DICCIONARIO MÉDICO

Cabestrillo

Qué es un cabestrillo y su función médica

El cabestrillo es un dispositivo médico utilizado para inmovilizar y sostener el miembro superior, comúnmente en situaciones de fractura, luxación, cirugía o lesión de tejidos blandos. Este instrumento terapéutico cumple una función fundamental en la estabilización del brazo y el hombro durante el proceso de recuperación, contribuyendo a reducir el dolor, prevenir desplazamientos y favorecer la cicatrización.

El uso del cabestrillo para brazo está indicado en una amplia variedad de situaciones clínicas que requieren soporte ortopédico, incluyendo traumatismos agudos, intervenciones quirúrgicas, patologías neuromusculares y disfunciones articulares.

Indicaciones clínicas para el uso del cabestrillo

Traumatismos y lesiones ortopédicas

Entre las principales indicaciones del cabestrillo se encuentran:

  • Fractura de húmero: especialmente en fracturas diafisarias o metafisarias estables, el cabestrillo fractura húmero proporciona soporte y evita la movilidad indeseada.
  • Luxación acromioclavicular: el cabestrillo para luxación acromioclavicular mantiene el brazo en posición neutral, aliviando la tensión sobre la articulación dañada.
  • Lesiones de clavícula: el uso de un cabestrillo para clavícula puede ser necesario tras fracturas o cirugías, limitando la tracción muscular sobre el foco óseo.
  • Contusiones o esguinces del hombro: como parte del tratamiento conservador, para disminuir el dolor y proteger la articulación glenohumeral.

Postoperatorios y rehabilitación

El inmovilizador de brazo es empleado en pacientes sometidos a intervenciones quirúrgicas como reparación de manguito rotador, artroplastia de hombro o tenodesis bicipital. En estos casos, el cabestrillo protege el sitio quirúrgico, minimiza el estrés mecánico y facilita el cumplimiento del protocolo de fisioterapia.

Inmovilización funcional y uso pediátrico

En el ámbito pediátrico, el cabestrillo pediátrico se adapta a las dimensiones anatómicas infantiles y está diseñado para ofrecer comodidad, seguridad y adherencia al tratamiento. Suele emplearse en fracturas supracondíleas del húmero, fracturas de clavícula o lesiones ligamentosas.

Tipos de cabestrillo según la indicación clínica

Existen diferentes tipos de cabestrillo, seleccionados en función del tipo de lesión, edad del paciente, nivel de inmovilización requerido y etapa del tratamiento. Los principales modelos incluyen:

Cabestrillo convencional

Se compone de una bolsa o banda de tela que soporta el antebrazo, suspendido del cuello mediante una correa ajustable. Es el modelo más común y se utiliza para lesiones leves o como soporte postoperatorio básico.

Cabestrillo Velpeau

El cabestrillo Velpeau proporciona una sujeción más firme y restrictiva. Mantiene el brazo en aducción y rotación interna, fijándolo al tórax con vendajes envolventes. Es útil en fracturas proximales de húmero, lesiones del hombro y postoperatorios con necesidad de inmovilización estricta.

Cabestrillo en 8

También conocido como vendaje en ocho, el cabestrillo en 8 se utiliza principalmente para tratar fracturas de clavícula. Su diseño consiste en dos bandas cruzadas sobre la espalda que traccionan los hombros hacia atrás, realineando los extremos óseos y permitiendo una adecuada consolidación.

Cabestrillo con venda

En algunos contextos clínicos o de emergencia, puede improvisarse un cabestrillo con venda o pañuelo triangular, utilizado como recurso temporal hasta la colocación de un inmovilizador profesional. Este método es útil en primeros auxilios o zonas de difícil acceso.

Colocación y ajuste del cabestrillo

La correcta colocación del cabestrillo para brazo es esencial para asegurar la eficacia terapéutica. El antebrazo debe reposar paralelo al suelo, con el codo flexionado aproximadamente 90 grados y la muñeca ligeramente más alta que el codo para favorecer el retorno venoso.

El inmovilizador de brazo debe permitir la movilidad de los dedos para prevenir rigideces, y su soporte cervical debe estar acolchado para evitar compresión sobre el plexo braquial o estructuras vasculares del cuello.

Precauciones, complicaciones y seguimiento

El uso prolongado o incorrecto del cabestrillo puede originar complicaciones como contracturas musculares, rigidez articular, edema distal o compresión nerviosa. Por ello, se recomienda:

  • Revisar periódicamente la posición y el ajuste del dispositivo.
  • Realizar movilización activa de dedos y muñeca.
  • Evitar el uso excesivo en patologías que no lo requieren.
  • Revisar signos de compromiso circulatorio o neurológico (hormigueo, frialdad, palidez).

El seguimiento clínico debe valorar la evolución de la lesión, ajustar el grado de inmovilización y coordinar la transición hacia fases de rehabilitación activa.

Importancia del cabestrillo en la medicina rehabilitadora

El cabestrillo representa una herramienta indispensable en la ortopedia y medicina física y rehabilitación, al facilitar la recuperación funcional del miembro superior, reducir la carga mecánica y permitir un entorno biológico favorable para la cicatrización ósea, ligamentosa o tendinosa.

Su elección, uso y retirada deben realizarse de manera individualizada y supervisada por profesionales de la salud, considerando siempre el equilibrio entre la protección y la movilidad progresiva.

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