DICCIONARIO MÉDICO
Capsulitis
La capsulitis es una inflamación de la cápsula articular, una estructura de tejido conectivo que rodea y estabiliza las articulaciones sinoviales. Esta condición puede afectar cualquier articulación del cuerpo, aunque es más frecuente en el hombro (capsulitis adhesiva), el pie (especialmente en la articulación metatarsofalángica) y la cadera. La capsulitis puede tener un origen traumático, degenerativo, autoinmune o idiopático, y genera dolor, rigidez y limitación funcional progresiva. La cápsula articular está compuesta por dos capas: una capa externa fibrosa que aporta resistencia mecánica, y una capa interna sinovial que secreta líquido sinovial, lubricando y nutriendo la articulación. En condiciones normales, esta cápsula permite el movimiento fluido y protege las estructuras internas. Cuando ocurre una inflamación capsular, se altera su función, lo que conduce a síntomas clínicos característicos de la capsulitis. La clasificación más común se realiza en función de la articulación afectada. Entre los tipos principales de capsulitis se encuentran: Es la forma más frecuente de capsulitis. Se caracteriza por dolor persistente y pérdida progresiva de la movilidad del hombro. Afecta principalmente a personas entre 40 y 60 años, siendo más común en mujeres y en pacientes con diabetes mellitus o enfermedades tiroideas. Es común en el segundo dedo del pie, en la articulación metatarsofalángica. Suele estar asociada al uso de calzado inadecuado, alteraciones biomecánicas como el pie cavo o el hallux valgus, y a sobrecargas mecánicas repetitivas. También conocida como sinovitis transitoria de cadera cuando es de origen agudo, afecta principalmente a niños entre 3 y 10 años. Se manifiesta por dolor inguinal, cojera y limitación de la movilidad sin fiebre ni signos inflamatorios sistémicos. Las causas que pueden desencadenar una capsulitis son múltiples. Algunas de las más comunes incluyen: La inflamación de la cápsula articular desencadena una cascada de eventos celulares y bioquímicos. Inicialmente, se produce edema sinovial y proliferación de fibroblastos, con aumento de la producción de colágeno. Esto provoca engrosamiento de la cápsula y pérdida de elasticidad, lo que reduce progresivamente el rango de movimiento articular. El diagnóstico de capsulitis se basa en la anamnesis detallada, la exploración física y, en algunos casos, el uso de pruebas de imagen para descartar otras patologías articulares. Los hallazgos típicos incluyen: Entre las pruebas complementarias más utilizadas se encuentran: El tratamiento depende de la fase en que se encuentre la enfermedad y del tipo de articulación afectada. Se distinguen tres fases clínicas en la capsulitis adhesiva del hombro: Se reserva para casos refractarios al tratamiento conservador. Las técnicas incluyen: El pronóstico de la capsulitis varía en función de la causa subyacente, el tiempo de evolución y la adherencia al tratamiento. En el caso de la capsulitis adhesiva del hombro, el curso clínico suele durar entre 12 y 24 meses, con recuperación funcional completa en la mayoría de los casos. Sin embargo, un porcentaje de pacientes puede presentar secuelas de rigidez o dolor persistente. Las medidas preventivas incluyen: El tratamiento de la capsulitis puede requerir la intervención de diferentes especialistas: médicos rehabilitadores, reumatólogos, fisioterapeutas, traumatólogos y cirujanos ortopédicos. La correcta coordinación de los profesionales sanitarios mejora los resultados terapéuticos y reduce el riesgo de cronificación. © Clínica Universidad de Navarra 2025¿Qué es la capsulitis?
Anatomía y función de la cápsula articular
Tipos de capsulitis según la localización
Capsulitis adhesiva del hombro (hombro congelado)
Capsulitis metatarsofalángica
Capsulitis de la cadera
Etiología de la capsulitis
Fisiopatología de la capsulitis
Diagnóstico clínico de la capsulitis
Tratamiento de la capsulitis
Tratamiento conservador
Tratamiento quirúrgico
Pronóstico y evolución clínica
Prevención y recomendaciones
Importancia del abordaje multidisciplinar