DICCIONARIO MÉDICO

Callo óseo

Qué es un callo óseo

El callo óseo es una estructura transitoria formada durante el proceso de consolidación de una fractura ósea. Se trata de una masa de tejido de reparación que se desarrolla alrededor de los extremos fracturados con el objetivo de estabilizar la zona y permitir la regeneración del hueso dañado. Este proceso es fisiológico y fundamental en la cicatrización del tejido óseo.

También conocido como callo de fractura, el callo óseo se compone inicialmente de tejido blando (formado por cartílago y tejido conectivo), que posteriormente se mineraliza y se remodela hasta adquirir las características del hueso maduro. La evolución del callo óseo es un marcador clínico importante para evaluar la duración del callo óseo y la correcta recuperación del hueso.

Fisiología del callo de fractura

Fases del proceso de consolidación ósea

La formación del callo de fractura es el resultado de un proceso biológico altamente regulado que se divide en varias fases:

  1. Fase inflamatoria: Se inicia inmediatamente después de la fractura. Se forma un hematoma en el foco de fractura y se produce la migración de células inflamatorias.
  2. Fase de reparación: Se desarrolla tejido de granulación que posteriormente se transforma en un callo óseo blando compuesto por cartílago hialino y tejido conectivo fibroso.
  3. Fase de consolidación: El cartílago es reemplazado por hueso trabecular a través de un proceso de osificación endocondral, dando lugar al callo óseo duro.
  4. Fase de remodelación: El callo óseo es reabsorbido parcialmente y remodelado hasta adquirir una estructura similar a la del hueso original, con orientación y densidad óptimas.

Composición del callo óseo

El callo de fractura contiene en sus primeras etapas una matriz extracelular rica en colágeno tipo II y proteoglicanos. A medida que avanza la osificación, predominan el colágeno tipo I, las células osteogénicas, los osteoblastos y los osteocitos en formación.

Factores que influyen en la formación del callo óseo

La calidad y la duración del callo óseo dependen de múltiples factores sistémicos y locales:

Factores locales

  • Estabilidad mecánica: La inmovilización adecuada favorece una formación sólida del callo.
  • Vascularización: El aporte sanguíneo adecuado es esencial para nutrir el tejido reparador.
  • Tipo de fractura: Las fracturas conminutas o abiertas pueden presentar consolidación más lenta.

Factores sistémicos

  • Edad del paciente: La capacidad de regeneración ósea disminuye con la edad.
  • Enfermedades metabólicas: Como la osteoporosis, la diabetes o el hipotiroidismo.
  • Fármacos: Corticoides, quimioterapia o anticoagulantes pueden afectar la osteogénesis.
  • Consumo de tabaco o alcohol: Se asocian con un retraso en la consolidación ósea.

Duración del callo óseo

La duración del callo óseo varía en función de múltiples factores. En condiciones óptimas, el proceso de consolidación ósea puede durar entre 6 y 12 semanas, aunque este tiempo puede extenderse en fracturas complejas, en personas de edad avanzada o en pacientes con enfermedades crónicas.

En fracturas tratadas con fijación interna, el callo de fractura puede ser menos evidente radiológicamente debido a la reducción de la micromovilidad, aunque la consolidación sigue su curso biológico.

Diagnóstico y evaluación del callo de fractura

El seguimiento del callo óseo se realiza principalmente mediante estudios de imagen. La evaluación clínica y radiológica es fundamental para determinar la progresión de la consolidación y la estabilidad mecánica del hueso afectado.

Radiografía

La radiografía es la prueba más común para valorar la presencia y madurez del callo de fractura. Se observa como una opacidad irregular que se interpone entre los extremos de la fractura. Su densidad y contorno evolucionan con el tiempo.

Tomografía computarizada (TC)

La TC permite una visualización más detallada del proceso de mineralización del callo óseo y su relación con el hueso cortical y trabecular.

Resonancia magnética (RM)

Indica la actividad biológica del callo en fases iniciales, detectando edema óseo, vascularización y progresión del tejido fibrocartilaginoso a hueso.

¿Se puede romper un callo óseo?

Una pregunta frecuente en la práctica clínica es si se puede romper un callo óseo. La respuesta depende del estadio de maduración del callo y de las fuerzas aplicadas sobre él. En las fases tempranas, el callo de fractura es vulnerable, y un traumatismo o carga excesiva puede provocar una fractura secundaria.

Una vez completada la fase de osificación y remodelación, el callo óseo suele alcanzar una resistencia comparable, e incluso superior, al hueso original. No obstante, si persisten factores de riesgo como inestabilidad, infección o enfermedades óseas, la zona puede mantenerse débil y susceptible a lesiones.

Complicaciones relacionadas con el callo óseo

Retardo de consolidación

Ocurre cuando la formación del callo de fractura es más lenta de lo esperado. Se identifica radiológicamente por la persistencia del trazo de fractura sin signos de progresión del callo.

No unión (pseudoartrosis)

Se produce cuando no se forma un callo funcional y los extremos óseos permanecen separados. Puede requerir cirugía de revisión, injertos óseos o fijación externa.

Consolidación viciosa

Es la curación del hueso en una posición anatómicamente incorrecta, con alteración de la biomecánica y funcionalidad. Puede requerir osteotomía correctiva.

Tratamiento para favorecer el callo de fractura

Inmovilización

El uso de férulas, yesos o dispositivos de fijación interna permite que el callo óseo se forme en un entorno estable y favorece su maduración progresiva.

Estimulación física

  • Ultrasonido pulsado: mejora la formación del callo en casos de retardo de consolidación.
  • Estimulación electromagnética: promueve la osteogénesis en pacientes seleccionados.

Tratamiento farmacológico

Se han utilizado factores de crecimiento, parathormona recombinante (PTH 1-34) y bisfosfonatos en contextos específicos para mejorar la calidad del callo óseo.

Cirugía regenerativa

En casos complejos, se pueden emplear injertos autólogos, aloinjertos, sustitutos óseos sintéticos o técnicas de osteogénesis por distracción para estimular la formación de un callo de fractura funcional.

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