DICCIONARIO MÉDICO

Bilirrubina

¿Qué es la bilirrubiina?

La bilirrubina es un pigmento amarillo que se forma durante la descomposición normal de los glóbulos rojos en el cuerpo. Este compuesto es un subproducto del metabolismo del hemo, que es una parte esencial de la hemoglobina, la proteína responsable de transportar oxígeno en la sangre. La bilirrubina tiene una importancia clínica significativa, ya que sus niveles elevados pueden ser indicativos de diversas patologías hepáticas y hematológicas.

El proceso de formación de la bilirrubina comienza en el sistema reticuloendotelial, principalmente en el bazo, donde los glóbulos rojos envejecidos son fagocitados por los macrófagos. La hemoglobina liberada se descompone en globina, hierro y hemo. El grupo hemo es convertido en biliverdina por la acción de la hemooxigenasa, y posteriormente, la biliverdina es reducida a bilirrubina no conjugada (también conocida como bilirrubina indirecta) por la enzima biliverdina reductasa.

La bilirrubina no conjugada es lipofílica (insoluble en agua) y se transporta en la sangre unida a la albúmina hacia el hígado. En los hepatocitos, la bilirrubina no conjugada es captada y conjugada con ácido glucurónico mediante la acción de la enzima glucuronosiltransferasa, formando bilirrubina conjugada (también conocida como bilirrubina directa), que es hidrosoluble. Esta bilirrubina conjugada se excreta en la bilis hacia el intestino delgado.

En el intestino, la bilirrubina conjugada es metabolizada por las bacterias intestinales en urobilinógeno. Parte del urobilinógeno es reabsorbido en la circulación enterohepática y regresado al hígado, mientras que el resto es oxidado a estercobilina y excretado en las heces, dando su color característico. Una pequeña cantidad de urobilinógeno se excreta en la orina como urobilina.

Los niveles de bilirrubina en el plasma se pueden medir mediante análisis de sangre, y se dividen en bilirrubina total, bilirrubina directa e indirecta. Los niveles normales de bilirrubina total en sangre suelen estar entre 0,1 y 1,2 mg/dL. La evaluación de estos niveles es crucial en el diagnóstico de diversas enfermedades hepáticas, hematológicas y del sistema biliar.

El aumento de la bilirrubina en sangre, conocido como hiperbilirrubinemia, puede ser causado por diversas condiciones, que se dividen en tres categorías principales: prehepáticas, hepáticas y posthepáticas.

  • Causas prehepáticas: Estas se deben a una producción excesiva de bilirrubina no conjugada, generalmente por una hemólisis acelerada o destrucción excesiva de glóbulos rojos. Las condiciones comunes incluyen anemia hemolítica, talasemias, esferocitosis hereditaria y crisis hemolíticas en enfermedades como la malaria.
  • Causas hepáticas: Se deben a una disfunción en el metabolismo hepático de la bilirrubina, afectando tanto la conjugación como la excreción. Las enfermedades hepáticas que pueden causar hiperbilirrubinemia incluyen hepatitis viral, cirrosis hepática, síndrome de Gilbert, síndrome de Crigler-Najjar y enfermedades autoinmunes como la hepatitis autoinmune y la colangitis biliar primaria.
  • Causas posthepáticas: Estas están relacionadas con la obstrucción del flujo biliar, lo que impide la excreción de bilirrubina conjugada. Las causas comunes incluyen coledocolitiasis (cálculos biliares en el conducto biliar común), colangitis, estenosis biliar, tumores hepáticos o pancreáticos y pancreatitis crónica.

La ictericia es una manifestación clínica visible de la hiperbilirrubinemia, caracterizada por la coloración amarillenta de la piel y las mucosas debido a la acumulación de bilirrubina. La ictericia puede ser clasificada según su origen en ictericia prehepática, hepática y posthepática, y su evaluación requiere una historia clínica detallada, examen físico y pruebas de laboratorio específicas.

El diagnóstico de las causas subyacentes de la hiperbilirrubinemia y la ictericia incluye una variedad de pruebas, tales como hemogramas completos para evaluar anemia hemolítica, pruebas de función hepática (ALT, AST, GGT, fosfatasa alcalina), pruebas de coagulación, serologías virales, y estudios de imagen como ecografía abdominal, tomografía computarizada (TC) y resonancia magnética (RM) para evaluar el árbol biliar y el hígado.

El tratamiento de la hiperbilirrubinemia depende de la causa subyacente. En casos de anemia hemolítica, el manejo puede incluir corticosteroides, inmunoglobulinas intravenosas o transfusiones sanguíneas. Las enfermedades hepáticas pueden requerir tratamientos específicos como antivirales para hepatitis, inmunosupresores para enfermedades autoinmunes o trasplante hepático en casos de cirrosis avanzada. Las obstrucciones biliares pueden ser tratadas mediante procedimientos endoscópicos como la colangiopancreatografía retrógrada endoscópica (CPRE) o cirugía para remover cálculos o tumores.

© Clínica Universidad de Navarra 2023

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