuro.

La diabetes gestacional es otra condición que puede afectar la función de la barrera placentaria. Los niveles elevados de glucosa en sangre materna pueden llevar a un exceso de glucosa que atraviesa la barrera y llega al feto, provocando un aumento en la producción de insulina fetal y un crecimiento excesivo, conocido como macrosomía. Este crecimiento fetal anormal puede complicar el parto y aumentar el riesgo de cesárea y otros problemas neonatales.

La investigación en la biología de la barrera placentaria ha avanzado significativamente, proporcionando una comprensión más profunda de sus mecanismos y funciones. Los estudios en modelos animales y el uso de técnicas avanzadas de imagen y biología molecular han permitido el descubrimiento de nuevos transportadores y vías de señalización que regulan el transporte de nutrientes y la protección inmunológica. Estos avances están contribuyendo al desarrollo de nuevas estrategias para el manejo de complicaciones del embarazo y la mejora de los resultados maternos y fetales.

El papel de la barrera placentaria en la programación fetal también es un área de investigación activa. La programación fetal se refiere a cómo las condiciones intrauterinas, mediadas en parte por la función de la barrera placentaria, pueden influir en la salud y el riesgo de enfermedades en la vida posterior del individuo. Factores como la nutrición materna, el estrés y la exposición a toxinas pueden afectar la función placentaria y, en consecuencia, el desarrollo fetal y la susceptibilidad a enfermedades crónicas como la diabetes y enfermedades cardiovasculares.

Además de sus funciones en el transporte de nutrientes y protección inmunológica, la barrera placentaria también tiene un papel en la producción de hormonas esenciales para el mantenimiento del embarazo y el desarrollo fetal. El sincitiotrofoblasto produce hormonas como la gonadotropina coriónica humana (hCG), que sostiene el cuerpo lúteo y la producción de progesterona en las primeras etapas del embarazo, y la lactógeno placentario humano (hPL), que modula el metabolismo materno para asegurar un suministro adecuado de nutrientes al feto.

La comprensión de la barrera placentaria también es crucial para el desarrollo de intervenciones terapéuticas dirigidas al feto. La terapia fetal, que incluye la administración de medicamentos, la corrección quirúrgica de anomalías y la terapia génica, depende de un conocimiento detallado de cómo los agentes terapéuticos pueden cruzar la barrera placentaria y alcanzar el feto de manera segura y efectiva.

En el contexto de enfermedades infecciosas, la barrera placentaria desempeña un papel en la prevención de la transmisión vertical de patógenos de madre a hijo. Infecciones como el VIH, la sífilis y el virus del Zika pueden atravesar la barrera placentaria y causar infecciones congénitas. La investigación continua en este campo busca desarrollar estrategias para reforzar la barrera y prevenir la transmisión de estas infecciones, mejorando así la salud materna y fetal.

© Clínica Universidad de Navarra 2023

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