DICCIONARIO MÉDICO

Bursopatía

Qué es una bursopatía

La bursopatía es un término médico que engloba cualquier patología o disfunción de las bolsas sinoviales, estructuras rellenas de líquido sinovial que reducen la fricción entre los tejidos en las articulaciones. Entre las bursopatías más comunes se encuentra la bursitis, caracterizada por la inflamación de estas bolsas. Esta condición puede afectar diversas localizaciones anatómicas, como la región subacromial, trocantérea y olecraniana, y puede ser causada por traumatismos, sobrecarga mecánica, infecciones o enfermedades inflamatorias sistémicas.

La bursopatía incluye una variedad de alteraciones que afectan las bolsas sinoviales, estructuras esenciales para el movimiento sin fricción en las articulaciones. Las bolsas sinoviales actúan como amortiguadores entre huesos, tendones y músculos, facilitando la biomecánica articular. Cuando estas bolsas se ven afectadas por inflamación, presión excesiva o infecciones, se desarrollan condiciones conocidas como bursopatías.

Causas principales de la bursopatía

Las causas de la bursopatía pueden ser múltiples y varían según el tipo y la localización de la afección. Las más comunes incluyen:

  • Traumatismos repetitivos: Movimientos repetitivos o posturas inadecuadas que generan presión constante en las bolsas sinoviales.
  • Lesiones agudas: Caídas o impactos directos sobre una articulación específica.
  • Enfermedades inflamatorias sistémicas: Como artritis reumatoide, gota o lupus eritematoso sistémico.
  • Infecciones: Invasión bacteriana que produce bursitis séptica.
  • Calcificaciones: Depósitos de calcio en los tejidos circundantes, especialmente en la región subacromial.

Síntomas de la bursopatía

Los síntomas de la bursopatía varían dependiendo de su causa y localización anatómica. Entre los más frecuentes se encuentran:

  • Dolor local: Agravado por movimientos o presión directa.
  • Inflamación: Hinchazón visible o palpable en la articulación afectada.
  • Limitación del rango de movimiento: Dificultad para realizar actividades cotidianas debido al dolor.
  • Enrojecimiento y calor: Característicos de bursitis séptica o inflamatoria.

Diagnóstico de la bursopatía

Historia clínica y exploración física

El diagnóstico de bursopatía comienza con una evaluación detallada de los síntomas del paciente, antecedentes de lesiones, enfermedades sistémicas y actividades repetitivas. Durante la exploración física, se evalúa la sensibilidad, el rango de movimiento y la presencia de inflamación en la articulación afectada.

Pruebas de imagen

Las pruebas de imagen son fundamentales para confirmar el diagnóstico y determinar la extensión del daño. Estas incluyen:

  • Ecografía: Detecta inflamación, líquido acumulado y calcificaciones.
  • Radiografía: Identifica cambios óseos y calcificaciones cercanas.
  • Resonancia magnética: Evaluación detallada de tejidos blandos y estructuras adyacentes.

Estudios de laboratorio

En casos de bursitis séptica o sospecha de enfermedades inflamatorias, los análisis de laboratorio pueden incluir:

  • Análisis de líquido sinovial: Para detectar infecciones o cristales en la bursitis gotosa.
  • Marcadores inflamatorios: Como la proteína C reactiva y la velocidad de sedimentación globular.

Tratamiento de la bursopatía

Tratamientos conservadores

La mayoría de las bursopatías pueden manejarse con medidas conservadoras, incluyendo:

  • Reposo: Evitar actividades que agraven los síntomas.
  • Aplicación de frío: Para reducir inflamación y dolor.
  • Fisioterapia: Ejercicios para mejorar el rango de movimiento y fortalecer músculos.
  • Medicamentos antiinflamatorios: Como AINEs para controlar el dolor y la inflamación.

Tratamientos invasivos

En casos severos o refractarios, pueden considerarse opciones más avanzadas:

  • Infiltraciones de corticoides: Reducen la inflamación de manera rápida y efectiva.
  • Aspiración de líquido: Para aliviar la presión y analizar el contenido en caso de infección.
  • Cirugía: En casos de bursopatía crónica o calcificaciones severas, se puede recurrir a la bursectomía.

Localizaciones comunes de la bursopatía

La bursopatía puede afectar diversas articulaciones. Las más comunes incluyen:

  • Bursopatía subacromial: Frecuente en el hombro debido al uso repetitivo.
  • Bursopatía trocantérea: Afecta la región lateral de la cadera.
  • Bursopatía olecraniana: Inflamación en la bolsa del codo.
  • Bursopatía prepatelar: Conocida como "rodilla del limpiador".

Prevención de la bursopatía

Para prevenir la bursopatía, es fundamental mantener una buena ergonomía, evitar movimientos repetitivos y tratar enfermedades inflamatorias subyacentes. En el ámbito deportivo, la técnica adecuada y el uso de equipamiento protector pueden reducir significativamente el riesgo.

© Clínica Universidad de Navarra 2023

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