DICCIONARIO MÉDICO
Cara de luna
La cara de luna es un término médico que describe una alteración morfológica característica del rostro, que adopta una forma redondeada, pleniforme y edematosa. Este signo clínico, también conocido como facies en luna llena, se presenta con mayor frecuencia en contextos de exposición prolongada a glucocorticoides endógenos o exógenos. El término posee gran relevancia en endocrinología, especialmente en relación con el síndrome de Cushing y la administración de corticoides. La cara de luna representa una manifestación clínica visible que puede alertar al médico sobre una posible alteración hormonal subyacente o un efecto adverso farmacológico. Esta apariencia facial característica no es exclusiva de una sola entidad, sino que puede observarse en distintos contextos clínicos, siendo la cara de luna por corticoides una de las causas más comunes. La facies de luna llena presenta una serie de rasgos morfológicos que permiten su identificación durante la exploración física: En conjunto, estos signos otorgan a la cara una forma redonda y prominente que recuerda a una luna llena. La observación de este signo puede ser clave en el diagnóstico de trastornos endocrinos como el hipercortisolismo. La causa más frecuente de cara de luna es la administración prolongada de glucocorticoides, ya sea por vía oral, intravenosa, intramuscular o incluso inhalada o tópica en dosis elevadas. Los corticoides, al actuar como análogos sintéticos del cortisol, inducen una redistribución del tejido adiposo, favoreciendo su acumulación en zonas como el rostro, la región cervicodorsal (joroba de búfalo) y el abdomen. Este fenómeno es parte del conjunto de alteraciones que conforman la llamada iatrogenia por corticoides, que incluye además obesidad troncular, estrías violáceas, fragilidad capilar, miopatía proximal y alteraciones metabólicas (hiperglucemia, dislipemia, hipertensión). La cara de luna por corticoides suele aparecer tras varias semanas o meses de tratamiento, aunque en algunos casos puede manifestarse en plazos más cortos, dependiendo de la susceptibilidad individual y la dosis administrada. Otra causa importante de cara de luna es el síndrome de Cushing de origen endógeno, una entidad que se produce por una hipersecreción crónica de cortisol debido a diversas etiologías: En estos casos, la cara de luna suele acompañarse de otros signos de hipercortisolismo endógeno, como acné, hirsutismo, osteoporosis, hiperglucemia y trastornos menstruales. Aunque la cara de luna es mayoritariamente atribuida a los corticoides exógenos y al síndrome de Cushing, existen condiciones menos frecuentes en las que puede observarse este fenotipo facial: El mecanismo fisiopatológico que explica la aparición de la cara de luna se relaciona con los efectos pleiotrópicos del cortisol sobre el metabolismo lipídico y el sistema inmunológico. Entre los procesos implicados destacan: En conjunto, estos mecanismos generan un aspecto facial característico que puede comprometer la autoestima y calidad de vida de los pacientes. El diagnóstico de la cara de luna es clínico y se basa en la inspección visual del rostro durante la exploración médica. No existen pruebas específicas para confirmar este signo, pero su presencia debe motivar una investigación etiológica si no existe causa conocida previa (por ejemplo, tratamiento con corticoides). El hallazgo de una cara de luna debe interpretarse dentro de un contexto clínico más amplio. Algunas preguntas clave que el médico puede considerar incluyen: En caso de sospecha de síndrome de Cushing, se deben realizar pruebas diagnósticas específicas como: Cuando la cara de luna por corticoides aparece como efecto secundario de un tratamiento farmacológico, el abordaje dependerá del equilibrio riesgo-beneficio. Las medidas incluyen: En muchos casos, tras la retirada progresiva de corticoides, la cara de luna revierte de manera gradual en un período de semanas a meses. En los casos de hipercortisolismo endógeno, el tratamiento depende de la causa subyacente: En algunos pacientes puede ser necesario el uso de fármacos bloqueadores de la síntesis de cortisol (como ketoconazol o metyrapona) de forma transitoria o definitiva. La cara de luna puede tener un impacto significativo en la percepción corporal y autoestima del paciente. Al tratarse de un signo visible y estigmatizante, algunos pacientes experimentan ansiedad, depresión o aislamiento social. Por ello, es fundamental una atención médica empática que incluya el abordaje psicológico y, en ciertos casos, la derivación a especialistas en salud mental. El pronóstico de la cara de luna depende de la causa subyacente y del control del hipercortisolismo. En la mayoría de los casos, la eliminación o reducción de la causa (ya sea un fármaco o un tumor) conlleva la resolución progresiva de la alteración facial. No obstante, en algunos pacientes puede persistir una leve alteración morfológica residual, especialmente si la exposición fue prolongada. © Clínica Universidad de Navarra 2025¿Qué es la cara de luna en medicina?
Características clínicas de la cara de luna
Causas de la cara de luna
1. Cara de luna por corticoides
2. Síndrome de Cushing endógeno
3. Otras causas menos frecuentes
Fisiopatología de la cara de luna
Diagnóstico de la cara de luna
Evaluación del contexto clínico
Tratamiento de la cara de luna
En pacientes tratados con corticoides
En síndrome de Cushing
Implicaciones psicosociales
Pronóstico