DICCIONARIO MÉDICO

Canal espinal

¿Qué es el canal espinal?

El canal espinal es una estructura anatómica longitudinal y cilíndrica que recorre el interior de la columna vertebral y aloja en su interior a la médula espinal, las raíces nerviosas espinales, vasos sanguíneos y estructuras meníngeas. Esta cavidad ósea es esencial para la protección del sistema nervioso central y permite la transmisión de señales entre el encéfalo y el resto del cuerpo.

Anatómicamente, el canal espinal se extiende desde el foramen magno del hueso occipital hasta el hiato sacro en la región del sacro. Está formado por la superposición de los forámenes vertebrales de cada vértebra, los cuales se alinean para conformar un conducto continuo y resistente. Dentro de este canal discurren estructuras vitales cuya integridad es fundamental para la función neuromuscular, autonómica y sensitiva del organismo.

Constitución anatómica del canal espinal

El canal espinal está delimitado por elementos óseos y ligamentosos que conforman la columna vertebral, distribuidos en distintas regiones: cervical, torácica, lumbar, sacra y coccígea. La disposición de estas estructuras cambia a lo largo de su recorrido, adaptándose a las funciones específicas de cada segmento.

Elementos que lo conforman

  • Cuerpo vertebral: situado en la parte anterior, da soporte y estabilidad.
  • Arco vertebral: formado por pedículos y láminas, delimita el canal por detrás.
  • Ligamento longitudinal posterior: recorre la cara posterior de los cuerpos vertebrales, dentro del canal.
  • Ligamento amarillo: conecta las láminas vertebrales y contribuye al cierre posterior del canal.

Contenido del canal espinal

  • Médula espinal: cordón nervioso que transmite señales motoras, sensoriales y reflejas.
  • Raíces nerviosas: emergen entre cada par de vértebras para inervar regiones específicas del cuerpo.
  • Meninges: capas protectoras (duramadre, aracnoides y piamadre) que envuelven la médula.
  • Líquido cefalorraquídeo (LCR): amortigua y nutre el sistema nervioso central.
  • Vasos sanguíneos: arterias espinales y plexos venosos.

Funciones del canal espinal

La principal función del canal espinal es ofrecer una protección estructural y funcional a la médula espinal y sus estructuras asociadas. Su rigidez ósea combinada con la flexibilidad de la columna permite mantener el equilibrio entre protección y movilidad.

Protección neurológica

Actúa como un escudo ante traumatismos, deformaciones o fuerzas externas que podrían dañar la médula espinal. Las vértebras y los ligamentos absorben impactos y reducen el riesgo de lesiones medulares.

Conducto para la transmisión nerviosa

Permite la organización ordenada de las raíces nerviosas espinales y su salida a través de los forámenes intervertebrales hacia el resto del cuerpo. Esto garantiza una conducción eficiente de estímulos motores y sensitivos.

Sostén y movilidad

Como parte integral de la columna vertebral, el canal espinal también participa en la postura, locomoción y protección de órganos vitales del eje axial.

Variaciones anatómicas y fisiológicas

El diámetro y la morfología del canal espinal varían según la región vertebral. Es más amplio en las zonas cervical y lumbar, donde se encuentran los engrosamientos medulares para las extremidades, y más estrecho en la región torácica.

Con la edad, pueden aparecer cambios degenerativos que alteren su configuración, como la hipertrofia ligamentosa, engrosamiento de articulaciones facetarias o protusiones discales.

Enfermedades asociadas al canal espinal

La integridad del canal espinal puede verse comprometida por múltiples patologías que generan compresión de la médula o las raíces nerviosas:

Estenosis espinal

Es el estrechamiento patológico del canal, común en personas mayores. Produce síntomas como claudicación neurógena, dolor lumbar, parestesias o debilidad motora.

Hernia discal

La hernia discal ocurre cuando ocurre un desplazamiento del núcleo pulposo que invade el canal espinal y comprime estructuras neurológicas, provocando lumbociática, cervicalgia o síntomas radiculares.

Traumatismos vertebrales

Fracturas o luxaciones pueden estrechar bruscamente el canal espinal y dañar la médula, generando secuelas neurológicas permanentes.

Tumores espinales

Neoplasias intradurales, extradurales o metastásicas pueden ocupar espacio en el canal y generar síntomas progresivos por compresión medular.

Malformaciones congénitas

Afecciones como la espina bífida o la diastematomielia alteran la anatomía del canal espinal desde el desarrollo embrionario.

Diagnóstico por imagen del canal espinal

Las técnicas de imagen son fundamentales para valorar la anatomía y posibles patologías del canal espinal:

  • Resonancia magnética (RM): técnica de elección para evaluar médula, discos, raíces y tejidos blandos.
  • Tomografía computarizada (TC): útil en estudios óseos y traumatismos.
  • Radiografía simple: permite ver alineación vertebral y signos degenerativos básicos.
  • Electromiografía: evalúa la función de raíces nerviosas comprometidas.

Tratamiento de patologías del canal espinal

El abordaje terapéutico depende de la causa, el grado de compromiso neurológico y la evolución clínica:

  • Tratamiento conservador: incluye fisioterapia, analgesia, antiinflamatorios y medidas posturales.
  • Intervención quirúrgica: indicada en casos de estenosis severa, hernias resistentes o compresión medular progresiva. Las técnicas van desde la laminectomía hasta la fijación instrumentada.
  • Rehabilitación neurológica: clave para recuperar función tras lesión medular.

El trabajo multidisciplinar entre radiólogos, neurólogos, neurocirujanos y fisioterapeutas es esencial para preservar la función del canal espinal y abordar sus patologías de forma integral.

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