DICCIONARIO MÉDICO

Benigno

¿Qué se considera benigno en Medicina?

En el contexto médico, el término "benigno" se refiere a una condición, enfermedad o tumor que no es canceroso y que generalmente tiene un comportamiento indolente. Un tumor benigno es una masa de células que crece de manera controlada y no invade los tejidos circundantes ni se disemina a otras partes del cuerpo. A diferencia de los tumores malignos, que son cancerosos y pueden ser potencialmente mortales, los tumores benignos suelen tener un mejor pronóstico y pueden ser tratados con éxito mediante intervenciones médicas o quirúrgicas.

Los tumores benignos pueden desarrollarse en casi cualquier parte del cuerpo y pueden ser de diferentes tipos, dependiendo del tejido de origen. Algunos ejemplos comunes de tumores benignos incluyen:

  • Adenomas: Tumores benignos que se originan en el tejido glandular. Ejemplos incluyen adenomas de la tiroides, adenomas hepáticos y adenomas adrenales.
  • Fibromas: Tumores benignos compuestos de tejido fibroso o conectivo. Son comunes en la piel y los tejidos subcutáneos, así como en el útero (fibromas uterinos).
  • Lipomas: Tumores benignos compuestos de células de grasa. Son los tumores benignos más comunes en los adultos y generalmente se encuentran en el tejido subcutáneo.
  • Miomas: Tumores benignos del músculo liso. Un ejemplo frecuente son los miomas uterinos, que se desarrollan en el músculo del útero.
  • Papilomas: Tumores benignos que se originan en el epitelio y forman proyecciones similares a los dedos. Pueden aparecer en la piel, la vejiga urinaria o el conducto biliar.
  • Neuromas: Tumores benignos del tejido nervioso. Un ejemplo común es el neurinoma acústico, que afecta el nervio auditivo.

Características de los Tumores Benignos

Los tumores benignos tienen varias características distintivas que los diferencian de los tumores malignos:

  • Crecimiento Localizado: Los tumores benignos crecen en un área específica y no invaden los tejidos circundantes.
  • Límites Definidos: Tienen márgenes bien definidos y una cápsula fibrosa que los separa del tejido normal.
  • Células Similares a las Normales: Las células en los tumores benignos se parecen mucho a las células normales del tejido de origen en términos de estructura y función.
  • Crecimiento Lento: Generalmente, los tumores benignos crecen más lentamente que los malignos.
  • No Metastatizan: A diferencia de los tumores malignos, los tumores benignos no se diseminan a otras partes del cuerpo.

Diagnóstico y Tratamiento de los tumores benignos

El diagnóstico de un tumor benigno generalmente implica una combinación de técnicas de imagen, como la ecografía, la tomografía computarizada (TC) o la resonancia magnética (RM), así como la biopsia del tejido afectado para el examen histopatológico. El examen microscópico del tejido permite a los patólogos distinguir entre células benignas y malignas y confirmar el tipo de tumor.

El tratamiento de los tumores benignos depende de su tamaño, ubicación y los síntomas que causan. En muchos casos, los tumores benignos pequeños que no causan síntomas significativos pueden ser monitoreados con vigilancia activa sin necesidad de tratamiento inmediato. Sin embargo, si un tumor benigno está causando síntomas o tiene el potencial de crecer y causar problemas, se puede recomendar la extirpación quirúrgica. La cirugía para eliminar un tumor benigno suele tener un buen pronóstico y un bajo riesgo de recurrencia.

Complicaciones y Seguimiento

Aunque los tumores benignos no son cancerosos, pueden causar problemas significativos si crecen lo suficiente como para presionar estructuras vitales o interferir con la función normal de los órganos. Por ejemplo, un meningioma benigno (un tipo de tumor cerebral) puede causar síntomas neurológicos graves debido a su ubicación y el efecto de masa en el cerebro. Del mismo modo, los fibromas uterinos grandes pueden causar dolor, sangrado menstrual abundante y problemas reproductivos.

El manejo de los tumores benignos también puede implicar otros tratamientos no quirúrgicos. Por ejemplo, los fibromas uterinos grandes o sintomáticos pueden tratarse con técnicas mínimamente invasivas como la embolización de la arteria uterina, que reduce el suministro de sangre al fibroma, provocando su disminución. La terapia hormonal también puede ser útil en ciertos tipos de tumores benignos sensibles a las hormonas.

Es importante destacar que, aunque la mayoría de los tumores benignos tienen un comportamiento indolente, algunos pueden tener el potencial de transformarse en malignos con el tiempo. Este proceso, conocido como malignización, es raro pero puede ocurrir en ciertos tipos de tumores benignos, como los adenomas de colon, que pueden transformarse en malignos si no se tratan.

© Clínica Universidad de Navarra 2023

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