DICCIONARIO MÉDICO

Bursitis del Aquiles

Qué es la bursitis del tendón de Aquiles

La bursitis del tendón de Aquiles es una inflamación de las bursas situadas cerca del tendón de Aquiles, una de las estructuras más importantes del sistema musculoesquelético en la parte posterior del tobillo. Esta condición puede afectar a dos bursas específicas: la bursa retrocalcánea, ubicada entre el tendón de Aquiles y el hueso calcáneo, y la bursa retroaquílea, situada entre la piel y el tendón. Es una causa frecuente de dolor en la parte posterior del talón, especialmente en personas activas y deportistas.

La bursitis del tendón de Aquiles se produce cuando las bursas cercanas al tendón se inflaman debido a la fricción, sobrecarga o traumatismos repetitivos. Las bursas son pequeñas bolsas llenas de líquido que actúan como amortiguadores, reduciendo la fricción entre los tejidos blandos y los huesos. Cuando se inflaman, pueden causar dolor, hinchazón y dificultad para caminar o realizar actividades físicas.

Causas de la bursitis del tendón de Aquiles

Entre las principales causas de la bursitis del tendón de Aquiles se encuentran:

  • Uso excesivo: Actividades repetitivas como correr, saltar o caminar largas distancias pueden sobrecargar el tendón de Aquiles y las bursas asociadas.
  • Calzado inadecuado: Zapatos que ejercen presión excesiva en la parte posterior del talón.
  • Traumatismos directos: Golpes en el área del tendón de Aquiles.
  • Enfermedades inflamatorias: Condiciones como la artritis reumatoide o la gota pueden predisponer a la inflamación de las bursas.
  • Alteraciones biomecánicas: Problemas como pie plano o arco alto pueden aumentar la tensión en el tendón de Aquiles y las bursas circundantes.

Síntomas de la bursitis del tendón de Aquiles

Los síntomas más comunes de la bursitis del tendón de Aquiles incluyen:

  • Dolor: Localizado en la parte posterior del talón, que puede intensificarse con la actividad física.
  • Hinchazón: En el área del talón, especialmente alrededor del tendón de Aquiles.
  • Rigidez: Dificultad para mover el tobillo, especialmente por la mañana o después de períodos de inactividad.
  • Enrojecimiento y calor: Indicadores de inflamación severa o infección en casos más graves.

Diagnóstico de la bursitis del tendón de Aquiles

Evaluación clínica

El diagnóstico comienza con una anamnesis detallada y un examen físico que incluye la evaluación del dolor, la hinchazón y la movilidad del tobillo. La palpación directa de la zona puede identificar sensibilidad localizada.

Pruebas de imagen

Las pruebas de imagen son esenciales para confirmar el diagnóstico y descartar otras condiciones. Las más utilizadas incluyen:

  • Ecografía: Proporciona imágenes precisas de las bursas inflamadas y evalúa el estado del tendón de Aquiles.
  • Resonancia magnética: Útil para casos complejos, proporcionando imágenes detalladas de los tejidos blandos.
  • Radiografías: Descarta fracturas u otras anomalías óseas en el talón.

Tratamiento de la bursitis del tendón de Aquiles

Tratamientos conservadores

En la mayoría de los casos, la bursitis del tendón de Aquiles puede tratarse con medidas conservadoras, que incluyen:

  • Reposo: Evitar actividades que exacerben los síntomas.
  • Aplicación de frío: Para reducir la inflamación y el dolor.
  • Medicamentos antiinflamatorios: Como AINEs, para aliviar el dolor y reducir la inflamación.
  • Uso de calzado adecuado: Evitar zapatos que ejerzan presión en la parte posterior del talón.

Fisioterapia

La fisioterapia es una parte fundamental del tratamiento. Incluye:

  • Ejercicios de fortalecimiento: Para mejorar la estabilidad y reducir la tensión en el tendón.
  • Estiramientos: Que alivien la tensión en el tendón de Aquiles y los músculos de la pantorrilla.
  • Terapias manuales: Para aliviar la presión en la bursa inflamada.

Intervenciones avanzadas

En casos graves o resistentes, pueden considerarse opciones como:

  • Infiltraciones: Inyecciones de corticoides para reducir la inflamación severa.
  • Cirugía: Reservada para casos crónicos, incluye la extirpación de la bursa o la reparación del tendón si está afectado.

Prevención de la bursitis del tendón de Aquiles

Para prevenir la bursitis del tendón de Aquiles, se recomienda:

  • Uso de calzado adecuado: Que proporcione soporte y no ejerza presión en el talón.
  • Fortalecimiento de los músculos: Ejercicios específicos para mejorar la estabilidad del tobillo.
  • Evitar la sobrecarga: Alternar actividades físicas para reducir el estrés en el tendón de Aquiles.

© Clínica Universidad de Navarra 2023

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