DICCIONARIO MÉDICO

Canal anal

¿Qué es el canal anal?

El canal anal es la porción terminal del tracto gastrointestinal, un conducto corto y estrecho que se extiende desde el recto hasta el orificio anal. Tiene una longitud promedio de 3 a 5 cm en el adulto y está delimitado por el músculo puborrectal en su inicio proximal y el margen anal en su extremo distal. Este canal desempeña una función fundamental en el control de la continencia fecal y la expulsión voluntaria de las heces.

Anatómicamente, el canal anal está revestido por un epitelio que varía en su trayecto, y posee complejas estructuras musculares y neurovasculares que le confieren su capacidad de cierre hermético y sensibilidad. Es una región clínicamente relevante, ya que está implicada en múltiples patologías, como fisuras anales, hemorroides, abscesos perianales, fístulas y cáncer anal.

Características anatómicas del canal anal

El canal anal se considera la zona de transición entre el tracto digestivo interno y el medio exterior. Se encuentra rodeado por una estructura compleja de músculos que permiten mantener la continencia fecal de forma voluntaria e involuntaria. Este canal está delimitado por dos zonas principales: la línea anorrectal en su parte superior y la línea anocutánea en su parte inferior.

Límites anatómicos

  • Límite superior: unión anorrectal (a nivel del músculo puborrectal).
  • Límite inferior: línea anocutánea (transición del epitelio anal al cutáneo).

Internamente, el canal anal presenta una disposición radial de columnas anales, que contienen en su interior vasos hemorroidales superiores. Estas columnas están unidas por pliegues mucosos llamados válvulas anales, y el punto de unión se denomina línea pectínea, también conocida como línea dentada.

División epitelial

  • Epitelio columnar: reviste la parte superior del canal, similar al recto.
  • Epitelio transicional: localizado en la zona de la línea pectínea.
  • Epitelio escamoso no queratinizado: cubre la parte inferior.
  • Epitelio escamoso queratinizado: se encuentra en el margen anal y continúa con la piel perianal.

Componentes musculares del canal anal

Los elementos musculares del canal anal son esenciales para la función de continencia. Incluyen tanto componentes involuntarios como voluntarios, que trabajan en conjunto para mantener cerrado el canal durante el reposo y permitir la apertura controlada durante la defecación.

Músculo esfínter interno del ano

Es una prolongación engrosada de la capa circular del músculo liso del recto. Se encuentra bajo control involuntario y está inervado por el sistema nervioso autónomo (simpático y parasimpático). Mantiene el tono de reposo del canal anal.

Músculo esfínter externo del ano

Está compuesto por músculo estriado voluntario. Se divide en tres porciones: subcutánea, superficial y profunda. Está inervado por el nervio pudendo y participa en el control voluntario de la defecación.

Músculo puborrectal

Aunque no forma parte del canal anal propiamente dicho, el músculo puborrectal rodea el canal a nivel de la unión anorrectal formando un lazo muscular que contribuye significativamente a la continencia mediante la formación de un ángulo anorrectal agudo en reposo.

Irrigación e inervación del canal anal

La irrigación del canal anal proviene de ramas de las arterias hemorroidales superior, media e inferior, mientras que el drenaje venoso se realiza mediante el plexo hemorroidal, con comunicación entre los sistemas portal y sistémico. Esta rica vascularización explica la frecuencia de trastornos vasculares en esta región, como las hemorroides.

La inervación también está segmentada según la altura:

  • Zona superior: inervación visceral a través de los plexos hipogástricos.
  • Zona inferior: inervación somática a través del nervio pudendo (nervio rectal inferior).

Fisiología del canal anal

La función principal del canal anal es controlar la evacuación de las heces y mantener la continencia fecal. Esta capacidad se logra gracias a una coordinación precisa entre la tonicidad del esfínter interno, la contracción voluntaria del esfínter externo, la función del músculo puborrectal y la integridad sensorial del canal.

Reflejos implicados en la función anorrectal

  • Reflejo rectoanal inhibitorio: relajación transitoria del esfínter interno tras distensión rectal.
  • Reflejo de continencia: contracción refleja del esfínter externo ante aumento de presión intraabdominal.

Exploración clínica del canal anal

La exploración del canal anal se realiza mediante inspección, tacto rectal y técnicas complementarias como la anuscopia y la manometría anorrectal. Estas evaluaciones son fundamentales para diagnosticar patologías funcionales y estructurales, así como para valorar la integridad de los esfínteres en casos de incontinencia o dolor anal.

Principales patologías del canal anal

Diversas enfermedades afectan al canal anal, muchas de ellas con elevada prevalencia en la población general:

Trastornos comunes

  • Hemorroides: dilatación patológica del plexo venoso hemorroidal.
  • Fisura anal: desgarro lineal del epitelio anal distal, doloroso y sangrante.
  • Absceso perianal: infección aguda de las glándulas anales con acumulación de pus.
  • Fístula anal: trayecto patológico entre el canal anal y la piel perianal, secuela de un absceso.
  • Incontinencia fecal: pérdida involuntaria de heces, asociada a alteración esfinteriana.
  • Cáncer de ano: neoplasia maligna del epitelio del canal anal, asociado al VPH en muchos casos.

Importancia clínica y quirúrgica del canal anal

La anatomía y fisiología del canal anal tienen repercusiones directas en múltiples especialidades médicas, como la cirugía colorrectal, la gastroenterología, la ginecología y la medicina del suelo pélvico. El conocimiento detallado de su estructura es esencial para procedimientos como la esfinteroplastia, la cirugía de hemorroides, el tratamiento de fístulas o el abordaje del dolor anal crónico.

Asimismo, la evaluación de la funcionalidad del canal mediante estudios manométricos, ecografía endoanal o resonancia magnética del suelo pélvico permite una planificación terapéutica más precisa y personalizada en pacientes con disfunciones anorrectales complejas.

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