DICCIONARIO MÉDICO

Degeneración walleriana

Qué es la degeneración walleriana

La degeneración walleriana es un proceso fisiopatológico que ocurre tras una lesión axonal en el sistema nervioso, ya sea periférico o central. Se caracteriza por la degeneración del segmento distal del axón lesionado y su vaina de mielina, mientras que el cuerpo neuronal intenta reparar y regenerar el nervio afectado. Este proceso, descrito por primera vez por Augustus Waller en 1850, es fundamental para entender la regeneración nerviosa y las respuestas del sistema nervioso ante lesiones traumáticas o patológicas.

La degeneración walleriana es el fenómeno mediante el cual el segmento distal de un axón lesionado sufre una degradación activa tras una interrupción completa de su continuidad. Esta degeneración se inicia poco después de la lesión y está mediada por procesos celulares y moleculares que incluyen la fragmentación axonal, la descomposición de la mielina y la activación de células inmunitarias como los macrófagos.

Fases de la degeneración walleriana

El proceso de degeneración walleriana se divide en varias fases:

  • Inicio: Ocurre inmediatamente después de la lesión, con interrupción de la transmisión axonal.
  • Fragmentación axonal: El axón distal comienza a descomponerse en fragmentos más pequeños.
  • Desmielinización: La mielina circundante se degrada y es eliminada por macrófagos y células de Schwann.
  • Regeneración: En el sistema nervioso periférico, las células de Schwann forman un tubo de regeneración para guiar el crecimiento del axón.

Causas de la degeneración walleriana

La degeneración walleriana puede ser causada por múltiples factores que provocan lesiones axonales.

Lesiones traumáticas

El trauma físico, como cortes, aplastamientos o estiramientos nerviosos, puede interrumpir la continuidad del axón y desencadenar el proceso de degeneración.

Enfermedades neurológicas

  • Accidente cerebrovascular: La falta de suministro sanguíneo puede causar daño axonal en el sistema nervioso central.
  • Esclerosis múltiple: Enfermedad desmielinizante que afecta tanto los axones como las vainas de mielina.
  • Neuropatías periféricas: Condiciones metabólicas como la diabetes pueden dañar los nervios periféricos.

Compresión nerviosa crónica

La compresión prolongada de un nervio puede interrumpir la conducción axonal, iniciando la degeneración walleriana.

Signos y síntomas de la degeneración walleriana

Los síntomas de la degeneración walleriana dependen de la localización y el alcance de la lesión axonal.

Síntomas en el sistema nervioso periférico

  • Pérdida de sensibilidad: Sensación reducida o ausente en el área inervada por el nervio afectado.
  • Debilidad muscular: Dificultad para mover los músculos controlados por el nervio lesionado.
  • Dolor neuropático: Dolor agudo o quemante en la región afectada.

Síntomas en el sistema nervioso central

  • Pérdida de función motora: Parálisis o debilidad en áreas controladas por los tractos dañados.
  • Espasticidad: Rigidez muscular causada por daño axonal en el cerebro o la médula espinal.

Diagnóstico de la degeneración walleriana

El diagnóstico de la degeneración walleriana se realiza mediante una combinación de evaluación clínica y pruebas de imagen.

Resonancia magnética (RM)

  • Identificación de tractos dañados: Imágenes ponderadas en T2 pueden mostrar cambios en los tractos nerviosos.
  • Técnicas avanzadas: Como tractografía, para evaluar la integridad axonal.

Electromiografía (EMG)

Evalúa la conducción nerviosa y detecta la interrupción de señales axonales en los nervios periféricos.

Evaluación clínica

Un examen neurológico detallado puede revelar déficits sensoriales y motores específicos asociados a la degeneración walleriana.

Tratamiento de la degeneración walleriana

El tratamiento de la degeneración walleriana se centra en abordar la causa subyacente de la lesión y promover la regeneración axonal.

Tratamiento conservador

  • Fisioterapia: Para mantener la fuerza muscular y prevenir atrofia.
  • Control del dolor: Uso de medicamentos como analgésicos y antineuropáticos.

Tratamiento quirúrgico

En casos de compresión nerviosa o lesiones severas, se pueden considerar intervenciones quirúrgicas como:

  • Reparación nerviosa directa: Sutura de los extremos nerviosos.
  • Injertos nerviosos: Para reemplazar segmentos axonales dañados.

Regeneración y rehabilitación

  • Estimulación eléctrica: Puede promover la regeneración axonal en nervios periféricos.
  • Terapias avanzadas: Incluyen factores de crecimiento y biomateriales para guiar el crecimiento axonal.

Pronóstico

El pronóstico de la degeneración walleriana depende del tipo de nervio afectado, la extensión de la lesión y la intervención temprana. En el sistema nervioso periférico, la regeneración axonal es más probable debido a la capacidad de las células de Schwann para guiar el crecimiento. En el sistema nervioso central, las barreras a la regeneración, como la formación de cicatrices gliales, complican la recuperación funcional.

© Clínica Universidad de Navarra 2023

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