Qué es el dartros
El término dartros hace referencia a un conjunto de lesiones cutáneas de carácter escamoso que afectan la piel, generalmente de forma crónica y recurrente. Se asocia con alteraciones dermatológicas que pueden incluir condiciones inflamatorias y, en algunos casos, infecciosas. Las manifestaciones clínicas y el tratamiento varían dependiendo del tipo específico de dartros y la causa subyacente.
Características clínicas de los dartros
Los dartros se presentan como placas o manchas con bordes bien definidos, generalmente de textura escamosa. Su apariencia puede variar desde lesiones rojizas hasta zonas despigmentadas. Las principales características incluyen:
- Escamas finas: Suelen desprenderse al rascar las lesiones.
- Bordes definidos: En algunos casos, pueden estar rodeadas por un halo eritematoso.
- Localización frecuente: Generalmente aparecen en el tronco, brazos y piernas, pero pueden afectar cualquier parte del cuerpo.
- Prurito variable: Algunas personas experimentan picazón moderada a intensa, mientras que en otras no es un síntoma significativo.
Clasificación de los dartros
Los dartros pueden clasificarse en diferentes tipos según su causa y características clínicas:
- Dartros volantes: Lesiones escamosas que tienden a desplazarse por distintas áreas del cuerpo, con resolución espontánea en algunos casos.
- Dartros acromiantes: Caracterizados por manchas hipopigmentadas, más comunes en niños y adolescentes, asociadas a infecciones micóticas superficiales.
- Dartros secos: Placas secas y descamativas que pueden confundirse con dermatitis atópica.
Causas y factores predisponentes
Los dartros pueden tener diversas causas, que incluyen:
- Infecciones micóticas: Infecciones superficiales por hongos como Malassezia pueden originar lesiones escamosas.
- Factores ambientales: La exposición a climas secos o fríos puede agravar las lesiones.
- Predisposición genética: Personas con antecedentes familiares de condiciones dermatológicas tienen mayor riesgo.
- Inmunosupresión: Un sistema inmunológico debilitado puede favorecer el desarrollo de lesiones.
Diagnóstico
El diagnóstico de dartros se realiza a través de una evaluación clínica completa, acompañada de pruebas específicas cuando sea necesario:
- Examen físico: Inspección visual de las lesiones y análisis de su distribución y características.
- Pruebas micológicas: Raspado de las lesiones para detectar infecciones fúngicas.
- Biopsia cutánea: En casos atípicos, para descartar otras enfermedades dermatológicas.
Tratamiento de los dartros
El tratamiento de los dartros depende de la causa subyacente y la gravedad de las lesiones:
- Antifúngicos tópicos: Utilizados en casos de infecciones micóticas superficiales.
- Corticosteroides: Para reducir inflamación y prurito en lesiones inflamatorias.
- Emolientes: Ayudan a mantener la hidratación de la piel y prevenir la descamación.
- Antibióticos: Indicados en caso de infecciones secundarias.
Prevención
La prevención de los dartros incluye medidas básicas de cuidado de la piel y reducción de factores desencadenantes:
- Hidratación cutánea: Uso regular de cremas emolientes para mantener la piel hidratada.
- Evitar irritantes: Uso de productos suaves y evitar químicos agresivos.
- Protección solar: Minimiza los efectos nocivos del sol en la piel.
Complicaciones posibles
En algunos casos, los dartros pueden complicarse si no se tratan adecuadamente:
- Infecciones secundarias: Bacterianas o micóticas debido al rascado o irritación.
- Hiperpigmentación o hipopigmentación: Alteraciones en el color de la piel tras la resolución de las lesiones.
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