DICCIONARIO MÉDICO
Cámara hiperbárica
La cámara hiperbárica es un equipo médico especializado utilizado para administrar oxígeno al 100% a presiones superiores a la atmosférica. Este procedimiento, conocido como oxigenoterapia hiperbárica (OHB), tiene aplicaciones clínicas en diversas especialidades médicas y se basa en principios fisiológicos sólidos. El objetivo principal es incrementar la cantidad de oxígeno disuelto en el plasma sanguíneo, lo cual favorece la oxigenación tisular, promueve la cicatrización y combate infecciones. Las cámaras hiperbáricas pueden clasificarse en monoplaza y multiplaza. Las monoplaza están diseñadas para un solo paciente, mientras que las multiplaza permiten tratar simultáneamente a varios pacientes y son asistidas por personal médico en su interior. Ambas versiones están equipadas con sistemas de control de presión y oxígeno, así como medidas de seguridad estrictas. La eficacia terapéutica de la cámara hiperbárica se basa en la ley de Henry, según la cual la cantidad de gas disuelto en un líquido es proporcional a la presión parcial del gas sobre el líquido. Bajo condiciones hiperbáricas, el oxígeno se disuelve en el plasma en concentraciones significativamente mayores a las obtenidas en condiciones normobáricas. Esta hiperooxigenación tiene efectos beneficiosos en tejidos hipóxicos y favorece múltiples procesos fisiológicos. El uso de la cámara hiperbárica está respaldado por guías internacionales como las de la Undersea and Hyperbaric Medical Society (UHMS). A continuación se detallan las principales indicaciones clínicas: La neumotórax no tratado es la única contraindicación absoluta para el uso de la cámara hiperbárica. Esta condición representa un riesgo vital en un entorno presurizado. Aunque es generalmente segura, la terapia con cámara hiperbárica no está exenta de efectos adversos. Algunos de los más comunes incluyen: Antes de iniciar el tratamiento con cámara hiperbárica, se realiza una valoración médica exhaustiva, que incluye historia clínica, examen físico y pruebas complementarias como radiografías de tórax, audiometrías y control glucémico. El tratamiento se administra en sesiones que suelen durar entre 60 y 120 minutos, a una presión habitual de 2 a 2,5 ATA (atmósferas absolutas). La frecuencia y duración del tratamiento varían según la patología tratada, y en muchos casos se requieren entre 10 y 40 sesiones. Durante todo el proceso, el paciente es monitorizado por personal médico especializado, con control de constantes vitales, oximetría y evolución clínica de la lesión o patología tratada. Diversos estudios clínicos han demostrado que la cámara hiperbárica ofrece beneficios clínicos significativos en múltiples patologías, reduciendo el tiempo de hospitalización, mejorando la calidad de vida y disminuyendo las tasas de amputación en úlceras isquémicas. Además, su inclusión como tratamiento complementario ha demostrado ser costo-efectiva en ciertas indicaciones, especialmente cuando permite evitar procedimientos quirúrgicos agresivos o prolongadas terapias farmacológicas. © Clínica Universidad de Navarra 2025¿Qué es una cámara hiperbárica?
Fundamento fisiológico de la oxigenoterapia hiperbárica
Efectos fisiológicos del oxígeno hiperbárico
Indicaciones médicas de la cámara hiperbárica
Indicaciones aprobadas
Indicaciones en evaluación o uso compasivo
Contraindicaciones y precauciones
Contraindicaciones absolutas
Contraindicaciones relativas
Efectos adversos y riesgos
Proceso del tratamiento en cámara hiperbárica
Evaluación previa
Sesiones de tratamiento
Seguimiento clínico
Ventajas clínicas y costo-efectividad