DICCIONARIO MÉDICO

Derivación lumboperitoneal

Qué es la derivación lumboperitoneal

La derivación lumboperitoneal es un procedimiento quirúrgico utilizado para el manejo de condiciones neurológicas que involucran un aumento en la presión del líquido cefalorraquídeo (LCR). Consiste en la colocación de un sistema de drenaje que desvía el exceso de LCR desde la región lumbar hacia la cavidad peritoneal, donde es reabsorbido de manera natural por el organismo. Este procedimiento se emplea principalmente en el tratamiento de la hidrocefalia de presión normal y la hipertensión intracraneal idiopática.

Definición y objetivos de la derivación lumboperitoneal

La derivación lumboperitoneal es un tipo de sistema de derivación que permite reducir la presión intracraneal mediante la desviación del LCR acumulado. Su objetivo principal es aliviar los síntomas neurológicos causados por el aumento de la presión, tales como dolores de cabeza, alteraciones visuales y deterioro cognitivo, mejorando la calidad de vida del paciente.

Principales indicaciones

  • Hidrocefalia de presión normal (HPN): caracterizada por alteraciones de la marcha, demencia y disfunción urinaria.
  • Hipertensión intracraneal idiopática (HII): también conocida como pseudotumor cerebral, donde la presión intracraneal está elevada sin evidencia de una lesión estructural.
  • Hidrocefalia secundaria: en casos específicos donde la presión del LCR no puede ser controlada por otros medios.

Procedimiento quirúrgico de la derivación lumboperitoneal

El procedimiento de derivación lumboperitoneal implica la colocación de un sistema de derivación que incluye un catéter, una válvula de control de flujo y un tubo de drenaje. Este sistema desvía el LCR desde el espacio subaracnoideo lumbar hasta la cavidad peritoneal.

Fases del procedimiento

  1. Se realiza una incisión lumbar para insertar el catéter en el espacio subaracnoideo de la región lumbar.
  2. El catéter se conecta a una válvula reguladora para controlar el flujo de LCR.
  3. Se crea una túnica subcutánea para dirigir el tubo hacia la cavidad peritoneal, donde se reabsorberá el LCR.

Ventajas de la derivación lumboperitoneal

  • Evita la necesidad de una intervención en el cráneo, como en la derivación ventrículo-peritoneal.
  • Es menos invasiva y con menor riesgo de complicaciones intracraneales.

Complicaciones asociadas a la derivación lumboperitoneal

Aunque la derivación lumboperitoneal es generalmente segura, existen complicaciones potenciales que deben ser monitoreadas cuidadosamente. Estas complicaciones pueden ser mecánicas, relacionadas con el sistema de derivación, o clínicas, debido a alteraciones fisiológicas.

Complicaciones mecánicas

  • Obstrucción del catéter: debido a depósitos de proteínas o tejido.
  • Desplazamiento del sistema: lo que puede requerir revisión quirúrgica.
  • Fugas de LCR: en el sitio de inserción lumbar.

Complicaciones clínicas

  • Hipotensión intracraneal: causada por una derivación excesiva de LCR, que puede provocar dolores de cabeza intensos.
  • Infecciones: como meningitis o peritonitis, asociadas al sistema de derivación.

Seguimiento postoperatorio

El seguimiento después de una derivación lumboperitoneal es esencial para garantizar el éxito del procedimiento y prevenir complicaciones. Incluye revisiones clínicas regulares y estudios de imagen para evaluar la funcionalidad del sistema de derivación.

Cuidados inmediatos

  • Monitoreo de síntomas: como cambios en el dolor de cabeza, visión o estado neurológico.
  • Evaluación de la incisión: para detectar signos de infección o fuga de LCR.

Controles a largo plazo

  • Imágenes por resonancia magnética o tomografía computarizada para verificar el flujo de LCR.
  • Evaluación neurológica periódica para monitorizar la resolución de los síntomas.

Resultados esperados y beneficios de la derivación lumboperitoneal

La derivación lumboperitoneal ha demostrado ser eficaz en el manejo de condiciones como la hidrocefalia de presión normal y la hipertensión intracraneal idiopática. Los pacientes suelen experimentar una mejora significativa en los síntomas neurológicos y en su calidad de vida.

Beneficios específicos

  • Alivio de los síntomas: como cefaleas, alteraciones visuales y problemas de movilidad.
  • Mejora en la función cognitiva: en casos de hidrocefalia de presión normal.
  • Menor riesgo de complicaciones intracraneales: en comparación con otros tipos de derivación.

© Clínica Universidad de Navarra 2023

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