DICCIONARIO MÉDICO

Carboxihemoglobina

¿Qué es la carboxihemoglobina?

La carboxihemoglobina es un complejo estable que se forma cuando el monóxido de carbono (CO) se une de manera reversible a la hemoglobina (Hb) en los glóbulos rojos. Este compuesto impide el transporte adecuado de oxígeno a los tejidos, ya que el CO compite con el oxígeno por los sitios de unión en la hemoglobina con una afinidad aproximadamente 200 a 250 veces mayor que la del oxígeno.

La formación de carboxihemoglobina en sangre puede producirse tanto por exposición ambiental a monóxido de carbono como por fuentes endógenas. En condiciones normales, el cuerpo humano produce pequeñas cantidades de CO como subproducto del catabolismo del grupo hemo. Sin embargo, la exposición exógena a fuentes contaminantes puede elevar significativamente sus niveles y comprometer la oxigenación tisular.

Formación y afinidad del monóxido de carbono por la hemoglobina

El monóxido de carbono inhalado atraviesa con facilidad la membrana alveolocapilar, alcanzando el torrente sanguíneo, donde se une a la hemoglobina para formar carboxihemoglobina. La afinidad del CO por la hemoglobina es tan elevada que, incluso a bajas concentraciones ambientales, puede desplazar al oxígeno de su sitio de unión y provocar hipoxia tisular.

Esta unión también induce un cambio conformacional en la hemoglobina que aumenta su afinidad por el oxígeno restante, dificultando su liberación en los tejidos, lo que agrava la hipoxia celular.

Fuentes de exposición al monóxido de carbono

La exposición al monóxido de carbono, y por consiguiente la elevación de la carboxihemoglobina en sangre, puede tener diversas fuentes:

  • Combustión incompleta de combustibles fósiles en vehículos automotores.
  • Uso de braseros, estufas o calderas defectuosas en espacios cerrados.
  • Incendios estructurales o forestales.
  • Tabaquismo activo o pasivo.
  • Exposición ocupacional en garajes, talleres mecánicos o industrias metalúrgicas.

El riesgo se incrementa significativamente en espacios mal ventilados, donde las concentraciones de monóxido de carbono pueden acumularse rápidamente sin ser detectadas, debido a que es un gas incoloro e inodoro.

Valores normales de carboxihemoglobina

Los valores normales de carboxihemoglobina en sangre varían según el estilo de vida del individuo, especialmente en función de su exposición al humo del tabaco:

  • No fumadores: entre 0,5% y 1,5%.
  • Fumadores leves: hasta 5%.
  • Fumadores intensos: hasta 10%.

Valores superiores a estos rangos se consideran anómalos y pueden indicar exposición patológica al monóxido de carbono.

Carboxihemoglobina elevada y toxicidad

La carboxihemoglobina elevada se asocia a intoxicación por monóxido de carbono, una condición potencialmente mortal que requiere diagnóstico y tratamiento urgente. La gravedad de la intoxicación se correlaciona con el porcentaje de carboxihemoglobina presente en sangre:

  • 10-20%: cefalea, náuseas, mareo.
  • 20-40%: debilidad, confusión, disnea, alteraciones visuales.
  • 40-60%: síncope, convulsiones, coma.
  • >60%: riesgo vital inminente y muerte.

La sintomatología puede variar en función de la susceptibilidad individual, la existencia de comorbilidades cardiovasculares o respiratorias, y la duración de la exposición. La hipoxia inducida por la carboxihemoglobina puede provocar lesiones neurológicas irreversibles, disfunción miocárdica y acidosis metabólica.

Diagnóstico y monitorización de carboxihemoglobina en sangre

La detección de carboxihemoglobina en sangre se realiza mediante cooximetría, una técnica espectrofotométrica capaz de diferenciar entre los distintos derivados de la hemoglobina (oxihemoglobina, metahemoglobina y carboxihemoglobina). Este análisis permite determinar con precisión el porcentaje de hemoglobina comprometido.

En contextos clínicos de sospecha de intoxicación, también se valoran los niveles de lactato, el análisis de gases arteriales y la saturación de oxígeno. Es fundamental recordar que la oximetría de pulso convencional puede ofrecer falsos positivos al no distinguir entre oxihemoglobina y carboxihemoglobina.

Tratamiento de la intoxicación por carboxihemoglobina elevada

El manejo terapéutico de la carboxihemoglobina elevada consiste en la administración inmediata de oxígeno al 100% a través de mascarilla con reservorio. Esta intervención acelera la disociación del CO de la hemoglobina y permite la reoxigenación tisular.

En casos graves o en pacientes con manifestaciones neurológicas severas, está indicada la oxigenoterapia hiperbárica, que consiste en la administración de oxígeno puro a alta presión en una cámara hiperbárica. Esta modalidad terapéutica reduce de forma más rápida la vida media de la carboxihemoglobina y mejora el pronóstico neurológico.

Prevención y vigilancia ambiental

La prevención de la formación patológica de carboxihemoglobina pasa por la reducción de la exposición al monóxido de carbono. Algunas estrategias preventivas incluyen:

  • Instalación y mantenimiento adecuado de estufas, calentadores y sistemas de calefacción.
  • Evitar el funcionamiento de motores de combustión interna en espacios cerrados.
  • Uso de detectores domésticos de monóxido de carbono.
  • Educación sanitaria sobre los riesgos del CO y los síntomas de intoxicación.

© Clínica Universidad de Navarra 2025

La información proporcionada en este Diccionario Médico de la Clínica Universidad de Navarra tiene como objetivo principal ofrecer un contexto y entendimiento general sobre términos médicos y no debe ser utilizada como fuente única para tomar decisiones relacionadas con la salud. Esta información es meramente informativa y no sustituye en ningún caso el consejo, diagnóstico, tratamiento o recomendaciones de profesionales de la salud. Siempre es esencial consultar a un médico o especialista para tratar cualquier condición o síntoma médico. La Clínica Universidad de Navarra no se responsabiliza por el uso inapropiado o la interpretación de la información contenida en este diccionario.