DICCIONARIO MÉDICO

Campylobacter

¿Qué es Campylobacter?

Campylobacter es un género de bacterias Gram negativas que constituye una de las principales causas bacterianas de gastroenteritis aguda a nivel mundial. Estas bacterias, en particular Campylobacter jejuni, son responsables de una proporción significativa de infecciones gastrointestinales tanto en países desarrollados como en vías de desarrollo. La transmisión suele estar relacionada con el consumo de alimentos contaminados, especialmente carne de ave cruda o mal cocida, leche no pasteurizada y agua contaminada.

El término Campylobacter spp hace referencia a las distintas especies de este género, muchas de las cuales son patógenas para el ser humano. Las especies más frecuentemente implicadas en la infección por Campylobacter incluyen Campylobacter jejuni, Campylobacter coli y, en menor medida, Campylobacter fetus y Campylobacter lari. Estas bacterias se caracterizan por su forma espiralada, su motilidad por flagelos polares y su capacidad para crecer en condiciones microaerófilas.

Características microbiológicas de Campylobacter

Desde un punto de vista microbiológico, Campylobacter pertenece al filo Proteobacteria, clase Epsilonproteobacteria. Son bacterias Gram negativas, delgadas, curvas o espirales, que pueden adoptar una morfología en forma de "S" o "gaviota". La tinción Campylobacter Gram revela su estructura típica, aunque su observación en microscopía requiere especial atención por su tamaño pequeño y su capacidad de cambiar de forma.

Su movilidad es facilitada por uno o dos flagelos polares, que les permiten desplazarse rápidamente en medios líquidos. Son microaerófilas, es decir, requieren bajos niveles de oxígeno (5-10%) para crecer, y su temperatura óptima de crecimiento se sitúa alrededor de los 42 °C, una adaptación que refleja su afinidad por el tracto intestinal de aves.

Principales especies de interés médico

  • Campylobacter jejuni: especie más prevalente en humanos, asociada a diarrea, fiebre y dolor abdominal.
  • Campylobacter coli: también frecuente en infecciones humanas, aunque menos que C. jejuni.
  • Campylobacter fetus: más implicado en infecciones sistémicas y bacteriemias, especialmente en inmunodeprimidos.
  • Campylobacter lari: menos común, pero puede afectar a pacientes inmunosuprimidos.

Patogenia de la infección por Campylobacter

La infección por Campylobacter se produce tras la ingestión de alimentos o agua contaminados con la bacteria. Una vez en el intestino delgado, estas bacterias atraviesan el moco intestinal, se adhieren al epitelio y desencadenan una respuesta inflamatoria local. Se ha demostrado que algunos serotipos producen toxinas que pueden contribuir a la patogenia de la diarrea.

El periodo de incubación habitual es de 1 a 7 días. En el caso de Campylobacter jejuni, la infección suele limitarse al intestino delgado y el colon, pero puede extenderse en casos graves o en personas inmunodeprimidas. Su capacidad para inducir respuesta inmune cruzada se ha relacionado con ciertas complicaciones postinfecciosas.

Campylobacter: síntomas clínicos

Los síntomas de Campylobacter suelen ser similares a otras gastroenteritis bacterianas, aunque en ocasiones se acompañan de manifestaciones sistémicas. La campilobacteriosis aguda se caracteriza clínicamente por:

  • Diarrea: a menudo acuosa, y en algunos casos con moco o sangre.
  • Dolor abdominal: tipo cólico, que puede simular apendicitis aguda.
  • Fiebre: hasta en el 90% de los casos.
  • Náuseas y vómitos: menos frecuentes, pero presentes en algunos pacientes.
  • Malestar general y mialgias: signos sistémicos comunes.

En la mayoría de los casos, la enfermedad es autolimitada, con una duración media de 5 a 7 días. Sin embargo, en ciertos pacientes pueden presentarse complicaciones o secuelas significativas.

Campylobacter: secuelas y complicaciones

Aunque la infección por Campylobacter suele resolverse espontáneamente, existen secuelas documentadas en una minoría de casos. Estas pueden ser:

  • Síndrome de Guillain-Barré: trastorno neurológico autoinmune desencadenado por reacción cruzada antigénica.
  • Artritis reactiva: inflamación articular estéril posinfecciosa.
  • Bacteriemia: especialmente con Campylobacter fetus en pacientes inmunocomprometidos.
  • Enteritis crónica: en pacientes con inmunodeficiencia severa.

Diagnóstico de la infección por Campylobacter

El diagnóstico de Campylobacter se basa en el aislamiento bacteriano en cultivos de heces. Las técnicas más empleadas incluyen:

  • Coprocultivo selectivo: en medios como Skirrow o Campy-BAP, incubados en microaerofilia.
  • Microscopía: tras tinción de Gram, aunque no es definitiva.
  • Pruebas moleculares: como PCR para detección rápida y confirmación de especies.

El diagnóstico serológico o mediante detección de antígenos también puede ser útil, especialmente en estudios epidemiológicos.

Campylobacter: tratamiento

El tratamiento de Campylobacter depende de la gravedad del cuadro clínico. En la mayoría de los casos, la infección es autolimitada y solo requiere medidas de soporte, como hidratación oral o intravenosa y control de síntomas.

Tratamiento específico antibiótico

  • Azitromicina: antibiótico de elección en adultos y niños.
  • Fluoroquinolonas: como ciprofloxacino; útil en adultos, aunque existe resistencia creciente.
  • Eritromicina: alternativa válida, especialmente en niños.

El tratamiento antibiótico está indicado en casos graves, prolongados, con fiebre alta, sangrado persistente, inmunosupresión o riesgo de diseminación.

Prevención de la infección por Campylobacter

La prevención de la infección por Campylobacter se basa en medidas higiénico-sanitarias para reducir la exposición a fuentes contaminadas.

Medidas preventivas clave

  • Cocinar completamente la carne de ave y evitar el consumo de productos crudos o mal cocidos.
  • Evitar leche y derivados no pasteurizados.
  • Utilizar agua potable segura.
  • Higiene de manos al manipular alimentos crudos o contacto con animales.
  • Separar utensilios para alimentos crudos y cocidos en la cocina.

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