DICCIONARIO MÉDICO
Beta oxidación
La beta oxidación es un proceso metabólico fundamental en el cual los ácidos grasos son descompuestos en unidades de acetil-CoA dentro de las mitocondrias de las células. Este proceso es crucial para la producción de energía, ya que el acetil-CoA generado es utilizado en el ciclo del ácido cítrico (ciclo de Krebs) para producir ATP, la principal moneda energética de la célula. La beta oxidación ocurre principalmente en el hígado y el músculo esquelético, aunque puede tener lugar en otros tejidos que también utilizan ácidos grasos como fuente de energía. Los ácidos grasos ingresan a las células y son activados por la enzima acil-CoA sintetasa, que convierte los ácidos grasos en acil-CoA. Este paso requiere la inversión de ATP y se lleva a cabo en el citosol. Una vez formados, los acil-CoA deben ser transportados a la mitocondria para continuar con la beta oxidación. Dado que la membrana interna mitocondrial es impermeable a los acil-CoA, se requiere un sistema de transporte especial conocido como el sistema de la carnitina. El sistema de la carnitina incluye la carnitina palmitoiltransferasa I (CPT I), que se encuentra en la membrana externa mitocondrial. CPT I transfiere el grupo acilo del acil-CoA a la carnitina, formando acil-carnitina. Esta molécula es transportada a través de la membrana interna mitocondrial por una proteína translocasa específica. Una vez dentro de la matriz mitocondrial, la carnitina palmitoiltransferasa II (CPT II) transfiere el grupo acilo de la acil-carnitina de vuelta al CoA, regenerando acil-CoA y carnitina, que es reciclada al citosol para continuar el proceso. La beta oxidación propiamente dicha consta de una serie de reacciones cíclicas que implican la eliminación secuencial de dos átomos de carbono del extremo carboxilo del acil-CoA, liberando acetil-CoA en cada ciclo. Este proceso incluye cuatro reacciones principales: oxidación por acil-CoA deshidrogenasa, hidratación por enoil-CoA hidratasa, oxidación por beta-hidroxiacil-CoA deshidrogenasa y tiolisis por beta-cetoacil-CoA tiolasa. Cada uno de estos pasos es catalizado por una enzima específica y resulta en la formación de acetil-CoA, FADH2 y NADH, los cuales son utilizados posteriormente en la cadena de transporte de electrones para generar ATP. La primera reacción de la beta oxidación es catalizada por la acil-CoA deshidrogenasa, que introduce una doble ligadura entre los carbonos alfa y beta del acil-CoA, produciendo enoil-CoA y reduciendo FAD a FADH2. La enoil-CoA hidratasa cataliza la segunda reacción, que hidrata la doble ligadura para formar beta-hidroxiacil-CoA. La beta-hidroxiacil-CoA deshidrogenasa lleva a cabo la tercera reacción, oxidando el beta-hidroxiacil-CoA a beta-cetoacil-CoA, y en el proceso, reduce NAD+ a NADH. Finalmente, la beta-cetoacil-CoA tiolasa cataliza la escisión del beta-cetoacil-CoA por el CoA, liberando una molécula de acetil-CoA y un acil-CoA acortado en dos carbonos, que puede reingresar al ciclo de beta oxidación. La beta oxidación es un proceso altamente regulado, y su actividad está influenciada por varios factores metabólicos y hormonales. La regulación ocurre principalmente a través del control de la disponibilidad de sustratos y de la actividad de las enzimas clave del proceso. Por ejemplo, el malonil-CoA, un intermediario de la síntesis de ácidos grasos, es un inhibidor potente de la CPT I, evitando que los ácidos grasos entren en la mitocondria para su oxidación cuando la síntesis de ácidos grasos es activa. Además, las hormonas como la insulina y el glucagón juegan roles cruciales en la regulación de la beta oxidación. La insulina inhibe la beta oxidación al promover la síntesis de ácidos grasos, mientras que el glucagón y la adrenalina estimulan la beta oxidación al activar la lipólisis y aumentar la disponibilidad de ácidos grasos libres. La importancia de la beta oxidación en la fisiología humana es subrayada por las consecuencias metabólicas de su disfunción. Los defectos en las enzimas de la beta oxidación pueden llevar a trastornos metabólicos hereditarios conocidos como deficiencias de acil-CoA deshidrogenasa de cadena media (MCAD), de cadena larga (LCAD), de cadena muy larga (VLCAD) y otras. Estos trastornos se caracterizan por la incapacidad para oxidar ácidos grasos eficientemente, lo que resulta en hipoglucemia, acumulación de ácidos grasos no metabolizados y disfunción hepática y muscular. Los pacientes con estos trastornos a menudo requieren una dieta especial baja en grasas de cadena larga y alta en carbohidratos para manejar los síntomas. Además de su papel en el metabolismo energético, la beta oxidación también está involucrada en la producción de cuerpos cetónicos durante el ayuno prolongado o la inanición. En estos estados, el exceso de acetil-CoA generado por la beta oxidación es convertido en cuerpos cetónicos en el hígado, que son utilizados como fuente de energía alternativa por el cerebro y otros tejidos cuando la glucosa no está disponible. Este proceso, conocido como cetogénesis, es esencial para la supervivencia durante períodos de escasez de alimentos. La beta oxidación también tiene implicaciones en la patología de enfermedades metabólicas como la diabetes mellitus tipo 2 y la obesidad. En la diabetes tipo 2, la resistencia a la insulina conduce a una disminución de la inhibición de la beta oxidación, resultando en un aumento de la oxidación de ácidos grasos y la producción de cuerpos cetónicos. Este exceso de cuerpos cetónicos puede llevar a la cetoacidosis diabética, una complicación potencialmente fatal. En la obesidad, la disfunción mitocondrial y la acumulación de lípidos pueden interferir con la beta oxidación, contribuyendo a la lipotoxicidad y a la inflamación crónica. © Clínica Universidad de Navarra 2023¿Qué es la beta oxidación?
¿Quiere estar al día sobre temas de salud?
Reciba el boletín de la Clínica para estar al día de novedades y avances médicos