DICCIONARIO MÉDICO
Capreomicina
La capreomicina es un antibiótico polipeptídico producido por Streptomyces capreolus, utilizado en el tratamiento de formas resistentes de tuberculosis pulmonar, especialmente en casos de tuberculosis multirresistente (TB-MDR) y tuberculosis extensamente resistente (TB-XDR). Debido a su perfil de toxicidad, se reserva para situaciones donde no se dispone de opciones terapéuticas eficaces. La capreomicina pertenece al grupo de los antibióticos aminociclitoles, aunque estructural y funcionalmente se asemeja más a los antibióticos aminoglucósidos. Actúa inhibiendo la síntesis proteica bacteriana al unirse a la subunidad ribosomal 70S, lo que interfiere con el proceso de traducción del ARN mensajero y bloquea la elongación de la cadena polipeptídica, provocando la muerte bacteriana. La principal indicación de la capreomicina es el tratamiento de: La capreomicina se presenta habitualmente en forma de polvo liofilizado para reconstitución, destinado a la administración intramuscular (IM) o intravenosa (IV). La dosis estándar para adultos es de 1 g una vez al día. En pediatría, la dosis se ajusta según peso corporal. El tratamiento suele prolongarse durante varios meses en combinación con otros antituberculosos activos. El uso de capreomicina se asocia con diversos efectos adversos, algunos de los cuales pueden ser graves. Los más frecuentes incluyen: La capreomicina está contraindicada en personas con hipersensibilidad al fármaco. Debe usarse con precaución en pacientes con insuficiencia renal, enfermedades auditivas preexistentes o en ancianos. Se recomienda realizar controles periódicos de función renal y pruebas audiométricas durante el tratamiento. La capreomicina puede potenciar la toxicidad de otros fármacos nefrotóxicos u ototóxicos. Se debe tener especial cuidado al administrarla junto con: La resistencia a capreomicina suele deberse a mutaciones en genes del ribosoma bacteriano, como el rrs. Su uso debe estar guiado por pruebas de sensibilidad antimicrobiana, ya que su administración en presencia de cepas resistentes puede inducir fallos terapéuticos y amplificar la resistencia. La capreomicina puede usarse en niños cuando los beneficios superan los riesgos, siempre con monitorización estricta. Se clasifica como categoría C por la FDA. Se debe evitar su uso durante el embarazo a menos que sea absolutamente necesario. En lactancia, se desconoce si se excreta en la leche materna, por lo que se debe valorar la suspensión de la lactancia o del fármaco. En los esquemas para TB-MDR, la capreomicina forma parte de la fase intensiva del tratamiento durante al menos 6 meses, junto con otros fármacos como levofloxacino, linezolid, cicloserina o bedaquilina. La duración total del tratamiento puede extenderse hasta 18-24 meses dependiendo de la evolución clínica y microbiológica. La disponibilidad de capreomicina ha disminuido debido a la aparición de nuevas alternativas más seguras y eficaces, como bedaquilina y delamanid. La OMS la considera una opción de segunda línea en esquemas para TB resistente, cuando no existen otras alternativas. Con el desarrollo de nuevos fármacos antituberculosos, la capreomicina ha perdido protagonismo, pero sigue siendo útil en contextos con recursos limitados o cuando se enfrentan cepas altamente resistentes. Su uso debe estar respaldado por pruebas microbiológicas y siempre en el contexto de programas nacionales de control de tuberculosis o atención especializada en enfermedades infecciosas. © Clínica Universidad de Navarra 2025¿Qué es la capreomicina?
Clasificación farmacológica y mecanismo de acción
Indicaciones clínicas
Presentación y vía de administración
Farmacocinética y farmacodinamia
Efectos adversos de la capreomicina
Contraindicaciones y precauciones
Interacciones medicamentosas
Resistencia bacteriana
Uso en poblaciones especiales
Pacientes pediátricos
Embarazo y lactancia
Protocolos de tratamiento con capreomicina
Disponibilidad y situación actual
Perspectivas futuras y relevancia clínica