DICCIONARIO MÉDICO

Bursitis prerrotuliana

Qué es la bursitis prerrotuliana

La bursitis prerrotuliana es una inflamación de la bursa prerrotuliana, una bolsa sinovial situada en la parte anterior de la rodilla, justo sobre la rótula. Este tipo de bursitis se caracteriza por dolor, hinchazón y limitación del movimiento de la rodilla, generalmente provocado por traumatismos repetitivos, presión constante o infecciones. Es una de las causas más comunes de molestias en la rodilla, especialmente en individuos que realizan actividades que implican apoyo prolongado sobre esta articulación.

La bursa prerrotuliana es una de las múltiples bolsas sinoviales del cuerpo encargadas de reducir la fricción entre tejidos. En este caso, la bolsa se encuentra entre la piel y la rótula, actuando como un cojín para proteger la articulación durante movimientos o posturas que ejercen presión sobre la rodilla. Cuando esta bursa se inflama, ya sea por traumatismos, sobrecarga o infecciones, se desarrolla una bursitis prerrotuliana, también conocida como "rodilla del limpiador" o "rodilla del clérigo".

Causas de la bursitis prerrotuliana

Las principales causas de la bursitis prerrotuliana incluyen:

  • Traumatismos repetitivos: Movimientos o posturas que generan presión constante sobre la rodilla, como arrodillarse durante largos periodos.
  • Lesiones agudas: Golpes directos a la rótula, como caídas sobre superficies duras.
  • Infecciones: Penetración de bacterias en la bursa, a menudo a través de heridas abiertas.
  • Artritis inflamatoria: Enfermedades como artritis reumatoide o gota que afectan las estructuras sinoviales.

Síntomas de la bursitis prerrotuliana

Los síntomas comunes de la bursitis prerrotuliana incluyen:

  • Dolor localizado: Especialmente en la parte frontal de la rodilla, agravado por movimientos o presión directa.
  • Hinchazón: Una inflamación visible y palpable sobre la rótula.
  • Calor y enrojecimiento: Indicativos de una posible infección en casos de bursitis séptica.
  • Limitación del movimiento: Dificultad para flexionar o extender la rodilla.

Diagnóstico de la bursitis prerrotuliana

Historia clínica y exploración física

El diagnóstico de bursitis prerrotuliana comienza con la evaluación de los síntomas del paciente, antecedentes de actividades repetitivas o traumatismos y exploración física para detectar sensibilidad, inflamación y enrojecimiento en la rodilla.

Pruebas de imagen

Las pruebas de imagen son esenciales para confirmar el diagnóstico y descartar otras patologías. Entre las más utilizadas se encuentran:

  • Ecografía: Permite identificar acumulación de líquido o engrosamiento de la bursa.
  • Radiografía: Utilizada para descartar fracturas u osteoartritis subyacente.
  • Resonancia magnética: Indicada en casos de bursitis crónica o sospecha de complicaciones.

Análisis de laboratorio

En casos sospechosos de infección, se pueden realizar análisis de líquido bursal mediante aspiración para identificar agentes bacterianos o cristales de ácido úrico en el caso de gota.

Tratamiento de la bursitis prerrotuliana

Tratamientos conservadores

En la mayoría de los casos, la bursitis prerrotuliana se trata de manera conservadora mediante:

  • Reposo: Evitar actividades que agraven la inflamación.
  • Aplicación de frío: Para reducir el dolor y la hinchazón.
  • Medicamentos antiinflamatorios: Como AINEs para controlar el dolor y la inflamación.
  • Compresión y elevación: Para minimizar la acumulación de líquido.

Fisioterapia

La fisioterapia desempeña un papel fundamental en la recuperación de la función de la rodilla mediante ejercicios de fortalecimiento, técnicas de estiramiento y recomendaciones de ergonomía para prevenir recaídas.

Tratamientos invasivos

En casos severos o refractarios, pueden considerarse opciones más avanzadas como:

  • Infiltraciones de corticoides: Reducen la inflamación de manera rápida y efectiva.
  • Aspiración de líquido bursal: Para aliviar la presión y analizar el líquido en caso de infección.
  • Bursectomía: En casos de bursitis crónica o infecciones recurrentes.

Prevención de la bursitis prerrotuliana

Para prevenir la bursitis prerrotuliana, es fundamental adoptar medidas como:

  • Uso de rodilleras: En actividades que requieran apoyo prolongado sobre la rodilla.
  • Técnicas adecuadas de trabajo: Evitar posturas que ejerzan presión directa sobre la rótula.
  • Tratamiento temprano de infecciones: Para evitar complicaciones sépticas.

© Clínica Universidad de Navarra 2023

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