DICCIONARIO MÉDICO

Biomicroscopía

¿Que es la biomicroscopía?

La biomicroscopía, también conocida como biomicroscopia con lámpara de hendidura, es una técnica de examen ocular que permite la evaluación detallada de las estructuras del segmento anterior del ojo, incluyendo la córnea, el iris, el cristalino y la cámara anterior. Esta herramienta es fundamental en la práctica oftalmológica, ya que proporciona una visión ampliada y detallada de las estructuras oculares, lo que facilita el diagnóstico y el manejo de diversas enfermedades oculares.

La biomicroscopía se realiza utilizando un biomicroscopio, un instrumento que combina una fuente de luz intensa y una serie de lentes para ampliar la imagen de las estructuras oculares. La característica principal del biomicroscopio es la lámpara de hendidura, que proyecta una fina línea de luz sobre el ojo, creando un corte óptico que resalta las diferentes capas y detalles de los tejidos oculares. Este enfoque permite a los oftalmólogos observar con precisión las estructuras oculares en tres dimensiones.

El proceso de biomicroscopía comienza con el paciente sentado en una silla frente al biomicroscopio. El oftalmólogo ajusta la lámpara de hendidura para enfocar la luz en diferentes partes del ojo, examinando cada estructura en detalle. Durante el examen, el paciente debe mantener la cabeza fija y mirar en diferentes direcciones según las indicaciones del médico. El examen es generalmente indoloro y no invasivo, aunque el brillo de la luz puede causar una leve incomodidad temporal.

Uno de los usos más comunes de la biomicroscopía es la evaluación de la córnea. La córnea es la capa transparente en la parte frontal del ojo que ayuda a enfocar la luz en la retina. Las anomalías en la córnea, como abrasiones, úlceras, edema, y distrofias, pueden ser detectadas y evaluadas con precisión mediante biomicroscopía. La técnica permite observar la integridad de la superficie corneal, la presencia de infiltrados inflamatorios, la claridad del estroma corneal, y el estado del endotelio corneal.

La biomicroscopía también es esencial para el examen del cristalino, la lente natural del ojo. El cristalino puede desarrollar opacidades, conocidas como cataratas, que afectan la visión. Utilizando la lámpara de hendidura, el oftalmólogo puede evaluar la localización y extensión de las cataratas, así como detectar otras anomalías del cristalino como luxaciones o subluxaciones. Esta información es crucial para planificar el tratamiento adecuado, que puede incluir la cirugía de cataratas.

Además, la biomicroscopía permite la evaluación de la cámara anterior del ojo, el espacio entre la córnea y el iris que está lleno de humor acuoso. Este examen es importante para detectar signos de inflamación (uveítis), hemorragias (hifema), y cambios en la profundidad de la cámara anterior, que pueden ser indicativos de glaucoma. La lámpara de hendidura permite una evaluación precisa de la profundidad de la cámara anterior y la angulación del iris, lo que es fundamental para el diagnóstico y manejo del glaucoma de ángulo cerrado.

La evaluación del iris, la parte coloreada del ojo, también se realiza mediante biomicroscopía. El oftalmólogo puede observar anomalías en la estructura del iris, como irregularidades en la pupila, neovascularización, o masas pigmentadas que pueden ser indicativas de melanoma u otras neoplasias. La biomicroscopía permite una evaluación detallada de la textura y la configuración del iris, ayudando en el diagnóstico diferencial de diversas enfermedades oculares.

Otro aspecto crítico de la biomicroscopía es la evaluación del sistema de drenaje del humor acuoso, que incluye la malla trabecular y el canal de Schlemm. Estos componentes son esenciales para el mantenimiento de la presión intraocular normal. La obstrucción o disfunción del sistema de drenaje puede llevar al desarrollo de glaucoma, una enfermedad que puede causar daño irreversible al nervio óptico y pérdida de la visión. La biomicroscopía permite la visualización directa de la malla trabecular y puede ayudar a identificar cambios estructurales que contribuyen al aumento de la presión intraocular.

En el contexto de la cirugía ocular, la biomicroscopía es una herramienta invaluable tanto en la planificación preoperatoria como en el seguimiento postoperatorio. Antes de la cirugía de cataratas, por ejemplo, el oftalmólogo utiliza la biomicroscopía para evaluar la salud de la córnea, la claridad del cristalino, y la profundidad de la cámara anterior, asegurando que el ojo esté en condiciones óptimas para la intervención. Después de la cirugía, la biomicroscopía se utiliza para monitorear la recuperación del paciente, detectar complicaciones como infecciones o edema corneal, y evaluar la posición y estabilidad del lente intraocular implantado.

La biomicroscopía también es crucial en la detección y manejo de enfermedades infecciosas del ojo, como la queratitis, una inflamación de la córnea que puede ser causada por bacterias, virus, hongos o parásitos. La lámpara de hendidura permite una evaluación detallada de las lesiones corneales, la presencia de infiltrados y la extensión de la inflamación, ayudando a los oftalmólogos a determinar el agente causante y a diseñar un tratamiento adecuado.

Además, la biomicroscopía puede ser utilizada para evaluar el estado del segmento posterior del ojo, aunque en menor medida. Con el uso de lentes especiales, los oftalmólogos pueden examinar la retina, el nervio óptico, y el vítreo, detectando signos de enfermedades como la retinopatía diabética, la degeneración macular y el desprendimiento de retina. Aunque la biomicroscopía no reemplaza a otras técnicas de imagen de fondo de ojo como la oftalmoscopia o la tomografía de coherencia óptica (OCT), puede proporcionar información valiosa complementaria.

En la investigación oftalmológica, la biomicroscopía es una herramienta esencial para estudiar los mecanismos de las enfermedades oculares y evaluar la eficacia de nuevos tratamientos. Los estudios clínicos a menudo utilizan la biomicroscopía para monitorear la progresión de la enfermedad y la respuesta al tratamiento, proporcionando datos cruciales para el desarrollo de terapias innovadoras.

© Clínica Universidad de Navarra 2023

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