DICCIONARIO MÉDICO
Canal infraorbitario
El canal infraorbitario es una estructura anatómica ósea que forma parte del complejo maxilofacial. Se encuentra ubicado en el hueso maxilar superior y actúa como conducto de paso para el nervio infraorbitario, así como para vasos sanguíneos homónimos. Este canal constituye una continuación del surco infraorbitario y finaliza en el foramen infraorbitario, situado justo por debajo del reborde orbitario inferior. Su función principal es permitir el tránsito protegido de estructuras neurovasculares que inervan y vascularizan la región media facial, incluyendo el párpado inferior, la mejilla, el ala nasal, el labio superior y parte de la mucosa bucal. Por su importancia clínica y quirúrgica, el canal infraorbitario es una referencia fundamental en disciplinas como la cirugía maxilofacial, la anestesia regional, la odontología, la otorrinolaringología y la neurocirugía. El canal infraorbitario está localizado en la porción anterior del hueso maxilar, en su cara orbitaria. Su trayecto comienza en el surco infraorbitario, que se convierte progresivamente en canal cerrado y termina en el foramen infraorbitario, visible en la cara anterior del maxilar. Esta estructura se encuentra aproximadamente a 6-10 mm por debajo del borde orbitario inferior. El nervio infraorbitario es el contenido neurológico principal del canal. Este nervio es una rama terminal del nervio maxilar (V2), que a su vez es la segunda división del nervio trigémino (V par craneal). Acompañando al nervio, discurren arterias y venas infraorbitarias, ramas de la arteria maxilar y del plexo venoso facial respectivamente. El canal infraorbitario es una referencia anatómica de gran valor en múltiples procedimientos médicos. Su localización precisa es crítica en el abordaje de cirugías maxilofaciales, en técnicas de anestesia regional y en el diagnóstico de diversas neuropatías faciales. Una de las aplicaciones más frecuentes es el bloqueo del nervio infraorbitario. Se utiliza para proporcionar anestesia en procedimientos dentales, intervenciones sobre el labio superior, reparación de heridas faciales o cirugías en la mejilla. El acceso puede ser transcutáneo (a través de la piel) o transoral (a través del vestíbulo bucal). Las fracturas del complejo cigomático-maxilar y de la pared anterior del seno maxilar pueden afectar directamente al canal infraorbitario, produciendo síntomas como parestesias, hipoestesia o anestesia en el territorio de inervación del nervio infraorbitario. Es una complicación frecuente en el traumatismo orbitario. Durante procedimientos como la osteotomía Le Fort I, la colocación de implantes cigomáticos o la descompresión orbitaria, es fundamental evitar la lesión del canal y su contenido para prevenir alteraciones sensitivas. El síndrome del nervio infraorbitario puede presentarse por compresión, inflamación o daño traumático. Sus manifestaciones clínicas incluyen: El diagnóstico se apoya en la exploración clínica, estudios de conducción nerviosa y neuroimagen. El tratamiento incluye desde medidas conservadoras (analgésicos, antineuríticos) hasta intervenciones quirúrgicas en casos de atrapamiento severo. El canal infraorbitario es visible mediante técnicas de imagen como la tomografía computarizada (TC) de alta resolución y la resonancia magnética (RM). Estos estudios permiten evaluar su trayecto, permeabilidad y posibles compresiones o desplazamientos por masas, inflamaciones o fracturas. Se han descrito variantes en el trayecto, la longitud, la orientación y el número de ramificaciones del canal infraorbitario. Estas variaciones pueden condicionar el éxito de los bloqueos anestésicos o aumentar el riesgo de complicaciones quirúrgicas si no se reconocen previamente. Por ello, el conocimiento preciso de la anatomía individual mediante imagen y experiencia clínica es esencial para cualquier intervención en la región mediofacial. En odontología, el canal infraorbitario es de gran relevancia en extracciones superiores, cirugía periapical y colocación de implantes en el maxilar anterior. Su integridad debe respetarse para evitar parestesias postoperatorias. En el ámbito oftalmológico y periorbitario, intervenciones como la reconstrucción de piso orbitario o el tratamiento de fracturas en “blow-out” requieren identificación del canal infraorbitario para evitar lesiones al nervio o hemorragias. Los tratamientos estéticos que involucran el tercio medio facial, como la infiltración de ácido hialurónico en surcos nasoyugales o región malar, deben tener en cuenta la proyección del canal infraorbitario para evitar complicaciones neurológicas o vasculares. La técnica correcta de inyección, el uso de cánulas romas y el conocimiento de la profundidad anatómica son claves en estos contextos. © Clínica Universidad de Navarra 2025¿Qué es el canal infraorbitario?
Localización anatómica del canal infraorbitario
Relaciones anatómicas
Contenido del canal infraorbitario
Distribución del nervio infraorbitario
Importancia clínica y quirúrgica del canal infraorbitario
Infiltración anestésica del nervio infraorbitario
Traumatismos y fracturas faciales
Técnicas quirúrgicas en la región maxilofacial
Alteraciones neurológicas del canal infraorbitario
Estudios de imagen y localización radiológica
Aplicaciones radiológicas
Variaciones anatómicas del canal infraorbitario
Importancia odontológica y periorbitaria
Consideraciones anatómicas para procedimientos estéticos